Aurora Nacarino-Brabo: “Es imposible estrechar la mano dos veces del mismo señor Sánchez”
Para la cabeza de lista de Ciudadanos por Burgos "el sectarismo es la enfermedad de la política española"
Aurora Nacarino-Brabo (Madrid, 32 años) es la cabeza de lista de Ciudadanos en Burgos, donde el partido de Albert Rivera obtuvo un 20% de los votos (la media nacional fue del 16%).
Pregunta. Cuando muchos candidatos cuentan que son de determinado partido alegan raíces familiares. ¿Qué hacen ustedes, los de la nueva política?
Respuesta. Yo vengo de una familia de centro izquierda en la que la política siempre ha estado muy presente. Mis padres habían militado en el PSOE ya en la clandestinidad. Pero pertenezco a una generación que salió al mercado laboral en lo más duro de la crisis, y veía que el PSOE no tenía propuestas de las que reclamábamos jóvenes que nos considerábamos socialdemócratas o social-liberales, por ejemplo el contrato único. Si a eso le unes la connivencia del PSOE con el nacionalismo, algo incompatible con valores de izquierda como la solidaridad o la igualdad, y su política de regeneración, que es parecida a la del PP, pues me encuentro con un partido, Ciudadanos, que se parece mucho más al sitio en el que quiero estar.
P. ¿Son ustedes, los socialdemócratas, una especie en extinción en Ciudadanos?
R. No. Aquí hay gente muy diversa, también ideológicamente. Hay socialdemócratas más clásicos, socialdemócratas cristianos, liberales… Eso enriquece un proyecto. Compartes vivencias y opiniones con gente que no piensa como tú, y eso te aleja del sectarismo, que es la principal enfermedad que tenemos en la política española.
P. ¿No se han quedado sensiblemente cojos de la izquierda?
R. Está la estrategia del partido en cada momento y está lo normativo, y lo normativo no ha cambiado. Puedes llamar socialdemócratas a los valores del partido, aunque es una etiqueta más del siglo XX, o liberal-progresistas, aunque no veo diferencias entre ambas. Y esos valores permanecen.
P. ¿Quién perdió el debate?
R. Pedro Sánchez, sin duda. Lo vi más desencajado, haciendo muecas y sin saber defenderse de los ataques. Me pareció que había dos partidos viejos, PP y PSOE, echándose los trastos a la cabeza para ver quién lo ha hecho peor cuando ha gobernado. Y dos partidos nuevos, Vox y Podemos, peleándose por la Guerra Civil. En medio, Rivera tratando de devolver el debate al siglo XXI.
P. ¿Ya no es el Sánchez con el que llegaron a un acuerdo en 2016?
R. Esto lo explicó muy bien la vicepresidenta Carmen Calvo. Hay un Pedro Sánchez candidato que no es el mismo Pedro Sánchez presidente, y es una definición perfecta. ¿No son la misma persona? Pues no. Decía Heráclito que uno no se baña dos veces en el mismo río; yo añadiría que uno no estrecha la mano dos veces del mismo señor Sánchez. No cree en nada, solo en el poder, ni siquiera para su partido, sino para sí mismo. Su único proyecto es él.
P. Con la de folios, gráficos y recortes que lleva Rivera al atril, ¿no echó de menos uno con el que desmontase alguna mentira de Abascal?
R. Nunca sabes cuál es la mejor estrategia. ¿Es mejor hacerles caso, no hacerles caso? ¿Darles atención, no dársela? Es difícil.
P. ¿Le gusta el nuevo Casado?
R. Es curioso, ¿eh? A nosotros se nos acusa de veletas y a Casado de “nuevo Casado”. ¿Quién es Pablo Casado? ¿El que en abril competía por ser más de derechas que Santiago Abascal o el que ahora se presenta como un señor moderado y centrista? Eso despista al votante.
P. Pero le va bien en las encuestas. Y a ustedes, que han girado a la derecha, peor.
R. Bueno, nosotros no somos un partido de derechas. Las estrategias son elásticas hasta cierto punto, hay un anclaje de valores detrás. No sé si dará más o menos votos, pero del centro, de lo liberal y de lo progresista no nos vamos a mover.
P. ¿No pensó alguna vez, viendo las encuestas de estos días: “De poder estar gobernando, a esto”?
R. Nosotros, en el momento en que Pedro Sánchez se echa al monte con votos de ERC o Bildu, decimos: “Con este señor no se puede ir a ningún sitio”. ¡Si ese fue el motivo por el que le echaron de su propio partido! No es la persona indicada para defender los intereses de todos los españoles; es lo que pensábamos y es lo que pensamos.
P. Una curiosidad: ¿conoce a Lucas? [El perro que Rivera presentó como arma secreta para ganar el debate].
R. No. Yo tengo una perra que mola mucho más que Lucas. Se llama Angie. Una doberwoman que adoptamos hace casi cinco años. Y como es raza alemana, pues mira: Ángela.
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