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Por qué deberías empezar a usar una crema específica para el cuello y no la misma que para la cara

La recomendación cambia: ya no vale el producto que aplicamos en el rostro para el cuello. El uso del móvil acelera su envejecimiento.

Las particularidades del cuello requieren cuidados diseñados para él.
Las particularidades del cuello requieren cuidados diseñados para él.getty
Javier Caballero

Hasta un 72% se ha acelerado el envejecimiento de la mandíbula y el cuello entre los mileniales, frente al mismo rango de edad (treintañeros) hace poco más de una década. El culpable: el uso excesivo del móvil, que obliga a inclinar la cabeza produciendo las arrugas del famoso tech-neck. Este fenómeno, unido al hecho de que el área se encuentra expuesta pese al uso de la mascarilla, ha aumentado el interés por cuidar la zona. Lo confirma el doctor Jaime Tufet, médico estético con clínica propia en Barcelona. «Hemos notado en los últimos meses que las consultas que se preocupan por el cuello han crecido más de un 20%». No solo eso: la edad a la que empiezan a fijarse de barbilla para abajo también se ha reducido. «La edad media se situaba en torno a los 50 años. Y ahora ha disminuido en más de 10 años», dice la doctora María Vicente, del centro murciano Virtud Estética.

El consejo experto también varía. Siempre se ha recomendado aplicar la cosmética facial hasta el escote, pero ahora el sector se centra en lanzamientos enfocados en las peculiaridades de la bisagra que une la cabeza con el cuerpo. «El cuello es la zona de transición entre la una y el otro y sirve para proteger todos los tubos que pasan por él (garganta, tráquea). Por eso, el músculo platisma sigue una estructura tubular. Carece de ligamentos que sujeten la piel para que no se desplace, como sí dispone la cara», explica el doctor Tufet. ¿Qué hacer para fortalecerlo? «Ejercicio para tenerlo casi tan fuerte como Fernando Alonso», ejemplifica.

Dado que el músculo no se puede tratar, la piel es el primer objetivo. «Es, junto al párpado, la más fina de todo el cuerpo», dice la doctora Conchita Pinilla, con clínica en Zaragoza. Esto implica que sea más sensible y esté menos preparada para protegerse. «Se necesitan más sesiones que para los mismos problemas en el rostro, lo que encarece el tratamiento», advierte la doctora María Vicente.

Para los pacientes a partir de 35 años que buscan soluciones en cabina existen las inyecciones de ácido hialurónico. «Mejor poco reticulado para redensificar el cutis», apuntilla la doctora Pinilla. También radiofrecuencia. «Lo que mejor va es la prevención». A partir de los 50 o en un cuello más dañado, ultrasonidos tensores como Ultherapy, de dos a tres veces al año. «Lo realmente efectivo es la cirugía, pero para quien no se atreve existen estas alternativas con resultados satisfactorios», coinciden los tres profesionales consultados.

¿Y en cuanto a cosmética? «Antioxidantes como la vitamina C y activos reafirmantes», dice la doctora Vicente. La doctora Pinilla aconseja el retinol a bajas concentraciones si da reacción para evitar daño por inflamación. Este ingrediente, además, potencia el colágeno y la elastina que mantienen la matriz extracelular, fundamental para el doctor Tufet: «Nunca se le ha prestado la atención que merece. Si se mantiene en buen estado y con grosor, la epidermis aguantará mejor».

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