El PP confirma al PSOE que no permitirá un cordón sanitario contra Vox en la Mesa del Congreso
La dirección de los populares ratifica a Lastra en una reunión que no se abstendrán para favorecer la investidura de Pedro Sánchez
El PP ha confirmado este martes al PSOE que no participará en ninguna operación para aplicar un cordón sanitario contra Vox en el Congreso de los Diputados. El PSOE quería implicar al PP en esa operación, para que el partido de ultraderecha no pudiese acceder a alguno de los nueve puestos de la Mesa del Congreso, el órgano de dirección de las Cortes. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, le ha dicho no a la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en una reunión mantenida esta mañana en el Congreso, según han adelantado fuentes conocedoras de la reunión a EL PAÍS.
La dirección del PP ha aprovechado la cita con Lastra, que ha comenzado a las 12.30, para ratificar también que el partido no se abstendrá ni apoyará una votación de investidura de Pedro Sánchez pese a las llamadas a la corresponsabilidad para permitir la gobernabilidad que les han lanzado los socialistas. De prosperar la investidura, la dirección del PSOE confía en poder contar durante la legislatura con el principal partido de la oposición en asuntos de Estado.
El líder popular, Pablo Casado, está intentando implicar en sus últimos mensajes sobre la investidura a Ciudadanos, para que Pedro Sánchez les llame y opte por esa opción en vez de por la abstención de ERC y el apoyo de Unidas Podemos y otras formaciones nacionalistas y regionalistas.
La Mesa del Congreso, que decide cómo se ordenan y priorizan los debates, entre otras funciones, se compone de nueve miembros y en esta legislatura se pretende un reparto político similar a la anterior. Es decir, cinco componentes de la mayoría progresista —tres del PSOE y dos de Podemos— y cuatro para la oposición conservadora. Ese reparto de bloques es lo único que está claro hasta el momento, a una semana de que se constituyan las Cortes el próximo 3 de diciembre.
El PSOE y Podemos se han conjurado para que Vox, que obtuvo 52 de los 350 escaños del Congreso el pasado 10-N, no esté representado en la Mesa, y, si fuera posible, tampoco en la dirección de las casi 30 comisiones que funcionan en la Cámara baja, algo todavía más complejo. Pero, según fuentes socialistas inmersas en la operación, necesitan del apoyo del PP para impedir que un partido de ultraderecha acceda por primera vez al órgano de dirección de las Cortes. Vox se aseguraría la presencia en la Mesa del Congreso con 71 votos pero solo tiene 52 escaños y por lo tanto requeriría sumar 19 actas más para alcanzar esa cifra. El PP no ha aclarado si está dispuesto a prestar esos votos a Vox o se limitará a votar únicamente a sus candidatos.
En el artículo 37 del Reglamento del Congreso se explica que para la elección del presidente de la Cámara se requiere obtener la mayoría absoluta, pero para elegir a los cuatro vicepresidentes y a los cuatro secretarios, que se votan simultáneamente y con un solo nombre en cada papeleta, es necesario obtener solo el mayor número de votos.
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