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Así ven (la mayoría de) los hombres su armario

Si hablamos de moda, ellos son el sexo débil. Y como tal necesitan un poco de comprensión. Te damos algunas pistas sobre cómo es la relación de un hombre con la ropa y celebramos que cada vez más tíos se interesen por las tendencias.

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Los hombres no entienden a las mujeres. La cantidad de veces que un hombre ha oído esa frase a lo largo de su vida puede servir como indicador de cuán longevo es. Como los anillos de un árbol, es un mantra que se le ha repetido una y otra vez hasta que lo ha interiorizado. Una idea que ha dado origen a tantas o más novelas que la clásica historia de chico pobre conoce a chica rica y chica rica no le deja sitio en una tabla y muere congelado. Sin embargo, ese sentimiento de incomprensión es también compartido por cualquier hombre sobre la faz de la tierra cuando le hablan de moda. Vale, no todos, y es cierto que cada día hay más hombres que se interesan por la moda. Pero aún hay camino que recorrer. Por eso, y para mejorar el entendimiento entre sexos, vamos a intentar zambullirnos en cómo ve una mayoría de la población masculina su relación con la moda.

1. El traje chaqueta es (la mayoría de las veces) una tortura. Sí, está claro que mejora la apariencia y que se ganan varios puntos con respecto al conjunto formado por pantalón de chándal y camiseta de Cobi, pero es incómodo. Probablemente un sentimiento parecido al de usar tacones de aguja de catorce centímetros, pero para ir a trabajar. La corbata aprieta, la americana reduce la movilidad y no abriga lo suficiente pero da demasiado calor, la camisa se arruga… Está claro que con traje chaqueta se gusta más, pero ¿compensa?

2. El problema del número de colores. Según un estudio realizado por el profesor de psicología del Brooklyn College, Israel Abramov, la capacidad de los hombres para distinguir los colores es mucho menor que la de las mujeres (aparte de tener mucha menos inventiva que ellas a la hora de ponerles nombre) por lo que es probable que la razón por la que él no necesita tener un jersey celeste, uno turquesa y uno azul pastel sea porque tiene uno azul, a secas, que vale por los tres.

Para muchos tíos el azul es azul y punto.

Pantone

3. Y el drama de cómo combinarlos. Si distinguir unos colores de otros es ya una tarea difícil ¿cómo es posible conseguir saber cuál va con cuál y por qué de repente el azul marino y el negro (que según han dicho las madres toda la vida “se mataban”) son lo más? Para un chico, la facilidad de poder construir su armario con blanco, negro, azul marino y rojo es incomparable, si quieres que salga de ahí, tendrás que ayudarlo un poco.

4. Es fácil sustentar cualquier armario masculino con cuatro patas hechas de camisetas. Son cómodas, te las puedes poner con todo y encima incluso hacen algunas en las que aparecen los personajes favoritos de su infancia como Batman o los personajes de South Park. No son el súmmum de la elegancia, vale, tampoco lo era dejarse las raíces sin teñir hasta que alguien lo dijo. Nunca se sabe qué nos depara la moda el día de mañana.

5. La camisa arregla cualquier look. Es una cosa tan simple como que si alguien lleva corona es rey o que si lleva barba y pinta de homeless es, o bien hipster o, en efecto, un homeless. Da igual con qué se combine, en cuestión de estilismos masculinos, aunque vaya acompañado de chanclas, la camisa ya lo hace un look de cóctel.

6. Las zapatillas de deporte no son cosa de críos. Las zapatillas son moda, al igual que lo son unos Manolos (o unos Manolos de imitación). Pero, además de ser moda, son una manera de aferrarse a esa juventud que se escapa poco a poco entre los dedos. Llevar zapatillas es una cuestión de salud mental y equilibrio cósmico.

7. Con un vaquero y una camiseta se va a todos lados. El abanico de prendas para chico es mucho menor que el de una mujer y, por ello, una maleta del tamaño de un tráiler de mudanzas para un fin de semana en la sierra a él se le antoja extraño. Con cuatro prendas se puede ir tanto a un concierto de Extremoduro como a una recepción en casa del embajador francés. Todo está en la actitud.

El armario de Fassbender, uno de los hombres más atractivos del momento, también se surte sobre todo de camisetas y vaqueros.

8. No se siente identificado con los novios de las blogueras populares (ni sabe quiénes son). Una comparación con Joannes Huebl es probable que le suene a chino a la gran mayoría de los chicos (excepto si son chinos, caso en el cual les sonará a, no sé, alemán, por ejemplo), e intentar que lo imite en lo más mínimo es misión imposible. Piensa que él no trata de hacer que vistas como Irina Shayk (o no debería).

9. Calidad antes que cantidad. Si su ropa no es la que más se lleva esta temporada, no siempre es por dejadez o porque no siga las modas, sino porque la ropa de chico es, por norma general, infinitamente más cara que la de chica. Y claro, aunque a él también le gustaría cambiar el armario cada temporada, a veces hay cosas ligeramente más importantes en su plan de gastos, como comer.

10. El cinturón. Casi no se ve. Sirve para sujetar el pantalón. ¿Por qué tiene que ser bonito o combinar con algo de lo que lleve puesto?

11. Sus referentes de estilo son bastante locos por norma general. Al él le pueden inspirar Kanye West, Steve McQueen o Quim Gutierrez. A la vez. Dependiendo de la hora que sea del día o del día de la semana. Simplemente tiene un concepto del estilo diferente que hay que aceptar.

Esto todo junto.

12. Los complementos son recuerdos. Olvídate del componente meramente estético de collares o pulseras, para una mayoría de los hombres los complementos son un baúl de los recuerdos: el collar que se compró en Ibiza, la cartera que le regaló su madre por Navidades… Buscar una coincidencia con las tendencias del momento será como buscar un contrato indefinido en nuestro país.

13. Para él, el look deportivo es totalmente válido para el día a día. Una gran parte de la población masculina lleva años defendiéndolo y ahora los diseñadores se rinden ante pantalones de chándal y sudaderas. Es cómodo y te hace parecer una persona sana. No puede haber nada malo en ello.

14. La pana es un tejido perfectamente aceptable. Todas las madres opinan lo mismo y para él, lo que diga su madre va a misa.

15. La ropa interior no es tan importante. Si no existe un equivalente a Oysho para hombre o un Men’Secret por algo. Él simplemente no le da la misma importancia a la ropa interior, no pretende que sea sexy. Si no fuera así, no existirían los calzoncillos de Bob Esponja.

La pana, ese tejido imprescindible para el armario masculino.

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