De Ceuta a la península por 4.000 euros y bajo amenazas de un sicario
La policía detiene a 17 integrantes de una mafia que introducía a marroquíes en la ciudad para luego cruzar el Estrecho en neumáticas
Este acuerdo no tenía rescisión posible. De 1.500 a 4.000 euros por pasar a Ceuta por la frontera terrestre, ser escondido en un piso patera y acabar embarcado con destino a la península en una neumática. Si el mal tiempo o la policía frustraba el viaje, un sicario se encargaba de dejar claro que la transacción no tenía devolución. Eran las formas que se gastaban los 17 detenidos en la ciudad autónoma, acusados de integrar una mafia dedicada al tráfico de inmigrantes marroquíes en España.
A diferencia de otras organizaciones delictivas, esta banda no empleaba las costas del norte de Marruecos para organizar sus pasos del Estrecho. Directamente, operaban desde cualquier rincón de Ceuta para plantear sus viajes en embarcaciones neumáticas con motores fueraborda que llegaban hasta la orilla del sur de Andalucía. Fueron estas travesías a bordo de barcos de recreo los que despertaron las sospechas de la policía ceutí en octubre de 2018, cuando detectaron varios intentos de transporte ilegal de inmigrantes, según ha explicado este martes la institución en una nota de prensa.
La mafia aprovechaba el acuerdo que permite la entrada en Ceuta sin visado de los marroquíes residentes en provincias cercanas -y que hace posible actividades como el porteo o los trabajos transfronterizos- para iniciar sus viajes ilegales. Los migrantes pasaban la frontera terrestre del Tarajal para ser trasladados a pisos patera, en los que esperaban el momento propicio para dar el salto a la Península. El día escogido, normalmente en noches de poca luz de luna y buenas condiciones de la mar, los migrantes eran embarcados en la neumática desde diferentes puntos de la costa ceutí.
La policía ha podido constatar que cada miembro de la banda tenía un rol claramente delimitado en el tráfico de personas. Entre los detenidos el pasado domingo 24 de marzo, se encuentran los jefes de la mafia, el taxista que colaboraba en los desplazamientos desde la frontera, el patrón de la embarcación, los cobradores por la estancia en los pisos y la operación o aquellos que realizaban labores de contravigilancia las noches de salidas hacia la Península. En los escalafones más bajos del clan, se encontraba el sicario. A él correspondía amenazar a todo aquel inmigrante que se atreviese a reclamar la devolución del dinero, si algún impedimento frustraba el viaje.
Entre 1.500 y 4.000 euros llegaba a cobrar la mafia por todo el paso. El mismo dinero que los marroquíes se arriesgaban a perder, bajo extorsiones, si la policía interceptaba la salida o si no había motores para la embarcación. La policía no ha aclarado cuántas personas han sido víctimas de esta red de tráfico de personas debido al secreto que aún mantiene parte del sumario, aunque sí tiene constatado que la banda ha mantenido su actividad, al menos, desde que comenzó a ser vigilada en octubre de 2018 y hasta estos pasados días.
Los 17 sospechosos han pasado este martes a disposición judicial. La policía les considera presuntos autores de los delitos de tráfico ilegal, inmigración clandestina y pertenencia a grupo organizado. Todos ellos acabaron detenidos este pasado domingo, en el que los investigadores realizaron hasta cinco registros en viviendas de las barriadas de El Príncipe, el Poblado Regulares y en la barriada de San Amaro. En estas entradas, han intervenido 105.800 dirhams (9.722 euros) y 430 euros; dos motores fueraborda: una pistola simulada y diversos útiles para los viajes como trajes de neopreno, motores fueraborda o GPS.
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska ha agradecido a la policía de Ceuta el desmantelamiento de esta mafia, en el transcurso de una visita institucional a la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz. “Estamos trabajando con países de tránsito y de origen. Se han detenido a distintas personas y desmantelado mafias. Nuestra lucha contra la inmigración ilegal es en estos términos”, ha recalcado el ministro que ha recordado que en los dos últimos meses las entradas por vía marítima se han reducido con respecto al año anterior. “La inmigración no es un peligro para la seguridad. Lo que es un peligro son las mafias que trafican. No criminalicemos al inmigrante, sino a las mafias que trafican con los seres humanos”, ha apostillado Grande-Marlaska.
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