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Este explorador de túneles no te necesita para hacer su trabajo

Tunnel Curiosity es un vehículo no tripulado totalmente autónomo para inspeccionar túneles ferroviarios desarrollado por un consorcio de empresas y centros de investigación

Getty Images

Los 884 kilómetros de túneles que forman parte de la Red Ferroviaria de Interés General no se van a inspeccionar solos. Por ahora. La necesidad de contar con equipos humanos trasladando, montando y operando maquinarias de inspección para estas cavidades podría estar a punto de desaparecer.

A nuestros 1.648 túneles ferroviarios les ha salido un habitante que no necesita personas al volante: Tunnel Curiosity.

Este proyecto empezó en 2015 como respuesta a la necesidad de mejorar la velocidad, precisión y eficiencia de las inspecciones. Se trata de un proyecto coral en el que ha colaborado un consorcio integrado por representantes del mundo empresarial y organismo de investigación. Desde el lado industrial han participado Alstom, Vías y construcciones, Ferrovial Agroman, Adif, Ingeniería Insitu y Tinámica. Desde el otro, han tomado parte CEIT-IK4, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Vigo.

Después de casi cuatro años de trabajo, el vehículo resultante se encuentra en fase precomercial, confirman fuentes del consorcio. Su funcionamiento ya se ha validado en entornos reales. "Ya se han recibido propuestas para desarrollar labores de inspección en algunos túneles de la red ferroviaria española y confiamos en realizar próximamente inspecciones en otros países", señalan.

El objetivo fundamental de Tunnel Curiosity es optimizar el mantenimiento de túneles ferroviarios y su consecuente seguridad. Para esto, hace un reconocimiento completo del conducto que incluye la inspección de todo menos la catenaria: estructura, elementos electromecánicos, sistemas de extinción de incendios, iluminación...

Para hacer posible estos trabajos, se combinan GPS, cámaras térmicas, cámaras 360º, láseres con tecnología Lidar y sensores para la inspección de la vía que trabajan simultáneamente para recopilar datos que posteriormente analizará un sistema de inteligencia artificial especializado registrar tendencias y captar anomalías. ¿Resultado? Se reduce el tiempo de inspección, se agiliza la toma de decisiones, el mantenimiento correctivo pasa a ser menos necesario gracias a la mejor aplicación de medidas preventivas y mejoran la seguridad y fiabilidad de la infraestructura.

"La solución supone un importante hito tecnológico para el sector ferroviario a nivel mundial, puesto que a día de hoy no existe otro sistema capaz de inspeccionar, con un solo equipo y de forma automatizada, la mayor parte de las exigencias de datos para inspección de las diferentes normativas internacionales", explican desde el consorcio.

Las herramientas actuales no solo dependen del factor humano, sino que ralentizan el proceso de tratamiento de la información recopilada y el diagnóstico de problemas. La promesa de este vehículo es reducir el mantenimiento correctivo en un 15%, acortar el tiempo de inspección en un 80% y lograr un descenso del 35% en el tiempo necesario para tomar decisiones.

Además, los avances cosechados en el desarrollo de Tunnel Curiosity no acaban en la inspección de vías. El mismo concepto podría extrapolarse a otros elementos de la red ferroviaria -catenaria, equipos de señalización, viaductos...- e incluso a través de vías de tráfico no guiado.

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