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Una inteligencia artificial que escribe historias de terror

Los algoritmos de Shelley escriben relatos que dan miedo. También crean narraciones colaborativas con los usuarios de Twitter. Manuel Bartual ya se ha subido al carro

MIT

Cientos de miles de personas (que se dice pronto) siguieron este verano en Twitter el misterioso hilo iniciado por el dibujante y editor Manuel Bartual. Todo comenzó con un intrigante tuit durante sus vacaciones, que iniciaba una historia que por verosímil muchos dieron por cierta y se viralizó. Pero, ¿fue realmente Bartual quien la escribió? ¿Y si lo hubiera hecho uno de esos bots que circulan por la red social?

Las preguntas son retóricas pero no disparatadas. De hecho, ya existe una inteligencia artificial (IA) que escribe tuits como los de Bartual (salvando las distancias). Se llama Shelley -como el apellido de la creadora de Frankenstein, Mary Shelley- y ha venido al mundo para celebrar Halloween con sus historias terroríficas. El español Manuel Cebrián y sus compañeros Pinar Yanardag e Iyad Rahwan del grupo Cooperación escalable del laboratorio Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) son los responsables de su creación.

“Shelley es la primera inteligencia artificial que puede escribir relatos de terror de forma colaborativa con humanos”, afirma Cebrián en conversación con EL PAÍS RETINA. Se trata de una tecnología basada en el aprendizaje profundo (deep learning), que es la habilidad de la IA de aprender por sí misma, imitando el funcionamiento del cerebro humano y sus interconexiones de redes neuronales. El propósito de los investigadores con esta iniciativa tan halloweeniana es ilustrar la capacidad de esta tecnología de inducir emociones -en este caso, terror- que es lo que estudian en su grupo en el Media Lab.

La pregunta es: ¿cómo hacer que un algoritmo escriba historias de terror? Pues como en el deporte, entrenándolo con una rutina diaria no de running o de pesas sino de lectura, análisis y procesamiento de ingentes cantidades de datos. “Revisamos clásicos de autores como Edgar Alan Poe o más modernos como Stephen King y toda la literatura de terror disponible online libre de derechos”, comenta Cebrián. Como eso no era suficiente para hacer crecer el músculo creativo de Shelley, le añadieron una colección de 150.000 historias diferentes que encontraron en el canal Nosleep del agregador de noticias Reddit.

Con toda esa información, Shelley tenía material suficiente para detectar patrones narrativos en las historias y, por fin, escribir las suyas propias. El volumen supera el centenar por hora. Eso sí, con una extensión limitada: no más allá a cuatro o cinco párrafos. Tras esta fase de tonificación, Shelley se sometió a una nueva etapa de entrenamiento para validar y refinar su masa narrativa. Los investigadores buscaron entrenadores en el mercado web de trabajadores Mechanical Turk, que se encargaron de revisar si su desarrollo avanzaba adecuadamente.

Ahora Shelley ya está en forma y preparada para su siguiente fase, que se ejercita en Twitter. Con la ayuda de todos los usuarios, busca aprender y perfeccionar su inteligencia para ser una escritora de altura" (que igual herimos susceptibilidades con eso de estar a la altura de los mejores. Con una frecuencia variable de aproximadamente una hora, lanza un tuit o un breve hilo con el que inicia una nueva historia lista para ser continuada por cualquier persona. Solo hay que contestar a aquel de sus tuits que termine con la etiqueta #yourturn (tu turno) y seguir unas sencillas normas:

Eso sí, Shelley no responde siempre. Lo hace de forma selectiva, solo a las mejores historias. ¿Cómo las selecciona? “A Shelley le interesan los tuits con más probabilidad de crear hilos largos”, señala Cebrián. Ahí está el secreto de la fórmula. Importa el contenido del tuit y si a otras personas les ha gustado (mediante me gusta y retuits). El sistema también está diseñado para evitar, por ejemplo, que Shelley responda a mensajes incoherentes, racistas, pornográficos, etc.

Cebrián cree que la interacción de Shelley en Twitter le ayudará a dar profundidad a sus textos. “Por el momento, se queda un poco en la parte superficial: puede describir muy bien una persecución de un monstruo pero no se le da muy bien crear suspense, seguir la trama y proponer una revelación”, explica el científico. Ese tipo de giros son lo que peor hace Shelley. Los investigadores esperan que mejore con la colaboración de los usuarios que continúan sus historias.

Entre dichos usuarios está ya Manuel Bartual, que al saber de la existencia de Shelley no ha dudado en ponerse a escribir con ella:

“Es genial que Shelley pueda crear historias a partir de cualquier hilo que se genere partiendo de los planteamientos que propone”, responde Bartual a EL PAÍS RETINA. “Con decirme que puedo interactuar con una IA para crear historias, me tienes comprado”. El dibujante reconoce que está encantado con todo lo que sea innovar y experimentar con la narración, “y más si es en en internet”.

Bartual añade que le ha sorprendido que Shelley ya le ha respondido y ha planteado “un giro interesnte”. “Quiero continuar con esta historia mientras dé juego para ver hasta dónde llega”, asegura. ¿Teme que una IA como Shelley pueda hacer su trabajo en futuro no muy lejano? “Prefiero pensar que humanos y máquinas colaboraremos, más que en que nos reemplacen, aunque no descartaría nada”, asegura.

Casualmente, Bartual ha dibujado recientemente una tira cómica para la revista satírica Orgullo y Satisfacción donde trata el tema de la automatización del trabajo en general, y en el ámbito de la escritura en particular. Lo ha hecho en el marco de la serie Bienvenidos al futuro, ambientada en una imaginaria España en 2100. En una de las viñetas, un joven comenta a sus padres que de mayor quiere ser escritor y estos responden que dicho trabajo ha dejado de existir porque los robots han escrito ya todos los libros posibles:

Manuel Bartual

Shelley no es el primer proyecto de Cebrián que trata de usar la inteligencia artificial para despertar emociones (terror) mediante la creatividad. Ya lo hizo hace un año, también por Halloween, con su máquina de pesadillas Nightmare Machine. En este caso, la tecnología crea imágenes terroríficas a partir de caras de personas, monumentos, casas embrujadas…

Tras analizar el impacto de miles de caras generadas por Nightmare Machine en los usuarios, los investigadores han obtenido una lista de aquellas que dan más miedo, que son las más votadas por dos millones de personas. “Hicimos con ellas un experimento para medir niveles afectivos y ansiedad y comprobamos que las 10 que más asustaban resultaron ser aquellas que más ansiedad causaron en un test psicométrico”, explica Cebrián. Ahora planean realizar análisis culturales de terror, teniendo en cuenta la información de los votantes, para saber qué asusta más a quién según su procedencia, edad y obtener de ahí un patrón extrapolable.

Comparada con Nightmare Machine, Cebrián segura que lo que es capaz de hacer Shelley “es muchísimo más potente”, precisamente porque es colaborativa. “Mi tema central de investigación no es asustar a la gente o hacer chorradas para celebrar Halloween, es cómo usar la tecnología disponible para hacer que se generen cadenas humanas utilizando todo tipo de recursos e incentivos, ya sean económicos, narrativos, etc.”, afirma el científico. “La IA es es solo una herramienta”, añade.

Virando hacia el extremo nerd y friki de la combinación entre inteligencia artificial y Halloween se encuentran otras dos propuestas:

La primera es la de Janelle Shane, una científica de Colorado (Estados Unidos) que ha creado una IA que diseña disfraces de Halloween, pensada para dar ideas a los indecisos. En su blog Rarezas de la IA, Shane explica que quería probar si podía aplicar su trabajo de entrenamiento algoritmos de aprendizaje profundo (el deep learning del que hablábamos antes) para ayudar a inventar disfraces de Halloween. Como no encontraba un conjunto de datos lo suficientemente grande, solicitó a los lectores que enumerasen los trajes más increíbles que hubieran visto para la ocasión, y recibió más de 4.500 respuestas. El resultado de combinar esto con la IA dio lugar a propuestas como un pájaro científico, un diablo marciano, un tiburón princesa o un bombero pirata.

Imágen del blog de Janelle Shane
Imágen del blog de Janelle ShaneAI Weirdness

Por otra parte está el último invento del tecnólogo creativo Matt Reed, muy popular en Twitter. Su creación no es otra cosa que un sistema de IA "para probar de una vez por todas si los fantasmas existen o no", según él mismo asegura en un artículo publicado recientemente en su espacio en Redpepper. El artilugio es un sistema que trata de detectar psicofonías y actividad paranormal mediante tecnologías avanzadas -dice- de IA aplicada al discurso, combinadas con herramientas de aprendizaje automático (machine learning) y respaldadas por una red neuronal de aprendizaje profundo (deep learning).

El sistema se llama DeepWhisper (susurro profundo) y canaliza el flujo del micrófono en tiempo real a la red neuronal Speech de Google, que puede detectar más de 110 idiomas. Desde ayer y hasta esta noche, se pueden escuchar los resultados en directo a través de su canal de Youtube. “Ya sea una persona viva hablando por el micrófono o una entidad no viva manipulando electromagnéticamente, la red intentará decodificarlo en texto legible”, explica Reed. Su próximo paso tal vez sea llevarlo a Cuarto Milenio.

Halloween aterroriza en redes

También las redes sociales celebran la noche de los muertos. Cualquier cosa con tal de ganar usuarios, o de captar la atención de los que ya tienen.

- Instagram lanza un efecto de cámara llamado 'superzoom' que, al tiempo que grabas, hace un zoom repentino en tu cara y pone música de suspense de fondo. También añade filtros faciales y pegatinas inspiradas en Halloween.

- Snapchat ha llegado un acuerdo con el videojuego móvil Bubble Witch 3 Saga para integrar contenido exclusivo por Halloween. También se ha lanzado a vender un disfraz para Halloween -inspirado en uno de sus filtros, llamado 'Dancing hotdog' (perrito caliente bailongo)- que ya está agotado en Amazon.

- Facebook ha añadido filtros, fondos, gifs animados, efectos de cámara y demás propuestas interactivas.

- Twitter apuesta por el emoji fantasmagórico con la etiqueta #Halloween

- Y Google ya tiene su doodle en forma de vídeo conmemorativo de Halloween.

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