Pixel Buds: un asistente en tus oídos

¿Es posible interactuar con el móvil sin sacarlo para nada del bolsillo? Con los Pixel Buds, el asistente de Google llega directamente a tus oídos y se está un poco más cerca de conseguirlo. Con solo unos toques en estos auriculares inalámbricos o con pedirlo directamente con la voz, es posible hacer llamadas, reproducir canciones, leer notificaciones y contestar mensajes de WhatsApp.

Vincular los auriculares es muy sencillo. Solo hay que abrir el estuche, activar el Bluetooth del smartphone y pulsar una notificación que salta automáticamente en la pantalla. Los Pixel Buds son discretos y bastante cómodos. Vienen con tres almohadillas de diferentes tamaños para que cada usuario escoja cuáles le encajan mejor. Google asegura haber analizado miles de oídos para evitar que los auriculares se caigan al ponerse un sombrero, quitarse la chaqueta o llevar pendientes. Los auriculares tienen un pequeño arco de silicona pensado para impedir que se muevan, pero que puede resultar un poco molesto tras llevarlos puestos varias horas seguidas.

Los Pixel Buds, que cuestan 199 euros y son resistentes al agua y al sudor, ofrecen un sonido de alta calidad. Detectan cuándo los tienes puestos y en qué momento te los quitas. Al hacerlo, el audio se para automáticamente y al volver a ponértelos, vuelve a retomarlo por donde lo habías dejado. Se echa en falta que incluyan la cancelación de ruido. Al portarlos, se escucha ligeramente el sonido ambiental, por lo que es posible ser consciente de lo que ocurre a tu alrededor pero imposible conseguir una experiencia totalmente envolvente.

Además, cuenta con una función de sonido adaptable que ajusta el volumen si detecta que el entorno cambia de silencioso a ruidoso o viceversa para evitar tener que estar subiéndolo y bajándolo constantemente. Esta opción, que se activa desde la aplicación Pixel Buds y solo funciona cuando el ruido de fondo es continuado, puede ser especialmente útil al usar transporte público.

Los auriculares tienen dos micrófonos diseñados para reducir el ruido de fondo y captar la voz con claridad. También cuentan con un acelerómetro de voz que detecta las vibraciones de la mandíbula para saber cuándo estás hablando. El objetivo es que las llamadas tengan un sonido nítido incluso en entornos ruidosos o con viento. Por ejemplo, al correr o al montar en bicicleta.

La captación de sonido también es especialmente importante de cara a interactuar con el asistente de Google. Para hacerlo, basta con invocarlo con un “Ok, Google” o dejar pulsado uno de los auriculares y, tras escuchar un pitido, pedir una orden o lanzar una pregunta. “Inicia una videollamada con mamá en Skype” o “¿qué hay mañana en mi agenda?” son solo algunas de las preguntas a las que el asistente da respuesta.

Mensajes al dictado

También avisa de las notificaciones. Lee los emails que llegan al teléfono o los textos de WhatsApp. No reproduce las grabaciones que otro usuario envía, pero sí describe cada emoticono: desde el de las “lágrimas de felicidad” al de la “cara pensativa” pasando por la “cara de empollón”. Menciona primero los mensajes más recientes e indica quién los envía. “¿Quieres responder?”, pregunta acto seguido. Si la respuesta es sí, es posible grabar un mensaje con la voz. Los Pixel Buds repiten lo que han entendido para que el usuario dé su beneplácito antes de enviarlo.

Además de leer mensajes, el asistente también informa del tiempo o de los eventos del calendario y pone música en Spotify. El asistente comprende la mayoría de las solicitudes del usuario, pero se echa de menos un poco de fluidez. Su punto débil es el dictado de direcciones de correo electrónico. Tampoco acierta del todo al pedirle que envíe un WhatsApp a algún contacto en concreto.

Al igual que auriculares como los LG Tone Free, los AirPods o los Galaxy Buds +, los Pixel Buds cuentan con controles táctiles que funcionan adecuadamente. Con un toque se reproduce o pausa un audio o se responde una llamada. Con dos, pasa de canción o se cuelga. Con tres, va a la pista anterior. Una de las funciones destacables de estos auriculares es que permiten subir y bajar el volumen con solo deslizar un dedo hacia adelante o hacia atrás por su superficie táctil.

Tanto los gestos como la voz transportan al usuario a un escenario en el que casi se olvidan de su móvil. O al menos de sacarlo del bolsillo.