Militantes de Vox se rebelan contra la reforma de los estatutos impulsada por Abascal
Se muestran críticos con la eliminación de las primarias para el 26-M que consideran como una forma de perpetuar al aparato en el poder,
La decisión de la dirección de Vox de suprimir el proceso de primarias para la elección de sus candidatos a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo ha desatado el malestar entre las filas de críticos que esperaban el proceso de elección interno para poder poner de manifiesto sus diferencias con los actuales dirigentes. Grupos de militantes de Sevilla, Ourense, Melilla, Granada, Valencia, Toledo o Madrid se están movilizando en redes sociales para pedir el no a la reforma de los estatutos de la formación que ayer anunció su líder, Santiago Abascal, y que debe votarse de manera telemática hasta este viernes.
En la ciudad autónoma, donde las encuestas otorgan una gran proyección al partido de extrema derecha, un grupo de afiliados agrupado bajo el nombre Equipo militantes Vox Melilla, ha empezado a movilizarse en contra de la repentina modificación de los estatutos, alentando a través de redes sociales a los afiliados a que voten no al cambio de sus normas de régimen interno. Como en el caso de otros militantes descontentos de otras comunidades, también están haciendo circular un manifiesto en el que enumeran las razones por las que hay que oponerse a los nuevos estatutos, entre las que mencionan que el nuevo sistema “facilita dedazos, pucherazos y corrupción” o que impone el control y mandato imperativo de la cúpula nacional sobre los candidatos, unas prácticas que definen como inconstitucionales.
También cuestiona que los nuevos estatutos establecen una estructura política idéntica a Podemos y se critica que a la asamblea del próximo sábado se haya vetado la asistencia a afiliados de base. Fuentes consultadas consideran, no obstante, que pese a la movilización que están impulsando, complicado paralizar el cambio estatutario. “Se puede votar por Internet hasta este viernes, pero se necesitan dos tercios para parar los cambios. Como todo el sistema telemático está controlado desde Madrid, interpretamos que es muy difícil que salga adelante”, explica Francisco Puerta, miembro de la plataforma Equipo de militantes de Vox Melilla. Los grupos de críticos en España con las reformas estatutarias planteadas por la dirección nacional de la formación de extrema derecha no se plantean realizar actuaciones coordinadas para impulsar la paralización de los cambios.
En Melilla, un sector de sus 300 simpatizantes -según los datos de afiliación facilitados a este diario por la organización de Vox en la ciudad autónoma-, viene cuestionando la idoneidad de su presidente Jesús Delgado, al que acusan de “arribista”. Las primarias eran para ellos un momento ansiado para poder mostrar su oposición, un proceso que entienden que se les ha hurtado con la reforma de los Estatutos. “Con la modificación lo que hacen es impedir que los militantes puedan sustituir en un momento determinado a Santiago Abascal, Javier Ortega, supone perpetuar al aparato”, señala Puerta, militante desde hace más de cuatro años.
Delgado, miembro de Vox desde junio del año pasado y ratificado como presidente del partido en Melilla por la dirección general, que fue quien le ofreció hacerse cargo del partido en la ciudad autónoma, confirma a este diario que está al tanto de este grupo de críticos y los presenta como ejemplo de la necesidad de reformar los Estatutos impulsada por Abascal. “Si estos movimientos de oposición sistemática se dan en lugares tan pequeños como este, imagínese lo que podía pasar en otras ciudades más grandes, por eso Abascal ha puesto coto a esto”, asegura en conversación telefónica. Delgado insiste en que los críticos "son cinco a lo sumo" y advierte de que ha puesto en conocimiento del comité de garantías del partido la actitud del Equipo de militantes de Vox Melilla para que procedan a su expulsión. “Quien pide el no dentro del partido no tiene cabida en él. Su cabecilla, de hecho, ya ha sido expulsado por oponerse a Abascal", sostiene.
También en Granada un grupo de militantes y afiliados, a través de la plataforma Quovadisvoxgranada, han denunciado lo que consideran falsedades en el currículum de su presidente, Julio Vao. “Presume de ser médico, cuando en el colegio de médicos de Granada no está colegiado. Aparte de algo extraño que es el hecho de no mostrar que trabajó en una entidad bancaria en Ugijar”, han explicado a este diario. Estos simpatizantes, que también cuestionan el historial de su diputado regional, Francisco José Ocaña, reclaman la convocatoria de elecciones en el comité provincial y la celebración de primarias para “evitar designaciones a dedo”, algo que si prospera la modificación estatutaria no podrán realizar.
La avalancha de solicitudes de afiliación tras los buenos resultados en Andalucía -unos 36.000 inscritos en toda España según los últimos datos ofrecidos por la formación- se ha producido cuando Vox aún no había consolidado sus estructuras internas a nivel local. La dirección del partido había pedido extremar las precauciones para evitar que “se les arrimaran oportunistas y escaldados de otras formaciones”, explican fuentes cercanas a la dirección de Vox, quienes niegan que el cambio de modelo refuerce el aparato y aseguran que las modificaciones introducidas son mínimas. Entienden que el hecho de que los comités provinciales elijan directamente las candidaturas locales no difiere tanto de un proceso de primarias dado que sus coordinadores han sido designados por los comités ejecutivos provinciales, que fueron elegidos en primarias. “Lo lógico es que sean las mismas personas o que no haya diferencias de afinidad”, explican. Los grupos críticos coinciden en que muchas de estas designaciones se han realizado a dedo y los elegidos son cuestionables. Para ellos el proceso de primarias era el mejor cordón sanitario para evitar arribismos y enchufes.
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