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Álvarez de Toledo revienta la estrategia centrista del PP

Los populares ceden un senador para que Ciudadanos tenga grupo propio en el Senado

Natalia Junquera
Pablo Casado, junto a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, este martes, en la entrega anual de premios de la Fundación.
Pablo Casado, junto a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, este martes, en la entrega anual de premios de la Fundación. Luca Piergiovanni (EFE)

Como vienen avisando barones del PP, el discurso de su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, aleja al partido de Pablo Casado de la imagen de moderación que pretendía transmitir tras el batacazo del 28-A. La diputada por Barcelona aseguró que el momento político es “más difícil” que cuando ETA mataba, obligando a dirigentes populares a responder preguntas sobre ella y a tratar de matizar sus palabras. La polémica vuelve a contraprogramar la agenda del PP, centrado en denunciar una supuesta “subasta de España” entre el PSOE y ERC.

Tras la reunión en Barcelona entre ERC y el PSOE, el objetivo del PP era denunciar este martes la supuesta “batería de cesiones” de Pedro Sánchez al independentismo, presentar las negociaciones para la investidura como una “subasta de España” y subrayar su papel de garante de la unidad y de la defensa de la Constitución. Pero las palabras de Cayetana Álvarez de Toledo asegurando que la situación política es más difícil que cuando ETA mataba volvieron a contraprogramar la agenda del partido. Hace unos meses eran declaraciones de su líder las que generaban malestar en los barones del PP por desviar la atención sobre sus prioridades: por ejemplo, cuando Casado dedicaba una batería de insultos a Sánchez a propósito del relator con Cataluña o cuando le acusaba de preferir “a los que tienen las manos manchadas de sangre” sepultando 500 folios de propuestas el día de la presentación del programa electoral. Ese papel de contraprogramación lo ocupa ahora Álvarez de Toledo, como temían los barones que desaconsejaron su elección como portavoz en el Congreso al entender que les alejaba de la moderación.

“Cuando ETA mataba era un momento terrible desde el punto de vista humano. Era un desafío brutal. Pero el momento político actual es más difícil porque antes estábamos juntos PP y PSOE en el mismo bloque. Pero se han salido y eso nos debilita”. Estas son las declaraciones de Álvarez de Toledo en El Correo Vasco que dirigentes del PP intentan reinterpretar o matizar desde el lunes, pese a que ella no lo ha hecho. “Lo que dijo es que no es positivo para la sociedad española que el PSOE se haya alejado del constitucionalismo porque prefiere negociar en la penumbra con quienes quieren acabar con España. El PP siempre va a estar con las víctimas del terrorismo”, declaró, por ejemplo, Pablo Montesinos, vicesecretario de comunicación, en una rueda de prensa en la que seis de las ocho preguntas de los periodistas trataron de aclarar si la dirección del PP comparte el análisis de su portavoz.

“Desde luego los tiempos de ETA fueron muy difíciles, asesinaron a más de 900 personas y son tiempos difícilmente superables, pero ahora Sánchez quiere pactar con los herederos de los que asesinaron y con los que dieron un golpe de Estado”, declaró el alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez Almeida. El regidor añadió que “los medios son diferentes”, pero ETA y ERC comparten el mismo fin. La cúpula del PP no se desmarcó de esa comparación.

Un senador para Cs

Las declaraciones de Álvarez de Toledo provocaron la indignación de Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, concejal del PP asesinado por la banda terrorista en 1995. “¿Dónde estabas tú cuando ETA nos mataba?”, le preguntó a través de las redes sociales. Ordóñez ya criticó con dureza a Casado en febrero cuando le acusó de utilizar a las víctimas para hacer campaña al comparar la agenda del independentismo con la de ETA. En medio de la polémica, Casado asistió el martes a la entrega de premios de la Fundación Víctimas del Terrorismo.

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Pese al malestar de los barones por la elección de Álvarez de Toledo como portavoz la pasada legislatura y por la dureza de sus declaraciones, Casado no tiene previsto hacer cambios en la portavocía del grupo parlamentario.

El PP acordó el martes en su comité de dirección, a propuesta de Javier Maroto, portavoz en el Senado, ceder uno de sus senadores a Cs para que el partido que ahora gestiona Inés Arrimadas y que se estrelló en las urnas el 10-N pueda tener grupo propio en la Cámara alta. “Nosotros no haremos lo que hizo Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña”, declaró Montesinos, refiriéndose a que Cs en su momento no hizo lo propio para evitar que el PP fuera al grupo mixto en las cortes catalanas. La cesión del senador permite ahora a Cs acceso a subvenciones.

La interlocución entre Casado y Arrimadas es “fluida”, aunque a los populares les molesta que Cs les incluya en las conversaciones con Sánchez. La dirección del PP rechaza cualquier pacto con el PSOE y se plantea incluso terceras elecciones: “Será responsabilidad de Sánchez”.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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