Arket o el silencioso nuevo imperio de la ropa para minimalistas
El 25 de agosto abre en Londres la nueva marca hermana de H&M. Una apuesta por diseños básicos y de calidad que huyen de la dictadura de las tendencias, siguiendo la línea de otras marcas como Uniqlo o Everlane.
El próximo 25 de agosto abrirá en Regent Street en Londres la primera tienda de una de las firmas más esperadas del año: Arket. El desembarco de la séptima marca del grupo sueco Hennes&Mauritz AB –H&M, & Other Stories, Monki, Cheap Monday, Weekday y Cos– está marcado por dos características: un precio más elevado que el de la firma estandarte –las camisetas, por ejemplo, están en torno a los 40 euros– y un catálogo de básicos «de calidad» alejado de la dictadura de las tendencias que marca el low cost, tipo H&M o Zara, inspiradas en lo visto en las pasarelas del gran lujo.
«El ADN de la marca se basa en la atemporalidad, la calidad, la frescura y la calidez. La atemporalidad es el estilo por encima de las modas. La frescura es la contrapartida a eso: ser relevante y moderno. La calidad no está solo en las prendas, sino también en la producción. La calidez es sobre ser genuinos y personales», contó al BoF la directora creativa de Arket, Ulrika Bernhardtz.
Sustituya esa «atemporalidad» por la cada vez mayor búsqueda de básicos que sobrevivan al otoño de los lunares o el verano de las camisas hawaianas. Los grandes grupos del low cost son cada vez más conscientes de que existe un procentaje poblacional que huye despavorido ante la invasión de imitaciones de las botas de Balenciaga o los estampados esotéricos a lo Dior. Una sociedad que prefiere tener un armario con prendas versátiles, duraderas y funcionales, no por ello exentas de estilo.
El minimalismo es mucho más que una realidad nicho en la moda. Si el lookbook desvelado hasta ahora de Arket se caracteriza por prendas sin estampados y un corte estructurado (sin el característico sello de diseño nórdico que si tiene Cos), sirva también como ejemplo la expectación que ha generado durante años el desembarco de Uniqlo en España, celebrado en la redes con una devoción nunca vista, o el crecimiento a pasos agigantados de firmas como la estadounidense Everlane, que acumula listas de esperas de miles de compradores cada vez que anuncia el lanzamiento de unas sandalias de piel o uno simples pantalones negros.
En esta firma de San Francisco, cada vez que lanza una camiseta de algodón es como si se anunciase un nuevo modelo de iPhone. Cotizada en unos 250 millones de dólares, su lema es Modern Basics. Radical Transparency (básicos modernos, transparencia radical) porque presume de lo que muchas otras firmas son incapaz de hacer: de contar detalladamente a sus consumidores todo el proceso de producción. En Everlane se sabe de dónde salen los materiales, cómo y dónde se fabrican y cómo se transportan hasta las tiendas.
Y no solo hay grandes grupos, en Kickstarter cada vez son más exitosos los proyectos de pequeñas marcas con voluntad de fabricar básicos monocromo pero con calidad y las revistas de tendencias no pierden el ojo a las nuevas pequeñas firmas minimalistas. The Undone fabrica únicamente prendas en blanco, negro o gris (su lema es para «minimalistas sin esfuerzo») y el New York Times se rinde ante los tonos neutros de Khaite.
La diseñadora Eileen Fisher ha popularizado un método (The system, el sistema) que asegura que solo 8 prendas básicas bastarían para sobrevivir a diario. Lo ha hecho a través de su marca y presume de que con cuatro pantalones negros de diferentes siluetas, un vestido de viscosa y una blusa de lino y dos de seda –siempre blancas–, se puede sobrevivir sin la sensación de ‘no tener ropa’. Una redactora de Man Repeller lo probó y vistió durante dos meses con esas 8 prendas. «Fue fantástico», dijo. Prepáranse, los minimalistas prometen ser legión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.