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El PSOE busca reavivar el bipartidismo para el 10-N

Los socialistas pretenden que el enfrentamiento sea solo con el Partido Popular

Carmen Calvo e Íñigo Errejón, con Pepe Álvarez en el acto de aniversario de UGT, celebrado ayer en Madrid. En vídeo, declaraciones de Calvo.Vídeo: EFE | EP
Anabel Díez

Por los mensajes y estrategias de campaña de los partidos para las elecciones del próximo 10 de noviembre pudiera parecer que las anteriores se celebraron hace dos, tres o cuatro años. Pero apenas habrán transcurrido seis meses. Los partidos políticos en liza renovarán sus postulados, tanto sobre sí mismos como sobre sus adversarios, por los errores pasados y por las novedades y el cambio de las circunstancias actuales. Los partidos mayoritarios, PSOE y PP, apostarán por batirse entre ellos, en un remedo de los tiempos del más puro bipartidismo.

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Esa es la apuesta, según las fuentes consultadas en la dirección de la organización socialista. El PP, sin embargo, aunque se presentará como partido de gobierno, no esquivará poner en evidencia a Ciudadanos por no haber aceptado formar la coalición España Suma. Ese hubiera sido el escenario ideal para los socialistas, al presentar en bloque a las “tres derechas”. Aun así, la campaña será “izquierda contra derecha”, a la manera clásica.

La instrucción está dada en el PSOE. En la reunión de secretarios de organización de toda España que se celebró este pasado viernes en Madrid, no quedaron dudas. El PP es su adversario y a su lado situarán a Ciudadanos y a Vox, al ser los que pueden gobernar si el voto de la izquierda, y centroizquierda, se dispersa. En el diseño de la campaña socialista se presenta al partido y a su candidato, Pedro Sánchez, envuelto en la bandera “de la institucionalidad”, para no dejar lugar a dudas de que mantendrá desde la presidencia del Gobierno la cohesión territorial y la unidad de España.

Los interlocutores consultados reconocen que la decisión del Tribunal Supremo del próximo mes sobre los procesados independentistas catalanes mantiene al Gobierno expectante por si finalmente se hacen realidad los planes y los actos de protesta que empiezan a circular por las redes sociales en caso de una sentencia condenatoria. No habrá concesiones a la alteración del orden público ni al cumplimiento de la legalidad dentro y fuera de Cataluña, señalan fuentes gubernamentales. Una muestra la dio este domingo el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que en la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes se comprometió a defender el respeto a la Constitución española y pidió a los independentistas que condenen con claridad cualquier hecho violento.

La actitud de los partidos secesionistas al defender a los nueve activistas imputados —siete de ellos en prisión— por, presuntamente, planear altercados para causar daños, al menos materiales, ha reavivado la defensa de Pedro Sánchez de defender el orden constitucional en Cataluña. El presidente no dudará, según fuentes gubernamentales, en utilizar los instrumentos legales que considere oportunos, también la aplicación del artículo 155 de la Constitución, como proclamará con profusión durante la campaña electoral. “Esa bandera no se la va a dejar a Pablo Casado”, señalan las mismas fuentes. Con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón no quiere enfrentamientos. Así como el PP pugnará con Ciudadanos, el PSOE tratará de desviarse del enfrentamiento entre Iglesias y Errejón para tratar de mostrar a Sánchez como el líder que hará frente a la crisis catalana, a las consecuencias del Brexit y a los primeros síntomas de recesión económica.

Pero si fuera necesario, el arsenal de argumentos sobre las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos sigue en aumento, según señalan fuentes socialistas. La posición del partido que lidera Pablo Iglesias sobre las detenciones en Cataluña, al asegurar que criminalizan al independentismo, ha sorprendido al PSOE al tiempo que le ha dado alas para declarar a UP fuera de la órbita de partido responsable de gobierno, según la versión socialista. Los socialistas destacan este capítulo como prueba de la distancia que les separa de Podemos en la crisis catalana. Aunque no buscarán el enfrentamiento directo si no es necesario, el PSOE sí recalcará que salvo su partido no hay otra izquierda con capacidad de gobierno. La estrategia empezará a definirse hoy en la primera reunión del comité de campaña, antes de que al mediodía el candidato, Pedro Sánchez, presente el lema de la campaña y lance los primeros mensajes.

Los socialistas quieren dar la imagen de que la irrupción en el tablero político de Más País, liderado por Íñigo Errejón, no les afecta, sino que esa batalla le compete solo a Podemos. Pero no es eso lo que dicen distintas fuentes del PSOE, preocupadas por los últimos sondeos que sitúan a su partido a la baja o estancado. En estas seis semanas su principal preocupación es “no cometer errores”, señalan esas fuentes. El fenómeno Errejón aún no es medible, responden en la dirección

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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