La Oficina de Asilo acumula más de 100.000 solicitudes por resolver
CEAR denuncia la "saturación" del sistema y exige "una respuesta urgente"
El sistema de asilo español continúa acumulando expedientes por resolver y a 31 de marzo ya eran 102.890 las personas que aguardaban respuesta a su solicitud. Hace seis meses, el Ministerio del Interior se comprometía a acelerar plazos y triplicar el número de resoluciones, pero el objetivo aún está lejos de cumplirse. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que aporta la cifra, ha vuelto a denunciar este martes la “grave situación” del sistema” y ha demandado una “respuesta urgente”.
La última actualización a 31 de mayo eleva a 46.581 las solicitudes de protección internacional presentadas en 2019, según datos del Ministerio del Interior. La cifra no tardará en superar el récord del año pasado de 55.668 expedientes. "Esto no nos tiene que generar miedo, sino motivarnos a plantear estrategias eficientes para abordar que España es uno de los principales países europeos receptores de solicitantes de asilo", ha animado la directora general de CEAR Estrella Galán.
El problema es que el ritmo de resoluciones, 8.500 en los cinco primeros meses del año, es aún demasiado lento visto el crecimiento de nuevas peticiones. Por cada 9.300 solicitudes que se formalizan de media al mes, se resuelven apenas 1.700. Los expedientes, aún así, están despachándose más rápido que en 2018, cuando se resolvía una media de 1.000 al mes. “Es urgente concluir la instrucción de los expedientes que sufren reiterados retrasos de manera injustificada”, sentencia CEAR en su informe anual divulgado este martes con motivo del Día Mundial de los Refugiados, que se conmemora el 20 de junio.
La entidad denuncia que la “saturación” afecta a todas las etapas del proceso, incluida la petición de citas para iniciar el procedimiento. Varios abogados dedicados a atender a solicitantes de asilo en Madrid aseguran que no hay disponibilidad hasta enero de 2020. La organización pide que esas citas para la formalización de las solicitudes “se lleven a cabo de forma inmediata” para que desde ese momento las personas estén documentadas y puedan acceder al sistema de acogida.
En la Oficina de Asilo planean elevar a finales de este mes un gran volumen de solicitudes a la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio (CIAR) para su resolución y dar así un respiro al sistema. Si la previsión se cumple se cerraría el primer semestre con más expedientes resueltos que en todo 2018, cuando se respondieron 12.889 solicitudes.
El peso de los venezolanos
La grave crisis en Venezuela, que, según Acnur, ha obligado a marcharse a siete de cada 100 de sus ciudadanos desde 2014, es clave para explicar la saturación actual. Su éxodo ha elevado las cifras globales de solicitudes en Europa, pero sobre todo en España, el destino del 90% de los venezolanos que piden asilo en la UE, según reflejan las estadísticas de la Oficina Europea de Asilo (EASO). A pesar de la alta demanda (son el 36% de los solicitantes y la mitad de los expedientes pendientes), España no los reconoce como refugiados. El año pasado solo 30 venezolanos lograron protección, frente a las 1.495 peticiones rechazadas, destaca el informe de CEAR.
El grueso de los solicitantes venezolanos no cumple con los requisitos legales para adquirir la condición de refugiado, pero el Gobierno acordó concederles un permiso de residencia y trabajo de un año que puede prorrogarse un año más por razones humanitarias. Esta fórmula además permite, según fuentes de Interior, acelerar la resolución de los expedientes del colectivo.
Otro grupo que suele ver sus solicitudes denegadas son los centroamericanos, para los que CEAR pide que se reconozca como motivo de concesión de protección la persecución por maras y pandillas. "España puede liderar una nueva forma de hacer política migratoria", ha pedido Galán al futuro Gobierno. El aumento de solicitudes de colombianos, el segundo grupo más numeroso entre los demandantes de asilo, es también motivo de preocupación para la organización que demanda una atención especial. El año pasado España denegó la protección a tres de cada cuatro solicitantes.
La Oficina de Asilo ha sido tradicionalmente un departamento olvidado en el Ministerio del Interior y arrastra problemas estructurales de medios y de personal desde hace años. Cuando Fernando Grande-Marlaska asumió el Ministerio del Interior en junio del año pasado reconoció públicamente el "estado lamentable" del departamento. Cuenta con un programa informático de 2006 y el mismo personal fijo desde que se creó en 1992 —60 plazas— para asumir más solicitudes que nunca. El plan de choque planteado por Interior está en marcha, pero la burocracia para ejecutarlo tiene sus propios ritmos. La oferta de empleo público extraordinaria de 231 plazas fijas acaba de publicarse y aún no hay plazo para cubrir esos puestos. Mientras tanto, un grupo de 176 interinos ejerce de refuerzo y la Oficina implementará la nueva aplicación informática que les acerque al siglo XXI.
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