_
_
_
_

El detenido de origen argelino reconoce que participó en el asesinato del concejal de Llanes

El presunto inductor negó su relación con los hechos pero la juez manda a prisión comunicada y sin fianza a los tres sospechosos

La Guardia civil, con uno de los detenidos por el asesinato del concejal de Llanes Javier Ardines.Foto: atlas | Vídeo: LUIS TEJIDO
Patricia Ortega Dolz

De los tres detenidos que declararon en la tarde-noche de este jueves ante la juez por el asesinato del concejal de Llanes, Javier Ardines, solo uno se explayó en su relato y reconoció su participación en los hechos, según fuentes del caso. Se trata del ciudadano argelino, Djilali Benatia, arrestado en un piso de Bilbao la misma mañana del pasado martes, cuando fueron también detenidos el presunto inductor del crimen y primo político de la víctima, Pedro Nieva, de 48 años, y el presunto mediador, Jesús M.B., que supuestamente le ayudó a contactar con los presuntos sicarios. Uno de ellos continua detenido en Suiza pendiente de ser extraditado.

Nieva fue breve y, sin responder a las preguntas ni de la fiscal ni de la juez, negó su participación en los hechos, según fuentes judiciales. Jesús M.B., se limitó a decir que no quería declarar.

Más información
La Guardia Civil recaba pruebas incriminatorias del asesinato del concejal de Llanes

Los tres detenidos por el asesinato del concejal de Llanes, Javier Ardines, de 52  años, fueron enviados a prisión provisional, comunicada y sin fianza, sin perjuicio de que esta calificación se pudiese modificar a lo largo de la instrucción.

Según fuentes próximas a la investigación, la declaración del argelino, implica al principal acusado, Pedro Nieva, como inductor del asesinato. Según su versión, habrían actuado a cambio de varias decenas de miles de euros y habrían planificado pormenorizadamente el ataque. Lo que no deja claro su versión es si la finalidad era matarlo o darle una paliza. Sin embargo, fuentes del caso aseguran que la agresividad con la que se emplearon, les lleva a pensar que el objetivo era asesinar al concejal, que llegó a romperse los pantalones vaqueros en el roce contra el suelo mientras trataba de zafarse de sus agresores, que le dieron muerte estrangulándolo por la espalada, tras propinarle fuertes golpes en la cabeza y aturdirlo con una sustancia que podría ser gas pimienta. 

Presuntamente el móvil del crimen son los celos que sentía Pedro Nieva hacia su amigo y familiar Javier Ardines, ya que sospechaba que mantenía una relación sentimental con su mujer. La esposa de Ardines y la de Nieva son primas hermanas y ambos matrimonios compartían desde la juventud vacaciones, veraneos, fiestas, comidas, y toda clase de celebraciones. Hace tres años, la familia de Pedro Nieva compró una casa en Belmonte de Pria, a 100 metros de la de la familia de Ardines. Fue precisamente en el camino que separa ambas viviendas donde fue atacado el concejal a las 6.00 de la mañana del pasado 16 de agosto, cuando se disponía a salir a pescar, como cada día.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El concejal fue hallado muerto por un vecino junto a su vehículo, aun con las luces encendidas y arrancado, en las inmediaciones de su casa en Belmonte de Pría, una pedanía a 20 kilómetros de Llanes. El concejal de IU, el único con que contaba ese partido en Llanes después de las elecciones municipales de mayo de 2015, fue identificado por su hija esa mañana, poco después de que la familia fuera alertada de que no se le había visto en su barco, amarrado en el puerto de Llanes.

Javier Ardines era un personaje muy conocido en la zona, por su carisma, por su carácter extrovertido y obstinado y su compromiso político, por eso inicialmente muchos pensaron que podía tratarse de un crimen político, ya que no eran pocos los empresarios que sufrieron las consecuencias de algunas de sus iniciativas políticas, siempre dirigidas a salvaguardar las playas y el medio ambiente frente a los desmanes de un turismo en auge. Pertenecía al grupo municipal de IU, bajo cuyas siglas concurrió a la alcaldía en Llanes, una localidad del oriente de Asturias, en los dos últimos comicios municipales.

Militante de la coalición de izquierda desde 1999, antes de ser asesinado formaba parte del cuatripartito de Llanes, donde el equipo de gobierno municipal está integrado por Foro, PP, IU y Vecinos de Llanes. Aunque cursó estudios de técnico agrícola y técnico de invernaderos en la escuela de capataces de Villaviciosa, en el año 2000 decidió emprender su camino profesional en el sector pesquero y en la actualidad compaginaba su cargo como concejal en Llanes con su actividad como patrón y armador de la embarcación Bramadoria.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_