El juez amplía a tres días las salidas de prisión de Urdangarin para hacer voluntariado
La cárcel de Brieva considera que los permisos están teniendo un efecto positivo en el esposo de la infanta Cristina
El juez de Vigilancia Penitenciaria 1 de Valladolid, Florencio de Marcos, amplió este martes de dos a tres las salidas semanales de prisión que Iñaki Urdangarin viene disfrutando desde septiembre para hacer labores de voluntariado en el Hogar Don Orione de atención a personas con discapacidad intelectual de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
En su auto, el magistrado considera que el esposo de la infanta Cristina y cuñado de Felipe VI ha hecho hasta ahora un “buen aprovechamiento” de estas salidas a la vista tanto del informe remitido por la propia ONG como del redactado por la educadora de la cárcel de Brieva (Ávila), una prisión de mujeres en el que es el único recluso en el módulo de hombres. La Fiscalía, que se había opuesto a esta ampliación, puede recurrir la decisión del juez.
En su informe, la educadora penitenciaria destaca que estas salidas —de un máximo de ocho horas cada día— “están siendo positivas ya que están paliando en gran parte la situación de aislamiento social en la que se encuentra el interno”, además de calificarlas “beneficiosas para su propio desarrollo personal”. Por su parte, el centro Don Orione ha calificado de manera muy positiva la actividad de Urdangarin, según recoge el magistrado en el auto. De doce apartados que recoge el informe de la ONG, el exduque de Palma ha sido valorado con un 10, la nota máxima, en una decena de ellos, mientras que en los otros dos obtiene un nueve. La junta de tratamiento de la cárcel será la que ahora determine qué días sale. Hasta ahora lo hace martes y jueves.
“Baja peligrosidad”
Urdangarin cumple desde junio de 2018 la condena de cinco años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo por corrupción en el caso Nóos. Estas salidas del cuñado del Rey de prisión se realizan al amparo del artículo 117 del Reglamento Penitenciario, que permite a los reclusos en segundo grado con “baja peligrosidad social” acudir “regularmente a una institución exterior para la realización de un programa concreto de atención especializada, siempre que este sea necesario para su tratamiento y reinserción social” y que no se adviertan riesgos de quebrantamiento de condena.
Además, Urdangarin disfrutó durante las pasadas Navidades de un permiso de cuatro días tras alcanzar a finales de noviembre el requisito de tener cumplido un cuarto de condena.
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