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El rechazo de Rivera a reunirse con Abascal agrava el bloqueo en la derecha

El líder de PP ha aceptado la reunión que se producirá este martes y Ciudadanos pide que se haga a nivel autonómico

El líder de Vox, Santiago Abascal. En vídeo, Abascal quema su último cartucho en busca de visibilidad.Foto: atlas | Vídeo: Victor J Blanco (GTRES) | ATLAS

La negativa de Albert Rivera a reunirse conjuntamente con Santiago Abascal y Pablo Casado, la última petición del líder de Vox, ha agudizado el bloqueo en los pactos de la derecha en Madrid y Murcia. El presidente de Ciudadanos contestó este lunes a Abascal por medio de un mensaje que no acudirá a la cita de los líderes que propone para hoy para desatascar los acuerdos en esas dos comunidades, pero le ofrece que vuelvan a reunirse sus equipos regionales. Vox contraataca y plantea al PP apoyarle en Gobiernos en solitario si Ciudadanos no cede.

La política española está dominada por el llamado juego del gallina, un método de negociación que no paran de citar en las cúpulas de los partidos. Según esta táctica, las partes retrasan las concesiones todo lo que pueden hasta que el final es inminente, con el objetivo de presionar al otro para que ceda y evite un resultado negativo. Si ninguno transige se produce la colisión, que en este contexto es la repetición electoral. En ese juego están el PP, Ciudadanos y Vox en la negociación de los Gobiernos de Madrid y Murcia. El partido de extrema derecha se niega a ceder y dar sus votos para permitir la investidura de los candidatos populares en esas dos comunidades, pero el PP y Ciudadanos no desisten y tampoco aceptan sus condiciones. Este lunes, Abascal pidió una nueva concesión: una reunión de los tres líderes, que Rivera no está dispuesto a aceptar.

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“No vamos a permitir chantajes y que nos exijan los votos sin que se quieran reunir con nosotros”, defendió el líder de Vox en una comparecencia en Murcia, en la que aseguró que ha “despejado su agenda” y “a partir de las ocho de la mañana” de este martes estará en el Congreso esperando que Rivera y Casado acepten reunirse con él para desbloquear la negociación de las dos investiduras. Abascal quiso dar solemnidad a su exigencia aludiendo a “la gravedad de la situación”, e incluso apeló a la “vieja amistad” que, aseguró, le unía con el líder de Ciudadanos, para instarle a que acudiera.

Pero, al tiempo, el líder de Vox cargó contra Casado y Rivera. Al primero le recriminó la “equidistancia” en la que se sitúa el PP en las negociaciones, y al segundo, que pretenda someter a Vox a un “apartheid” político, cuando sus votos son imprescindibles en las dos comunidades autónomas. La tensión fue aumentando según avanzó el día, y por la tarde la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, atacó a Rivera en la Cadena SER con su vida personal.

El llamamiento de Abascal cayó en saco roto con Rivera. Aunque por la mañana la portavoz del partido, Inés Arrimadas, evitó hasta en cuatro ocasiones aclarar si ese encuentro se iba a producir, por la tarde el presidente de Ciudadanos le transmitió al propio Abascal su negativa. En respuesta al mensaje que le había enviado el líder de Vox, Rivera contestó que si Vox “va a rectificar su sentido del voto lo traslade a los equipos autonómicos”, informaron fuentes de Ciudadanos. El líder del PP, por su parte, conversó con Abascal —según agradeció públicamente este— y le mostró su disposición al encuentro, aunque fuentes del PP no confirmaban a última hora de ayer que esa reunión fuera a producirse si Rivera no se sumaba.

Ciudadanos sí está dispuesto a volver a reunirse con Vox para tratar de desbloquear las investiduras, pero a nivel autonómico, entre quienes luego tendrán que votar. “Si hace falta volver a reunirnos otra vez para que Vox rectifique y deje de bloquear, por nosotros no hay ningún problema”, aseguró Arrimadas. El partido de Rivera transige en nuevas reuniones —con la salvedad de la de los líderes—, pero descarta modificaciones en sus pactos con el PP para incorporar peticiones de Vox. “Los acuerdos están cerrados entre PP y Ciudadanos”, subrayó Arrimadas, que asegura que están “a la espera de que se le acabe la pataleta a Vox”.

Si finalmente esas reuniones no se producen, Abascal tiene una propuesta alternativa para la Región de Murcia: un Gobierno en solitario del PP que apoyen Ciudadanos y Vox desde fuera. Los populares, con 16 escaños, necesitarían en todo caso los votos afirmativos de Ciudadanos (6 escaños) o Vox (4), y la abstención del otro, porque la izquierda, PSOE y Podemos, suman 19 escaños El reloj ya ha empezado a correr: si el 2 de septiembre no hay investidura, se convocarán nuevas elecciones en la comunidad.

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