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Crecen las muertes de migrantes en el Mar de Alborán

La Organización Internacional para las Migraciones señala la letalidad de la ruta

María Martín
Llegada al puerto de Almería de cien migrantes resctados este fin de semana en el mar de Alborán. EFE/ Carlos Barba
Llegada al puerto de Almería de cien migrantes resctados este fin de semana en el mar de Alborán. EFE/ Carlos BarbaCarlos Barba (EFE)

El aumento de las muertes de migrantes en la ruta marítima que lleva a España ha ganado un lugar destacado en Travesías Mortales, el último informe que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presenta hoy. La entidad, dependiente de las Naciones Unidas, asocia el incremento de muertes (811, el año pasado, frente a 224 en 2017) con el flujo creciente de llegadas a costas españolas, pero señala otro factor que explica la letalidad: el cambio a la ruta más peligrosa del Mar de Alborán.

En 2017, casi la mitad de las muertes y desapariciones (46%) sucedían en el Estrecho de Gibraltar, mientras que un 34% ocurría en las aguas turbulentas del Mar de Alborán que baña casi la totalidad de la costa norte marroquí y argelina. Estos porcentajes se invirtieron en 2018 y el Mar de Alborán, con una extensión de 180 kilómetros de ancho, se convertía en la fosa del 67% de los muertos. En 2019, hasta el 26 de junio, ese porcentaje creció aún más y concentra ya el 74% de las muertes.

La organización no profundiza en las razones que llevan a los migrantes a elegir una ruta más peligrosa y larga, pero diversas fuentes conocedoras de las dinámicas en la Frontera Sur han perfilado algunos de los motivos.

El principal es la mayor dificultad que encuentran los migrantes para embarcarse en aguas del Estrecho, una zona mucho más vigilada y de menor extensión. La presión ejercida por las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes en esta región empuja a los migrantes hacia el este.

La calidad de las embarcaciones usadas en una ruta u otra explican también la peligrosidad de las travesías. La ruta del Estrecho, con sus fuertes vientos y corrientes, suele ser la opción del migrante marroquí, que se vale de embarcaciones de mayor calidad y capacidad. Los subsaharianos, dependientes generalmente de las mafias, optan por zonas menos vigiladas al noreste de Marruecos y sus embarcaciones son de peor calidad. Además de las barcas de juguete, el año pasado llamó la atención de las autoridades el rescate en el Mar de Alborán de embarcaciones a punto de deshacerse, lanzadas al mar con el pegamento aún húmedo.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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