El PSOE se sube al escenario en Alicante
Francesc Sanguino, vicepresidente de la Academia Española de las Artes Escénicas, será el candidato socialista a la alcaldía de Alicante
Las últimas elecciones municipales depararon lo que parecía un profundo cambio en el Ayuntamiento de Alicante. Después de más de dos décadas de gobiernos populares, un pacto entre el PSOE y Guanyar —la coalición de Esquerra Unida y Podemos—, con el apoyo de Compromís, devolvía el mando a la izquierda. Lo que siguió fue todo un drama de política y ambición. Un mamet menor, en bata y pantuflas, un relato entre la carcajada y el espanto que podría haber firmado Rafael Azcona. El PP recuperó la Alcaldía en solo dos años. Para evitar que se vuelva a producir algo así, el PSPV-PSOE ha sido consecuente y ha elegido a un dramaturgo, Francesc Sanguino, para que encabece la lista municipal en las próximas elecciones.
El nombramiento se produjo el pasado domingo. En un acto en Valencia, en el que coincidieron el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, y el líder nacional, Pedro Sánchez. Entre los tres, cocinaron el futuro del partido en la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana. Sanguino era el elegido, por encima de otras opciones que se barajaban en el entorno alicantino. Ese augurio macbethiano del asunto ha caído bien en el resto de partidos de izquierda, ya que Sanguino ha sido afín a formaciones como EU e incluso recibió el mismo encargo de Podemos, aunque lo rechazó. Pero no tanto en el PSOE local, donde el designio se ve como un dedazo. Casi una intervención de dioses homéricos que tratan de manipular a los mortales. Pero sin épica.
Sanguino, mientras, lo ve como una consecuencia lógica a los tres años en los que ha estado al frente del Teatro Principal de Alicante, uno de los escenarios más importantes del off-Broadway español, es decir, todo aquello que no se representa ni en Madrid ni en Barcelona. "Mi núcleo de trabajo en los últimos veinte años", señala a EL PAÍS, "ha sido el de un hombre de proyectos pensados para los grandes colectivos". Un gestor cultural "con una actividad paralela, la de escribir" obras teatrales. Y guiones de televisión. Y fundar grupos teatrales escolares y profesionales. Y alcanzar la vicepresidencia de la Academia Española de las Artes Escénicas, cargo que aún ostenta, por el momento. Y ser candidato a los Premios Max, entre otros.
El próximo alcaldable socialista de Alicante trata de suprimir cualquier rastro shakespeariano a la decisión de Ximo Puig. Lo que pretende está más en la línea de Lope de Vega. "Esta decisión pretende que la izquierda comparta un proyecto conjunto", subraya. Todos a una. Un programa que aglutine a las fuerzas progresistas ante la posibilidad de que la derecha sume los votos de un electorado dividido antes y después de la irrupción de Vox en el panorama político y la caída en picado de Podemos. Y que restañe la herida que causó el enfrentamiento entre Gabriel Echávarri, alcalde socialista electo en los últimos comicios, y todos los demás socios de izquierda, incluidos algunos miembros de su propio partido. El retorno al poder de los socialistas, beneficiado por una hecatombe del PP de la exalcaldesa Sonia Castedo, se convirtió en un sangriento drama lorquiano.
Para evitar quedar otra vez en el limbo electoral, como los personajes de Vladimir y Estragón de Esperando a Godot, el PSPV-PSOE ha decidido subirse al escenario y disparar los focos hacia Sanguino. Respetado en el entorno cultural de la ciudad, impulsor de proyectos tecnológicos aplicados a la gestión cultural y la educación en el Banco Santander y la Universidad de Alicante, y muy vinculado al epicentro político de Valencia, ciudad de la que Alicante se ve mucho más alejada que los 170 kilómetros que marcan los mapas. "Capaz de trabajar por la bicapitalidad de Valencia y Alicante por la que siempre ha apostado Ximo Puig", dicen fuentes socialistas de la capital autonómica. "He estado al frente del Principal, que es un cargo con mucha repercusión social", sostiene el dramaturgo alicantino, "pero ahora lo importante es que me ponga a trabajar en positivo y que sea capaz de sumar al proyecto a gente que ofrezca lo mejor". Hacerse uno con el sistema. El método Stanislavski aplicado a la política municipal.
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