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¿Qué pinta un filósofo en Google?

¿Ciencias o letras? Ambas. Las empresas tecnológicas crean equipos multidisciplinares con presencia de perfiles humanistas

Edmon de Haro

Un coche autónomo va a tener un accidente y debe decidir si estrellar a sus pasajeros contra un árbol o atropellar a los peatones que cruzan la calle. Para enseñar al automóvil a tomar estas decisiones morales, hay filósofos que trabajan con los desarrolladores que diseñan la inteligencia de los vehículos. La transformación que vivimos nos lleva a pensar que las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son el futuro pero, si lo analizamos, entenderemos que ese filósofo es imprescindible para enseñar a las máquinas a tomar decisiones. Es solo un ejemplo de las funciones que desempeñan los profesionales de humanidades en las empresas de tecnología.

Las compañías que desarrollan inteligencia artificial necesitan sociólogos y filósofos que les ayuden a entender lo que implica que convivamos con máquinas inteligentes. Dentro de poco estos protocolos éticos serán indispensables. Las empresas que trabajan en realidad virtual necesitan a historiadores o arqueólogos si quieren representar un entorno de la Edad Media o del Jurásico. Los sociólogos son clave para analizar la repercusión de la tecnología en los usuarios y los psicólogos ayudan, por ejemplo, a diseñar herramientas de prevención de suicidios para redes sociales.

Muchos profesionales de humanidades ya engrosan las filas de tecnológicas como Facebook, Samsung, Google y Microsoft. “Necesitamos un equipo que incluya a trabajadores con diferentes capacidades y conocimientos, no solo tecnológicos, también especialistas en filosofía o arte, capaces de ir más allá en aspectos como el análisis de cuestiones éticas relacionadas con el uso de la IA”, explica Luisa Izquierdo, directora de recursos humanos de Microsoft Ibérica. En esta empresa hay lingüistas, sociólogos y guionistas trabajando en el desarrollo de Cortana, su asistente virtual. “Cortana es distinta dependiendo del país. No tiene el mismo sentido del humor, por ejemplo, en España que en Reino Unido o China”, explica Izquierdo.

De esto sabe Google, que incluye a estos perfiles en la toma de decisiones. Utiliza el análisis de datos como base para decidir pero incluye a profesionales de humanidades para que las resoluciones sean lo más robustas posibles. “Por un lado, tenemos a un grupo de expertos en ciencia de datos, matemáticos e investigadores de mercado. Por otro, a gente de sociología y humanidades. El trabajo común hace que el resultado tenga lo más empírico del dato y lo más racional de los trabajadores”, explica Javier Martín, director de RR HH de Google España.

Sin embargo, esta empresa tecnológica reconoce que en España la tendencia solo está empezando. Por el momento, una universidad pública ha apostado por la colaboración de gente de letras y de ciencias: la UNED creó en 2014 el Laboratorio de Innovación de Humanidades Digitales. Allí, grupos de filólogos e ingenieros forman equipos multidisciplinares para desarrollar productos. “Los perfiles de humanidades aparecen en esta ecuación. El contenido y el conocimiento que hay que darle a estos productos está en esas disciplinas”, explica Salvador Ros, miembro del laboratorio.

En el laboratorio enseñan a las máquinas a entenderte cuando les hablas. Ros indica que la tecnología es una herramienta que necesita el conocimiento de los filólogos para sacar adelante los productos. “Es una simbiosis. Los ingenieros nos encargamos de las infraestructuras y los algoritmos. La gente de humanidades nos dice qué buscar, qué preguntas resolver y cómo interpretar la información”, explica Ros. “Yo leo los datos y veo números y vectores; necesito a un lingüista que los interprete”.

Los humanistas añaden la sensibilidad artística al diseño digital; la observación antropológica a la adopción de nuevas tecnologías o la lógica y empatía humanas a la interacción con los robots. “El mundo ya no es de ciencias o letras, en la conjunción está la clave del éxito. Las empresas que sepan incorporar este mix de capacidades y sensibilidades estarán mejor capacitadas para ganar la carrera digital”, señala Luis Díaz, director de talento y organización en Accenture España.

“Estamos asistiendo a una incipiente, pero más que justa (y necesaria), reivindicación de las humanidades en la economía digital, que tiene su exponente más visible en las empresas tecnológicas de primer nivel con un CEO ‘de letras”. Díaz se refiere a Peter Thiel, fundador de Paypal, que es filósofo; o Frederic Mazzella, de BlaBlaCar, que es músico. Los expertos señalan que las carreras de humanidades estimulan el razonamiento abstracto, permiten pensar con profundidad y hacer que sus profesionales sean más abiertos de mente, con razonamiento lógico y capacidad de innovación. Cualidades necesarias en cualquier líder digital.

Una variable de esta situación son los new collar jobs, trabajos en los que se tiene en cuenta las habilidades más allá de la formación. En el programa desarrollado por IBM, que estimula la nueva formación de estos profesionales, se encuentran novelistas que trabajan de programadoras y crean a mitad de camino entre el arte y el código; o a profesores de instituto que se pasaron a la ciberseguridad. Esta es una de las claves que otros expertos defienden como el futuro de los trabajos.

Javier Ordóñez, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, asegura que el futuro será de la gente con formación flexible. La Universidad tendrá que cambiar, evitar ser una “máquina expendedora de personas especializadas, y crear plataformas en las que las personas puedan reciclarse en profesiones punteras”. Aboga por que los profesionales sean versátiles en lugar de estar especializados: los robots que lleguen ya serán los mejores en hacer lo que hagan

+ Saber más...

  • Cursos y talleres

TICs para humanidades. Pensado para descubrir qué son las Humanidades Digitales y para aprender a dar respuesta, a través de la tecnología, a las necesidades que demanda el campo humanístico. Es un curso online ofrecido por EcoLearning.

Aplicaciones móviles para humanidades. Destinado a profesionales de humanidades que quieran aprender a crear apps y experiencias de realidad virtual y aumentada aplicadas a su campo de trabajo. Lo ofrece la Fundación UNED.

  • Aplicaciones

Empresa&Humanidades. Creada por la asociación del mismo nombre, sigue una filosofía basada en "familiarizar a los empresarios con los valores humanos" y propone jornadas sobre activos humanos: gestión e innovación, inteligencia empresarial o creatividad y negocio.

  • Caso de éxito

Susan Wojcicki, directora ejecutiva de YouTube. Estudió Historia y Literatura pero su interés por Internet y la tecnología la llevó a ser la primera mujer contratada por Google. En 2016 ocupó el puesto ocho de las 100 mujeres más poderosas del mundo, según Forbes.

  • Vídeo

To Create for the Ages, Let's Combine Arts and Engineering. Cuando Bran Ferren, hijo del pintor abstracto John Ferren, tenía nueve años, sus padres lo llevaron a visitar el Panteón en Roma: ese viaje marcó el curso de su vida. Allí entendió cómo las herramientas de la ciencia y la ingeniería son más poderosas cuando se combinan con el arte.

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