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La panda de superhéroes que desenmascara a timadores y falsos niños ricos de Instagram

Se llaman Baller Busters y están aquí para denunciar a una «peligrosa» nueva especie: la del falso joven gurú emprendedor que presume de relojes, marcas y avión privado en la red.

«Presumen de aviones privados, de relojes falsos, posan con todo este material y fabrican una vida en redes sociales que no es verdad». Existe una banda de cazadores de timadores y falsos emprendedores con vida de millonario en Instagram. Se llaman Baller Busters, son un movimiento anónimo y están aquí para exponer las miserias y mentiras de la generación ‘hecha a sí misma’. A través de una cuenta de Instagram que acumula 44.000 seguidores, y según recoge Taylor Lorenz en The New York Times,  Baller Busters es el antídoto a la cultura del falso empoderamiento de jóvenes sin estudios que supuestamente se hicieron ricos gracias a un sistema milagroso que solo ellos conocen.

Hablamos de una legión de falsos influencers que han comprado grandes cantidades de seguidroes y que presumen de líneas de ropa propia o estrategas que están dispuestos a enseñar (cobrando) a sus seguidores sus trucos para asaltar los cielos del lujo. Timadores que alardean de las bondades y esplendor del capitalismo más salvaje: se les apoda como flex offenders por sus estilismos sobreproducidos con las mejores marcas de streetwear (los millennials han liquidado al traje corporativo como símbolo de estatus empresarial) y utilizan las redes como cebo para fabricar una vida plagada de deportivos descapotables, rolex y mansiones con piscina infinita para tratar de enganchar a multitudes para que piquen en sus marcas de ropa o seminarios de enriquecimiento instantáneo.

La cuenta es avezada en la narrativa de la denuncia en Internet: a base de capturas de pantalla, memes y fotografías alteradas con emojis para caricaturizar a sus objetivos, Baller Busters busca descubrir a toda esa gente que actúa de forma no conforme a lo que realmente ganan. «La mayor parte de las veces, toda esa gente que se tilda a sí misma de emprendedor y presume de su dinero, coches, relojes o influencia, resulta que no tiene tanto efectivo que lo respalde», explica Lorenz en el texto.

Se trata de jóvenes que veneran un estilo de vida y lo exponen sin descanso para vender clases online, tutorías o membresías a grupos selectos. Entre los personajes a los que han desenmascarado: un adolescente que aseguraba haber conseguido en pocos meses comprarse una mansión de 8 millones de dólares (que en realidad se podía alquilar a través de AirBnB), una influencer que daba datos falsos sobre las ventas de su marca y de la que expusieron su registro judicial por timos o un ‘emprendedor’ que vendió cursos y que bloqueó en masa a los alumnos críticos con el curso por el que habían pagado.

Su red cebo es Instagram, territorio idóneo para alardear del lujo. Según explica el administrador de @BallerBusters a Lorenz, una nueva rama de timadores está campando a sus anchas por esa red: el joven gurú empresarial. «Son persuasivos, sus avatares son fotos de carácter empresarial, con ellos sobre un escenario, aparentanto que están en medio de una charla TED. Podrían haber comprado un gran número de seguidores y su feed es un alardeo de una vida llena de coches, dinero y mujeres que se usan como accesorio», resume la periodista.

El administrador de la cuenta ha aclarado que sus investigaciones son rigurosas. Desde la cuenta se investigan capturas de pantallas y recursos legales y realizan una auditoría de redes sociales antes de comprometerse a exponer a alguien. «No somos TMZ, en realidad hacemos periodismo de investigación», apuntan al NYT desde la cuenta.

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