Abascal apuesta por que el PP se acabará disolviendo como la UCD
La diputada de Vox por Almería exalta al "genuino caballero español" educado para "cuidar y proteger a la mujer"
Santiago Abascal ha dedicado el último domingo de campaña antes de las elecciones del 26-M a recorrer Almería, la provincia donde obtuvo su mejor resultado en las pasadas elecciones generales: el 19,15 % de los votos, nueve puntos más de la media nacional. El líder de Vox ha visitado El Ejido y Roquetas, dos municipios donde el rechazo a la inmigración dispara el apoyo a Vox, y ha culminado la jornada con un mitin en la capital.
El teatro Cervantes, un edificio monumental de principios del pasado siglo, se ha quedado pequeño con sus 500 butacas para acoger a todos los asistentes, pero no ha sido un error de cálculo: en esta triple campaña municipal autonómica y europea Vox ha elegido aforos limitados frente a los multitudinarios de la campaña de las generales. Por cansancio, por ahorro o por desinterés.
Abascal ha dado en Almería un discurso más poselectoral que preelectoral. Ha dedicado más tiempo a glosar el triunfo obtenido por su partido el pasado 28 de abril, frente a quienes tachan de fiasco su resultado, que a pedir el voto para el 26 de mayo. Al líder de Vox se le nota que le interesa mucho la política nacional, poco la europea (donde su partido aún no ha decidido con quién se casará), casi nada la autonómica (que responde a un modelo de Estado que quiere desmontar) y apenas la municipal (la falta de implantación territorial le ha obligado a improvisar la mayor parte de sus listas). Las encuestas vaticinan, además, que Vox difícilmente podrá revalidar el próximo domingo el resultado que obtuvo hace menos de un mes.
Por eso Abascal busca el cuerpo a cuerpo con los líderes nacionales. A Pablo Casado, al que ha rebautizado como “la veleta azul” (adaptando el calificativo que aplicaba a Ciudadanos) tras su giro al centro y su desmarque de Vox, le ha pronosticado que “al PP se le está poniendo cara de UCD” y “acabará desapareciendo” como le pasó al partido dirigido por Adolfo Suárez en la transición. Al líder de Podemos, Pablo Iglesias, le ha recogido el órdago de derogar la ley de Amnistía de 1977 para juzgar los crímenes del franquismo, advirtiendo de que “en España la mayor parte de la violencia política ha venido de la izquierda y el separatismo” y, si se juzga la historia, el PSOE "debería ser ilegalizado". Aunque obtenga pobres resultados el día 26, Vox no tiene intención alguna de disolverse. "Ahora que hemos llegado ya no nos van a poder parar", ha advertido Abascal.
Como telonera, ha intervenido la flamante diputada de Vox por Almería, Rocío de Meer, quien ha exaltado al “genuino caballero español”, educado para ceder el paso y “proteger y cuidar a la mujer”, frente al aliado masculino que reclaman las feministas, y ha asegurado que la única brecha salarial que existe es la que se da entre la policía nacional y las autonómicas. De Meer comenzó su discurso parafraseando un artículo dedicado en 1949 por el escritor Camilo José Cela al fundador de la Legión, Millán Astray, y terminó leyendo un poema del jesuita Ramón Cué, autor de Caudillo triunfador, una exaltación de Franco.
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