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Unos atracadores roban a punta de pistola una perra de asistencia a discapacitados

'Pocahontas', una labradora, iba a ser entregada este miércoles a su futura ama, una joven de 15 años con discapacidad

'Pocahontas', la perra de ayuda robada.
'Pocahontas', la perra de ayuda robada.Fundación Bocalán

Nada hacía temer a Alfonso García Cabrera, un adiestrador de perros, que el lunes pasado iba a sufrir un atraco a mano armada en el que le quitarían a Pocahontas, una labradora retriever de dos años. Faltaban solo dos días para que la entregara para que ayudara en su movilidad a Clara Carpintero, una adolescente de 15 años que está en silla de ruedas.

El adiestrador caminaba a primera hora por una zona con poco tráfico cerca del paseo del Deleite de Aranjuez (Madrid), un lugar bien conocido por él porque sus calles anchas y el número de cruces son perfectos para el entrenamiento de un perro de ayuda a discapacitados. En torno a las 11 de la mañana, adiestrador y animal esperaban en la acera a que pasara una furgoneta que se aproximaba, para poder cruzar la calle. Pero el ejercicio, habitual para que los canes conozcan la señalización vial, no se resolvió como se esperaba: en lugar de pasar de largo el vehículo, una vieja Renault Exprés blanca, se detuvo junto a ellos.

"Se bajaron dos individuos de la furgoneta y me preguntaron si tenía dinero; yo les dije que estaba adiestrando a la perra y que no llevaba nada", relata al teléfono Alfonso García con voz trémula. En ese momento, otros dos hombres salieron de la parte trasera del vehículo. Uno de ellos, pistola en mano. "Me quedé petrificado. Lo único que dije en ese momento es que sí llevaba dinero en la cartera, guardada en el pecho", detalla el adiestrador. No bastó con que se la entregara: "Me dijeron que también se llevaban la perra y dieron un tirón de la correa. La cogieron en brazos, la metieron en la furgoneta y se fueron".

Sin móvil a mano, el entrenador canino se acercó a un bar desde donde llamó a la Fundación Bocalán, para la que trabaja, para que fueran preparando la documentación del animal. Luego, presentó una denuncia en la comisaría de Policía de la localidad madrileña. El adiestrador, que cuenta con 11 años de experiencia en el trabajo con perros, asegura que jamás había vivido una experiencia similar.

El robo de Pocahontas no solo ha afectado al adiestrador, sino también a la familia que iba a acoger el animal, que reside en Estepona (Málaga). Este miércoles, los futuros dueños de la perra tenían previsto desplazarse a Aranjuez para convivir con el animal durante cinco días antes de llevárselo a su lugar de residencia. Ese tiempo se conoce técnicamente como "acomplamiento" y sirve al animal para acostumbrarse a sus amos.

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El coste de la pérdida es sobre todo "emocional", afirma el adiestrador, que en la actualidad entrena a otros dos animales, aunque también económico. "Buscamos que la familia no tenga que pagar nada y el adiestramiento se financia por otras fuentes", afirma. En el caso de Pocahontas, el dinero ha venido de rifas organizadas por una empresaria amiga de la joven discapacitada.

"Nuestra hija ya iba contando los días", ha señalado el padre de la joven discapacitada a preguntas de La Sexta. Pocahontas estaba a punto de terminar sus ocho meses de entrenamiento.  "Me daría más independencia, [con ella] podría salir por ahí", se ha lamentado ella, en declaraciones a la misma cadena de televisión.

La fundación que ha adiestrado a Pocahontas, que además de educar y adiestrar perros imparte formación para entrenadores, ha distribuido carteles con la foto de la perra por Aranjuez y ha avisado a los centros veterinarios de la zona para que estén alerta. El animal, con pelo negro, destaca porque es de mayor tamaño que el habitual de su sexo y su raza. Está castrada y por eso tiene una cicatriz en el abdomen. Bocalán ofrece una recompensa de 800 euros a quien encuentre el animal, que porta un chip identificativo. 

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