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Elecciones Generales
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Así han cambiado las encuestas tras convocarse las elecciones generales

El PSOE sube dos puntos y supera el 26% de votos según el promedio de sondeos. Le siguen PP (20,5%), Ciudadanos (16,7%), Unidos Podemos (14,2%) y Vox (11,7%)

Kiko Llaneras

Las encuestas se mueven. Desde que se anunció el adelanto de las elecciones generales, el promedio de encuestas de EL PAÍS observa dos tendencias: por la izquierda sube el PSOE y baja Podemos; por la derecha baja Ciudadanos y sube Vox.

El PSOE ha crecido dos puntos entre enero y febrero, que es más o menos lo que baja Podemos. Es probable que convocar elecciones haya servido para que los socialistas reactiven y aglutinen a una parte del voto de izquierdas. Pero los problemas de Podemos venían de antes: el partido seguramente estaba pagando las desavenencias con Íñigo Errejón.

La otra tendencia desde diciembre es el crecimiento de Vox —que pasa del 9% al 12% de votos— y la debilidad de Ciudadanos. Hay personas que pensaban votar por Albert Rivera hace un año y que ahora lo harían por Vox. Pero Ciudadanos también se desinfla por la izquierda. Según el CIS, hace un año el 8% de los votantes del PSOE pensaba votar por Ciudadanos; ahora son el 3%.

Estas tendencias las observan casi todas las encuestadoras. La subida del PSOE, por ejemplo, se refleja en los datos de las siete empresas que han publicado sondeos en las últimas dos semanas: Metroscopia, Sigma Dos, Simple Lógica, Sociométrica, Invymark y GAD3.

Los partidos se mueven; los bloques no tanto

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La suma de PP, Ciudadanos y Vox ronda el 49% de votos en las encuestas y sigue aventajando a la suma de PSOE y Podemos en 8 o 9 puntos. Esta distancia, que fue de apenas tres puntos en las elecciones generales de 2016, será clave para decidir el próximo Gobierno.

La derecha partió con tres puntos de ventaja en 2016. Esa ventaja creció con la investidura de Mariano Rajoy; y se redujo cuando Pedro Sánchez ganó las primarias socialistas. Entonces llegó la crisis catalana y empujó a los españoles hacia la derecha. En abril de 2018, la suma de Ciudadanos y el PP superaba en 12 puntos a la del PSOE y Podemos. Desde entonces la derecha sigue reforzada, aunque hubo un paréntesis cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa.

El equilibrio entre la izquierda y la derecha ha sido un tiovivo, pero será decisivo el 28 de abril. Con el 49% de votos, el bloque de PP, Ciudadanos y Vox tiene la mayoría en el aire: tiene tantas opciones de conseguirla como de perderla, dependiendo por ejemplo del resultado exacto que consiga Vox. Cualquier movimiento entre bloques puede resultar decisivo. De hecho, el ligero repunte de la izquierda en las últimas dos semanas —que apenas se ve en el gráfico—, ha hecho que la probabilidad de una mayoría de la derecha pase de estar (un poco) por encima del 50% a estar (un poco) por debajo.

¿Por qué oscilan tanto los votos?

Las encuestas se mueven cuando alguien cambia de opinión: cuando una persona salta de un partido a otro, se decide o cae en la indecisión. Pero las encuestas también pueden moverse sin que nadie cambie sus preferencias. Las personas dispuestas a contestar una encuesta no son siempre las mismas, sino que fluctúan. Cuando a un partido le va bien, es más fácil que sus simpatizantes contesten encuestas. En 2016, un trabajo del estadístico Andrew Gelman observó que la mitad de los cambios que vemos en las encuestas en realidad se deben a que las personas que las contestan son diferentes en un momento u otro. Por eso las encuestas exageran los cambios de opinión de la gente.

Paradójicamente, esto puede ayudar a predecir elecciones si aceptamos que la movilización incide a la vez en la disposición de contestar encuestas y en la probabilidad de ir a votar. Imaginad un pueblo con 100 votantes, 50 simpatizantes del partido A y 50 del B. Nadie cambia de preferencia durante la campaña, pero los partidarios del partido A están más movilizados y responden más encuestas. ¿Qué verán los sondeos? Qué hay más simpatizantes de A que de B. No es verdad, pero si esa movilización se traduce en menos abstención, las encuestas "acertarán".

Promedio de encuestas. El promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión. Los datos han sido recopilados en su mayoría en Wikipedia. En el caso del CIS se incluyen una estimación propia a partir de sus datos en brutos. El promedio está ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha.

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Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

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