Ciudadanos retrasa el pacto con el PP en Andalucía por el encaje de Vox
El partido de Rivera discrepa de la negociación de los populares con la extrema derecha. Invita en cambio al PSOE a acordar la composición de la Mesa del Parlamento
Freno —temporal— al acuerdo de Gobierno entre PP y Ciudadanos en Andalucía. Ciudadanos no está dispuesto a manchar su imagen de partido centrista con un pacto que incluya a Vox. No sin intentar antes que el PSOE lo evite absteniéndose en la investidura. Y en caso de que eso no sea posible, responsabilizando a los socialistas de provocar con su negativa que el Gobierno andaluz dependa de la extrema derecha. El partido de Albert Rivera decidió retrasar la alianza con el PP entre cuatro y ocho semanas ante las negociaciones en paralelo entre los populares y Vox.
El encuentro del pasado miércoles en Sevilla entre el candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, y Francisco Serrano, líder de Vox en esa comunidad, ha provocado la indignación de Ciudadanos. Y tendrá consecuencias políticas: una demora adicional de hasta dos meses en el pacto de gobierno. El PP no había informado al partido de Rivera de esa cita. Y el acuerdo inicial entre ambos partidos excluía taxativamente hablar con terceros mientras se negociaba el pacto para llegar a San Telmo. La consecuencia de esa primera deslealtad del PP, a juicio de Ciudadanos, se materializó este lunes con la decisión de demorar el acuerdo. No se cerrará antes de Navidad, como se pretendía, en una decisión que tiene algo de escenificación y que persigue reducir al máximo el coste de que al final el pacto dependa de Vox.
Albert Rivera quiere imponer sus condiciones al PP. Estas pasan por hacer partícipe al PSOE del acuerdo, absteniéndose en la investidura y evitando así que Vox condicione la gobernabilidad, a pesar de que los socialistas rechazan de plano esa abstención. A Ciudadanos le incomoda Vox porque mancha su imagen de partido de centro y lastra la transferencia de votos socialistas a su partido, que se ha vuelto a abrir después de haberse cerrado tras la moción de censura. La dirección tiene buenas encuestas, que le sitúan cerca del PSOE y que colocan al PP por debajo del 20% de intención de voto con un importante mordisco de Vox. En la negociación andaluza se disputan también sus aspiraciones nacionales. Y Rivera no está dispuesto a que el PP trastoque esa tendencia obligándole a aparecer de la mano de Vox en Andalucía.
La decisión de la cúpula, tras la reunión del PP con Vox, es jugar con el tempo: frenar el pacto andaluz. Se trata de enviar un mensaje nítido de sus diferencias con la extrema derecha. Y de darle tiempo al PSOE para procesar la derrota y madurar la idea de que abstenerse a cambio de tener un papel en la gobernabilidad podría beneficiarle. “Si el PP creía que en cuatro días íbamos a despachar un asunto con tantísimas derivadas y tan compleja, no puede ser. Va a ser lento, va a ser difícil, va a tomar su tiempo; mucha calma”, avisó por la mañana el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, tras la reunión de la ejecutiva nacional.
Por la tarde, después de la segunda reunión entre los equipos negociadores en Andalucía, el candidato de Ciudadanos Juan Marín confirmó que la negociación encallaba. “Hay diferencias", resumió. La primera previsión era que ayer el acuerdo de programa estuviera cerrado, para poder abordar a continuación la composición del Gobierno. “Es un acuerdo complicado después de 40 años de Gobierno socialista”, enfatizó en cambio Marín, que ahora ya solo pone un plazo, el 26 de diciembre, como fecha límite para llegar a un acuerdo sobre la composición de la Mesa del Parlamento andaluz. El día 27 se constituye el Parlamento.
La Mesa del Parlamento
Ciudadanos aspira a que el PSOE sea partícipe también en el acuerdo de la Mesa para no necesitar a Vox. El partido de Rivera ofrece a los socialistas tres puestos, por dos del PP y dos suyos, mientras Vox y Adelante Andalucía tendrían asiento pero sin voto. El problema es que el PP rechaza pactar con el PSOE. Los populares quieren que el tercer actor sea Vox, y no están dispuestos a ceder nada a los socialistas a cambio de que se abstengan, según fuentes del PP. El PP propone que Ciudadanos se quede la presidencia del Parlamento pero que la mayoría en la Mesa dependa del partido de extrema derecha.
El envite de Ciudadanos pilló desprevenidos a los populares. El candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, defendió tras la reunión que el día 27 tiene que estar cerrado todo el acuerdo, también el del Gobierno. “El cambio debe ser urgente”, reclama Moreno Bonilla.
Nadie duda de que habrá pacto, pero la negociación ha dado un giro y ya no será ni fácil ni sobre todo rápida. En la dirección del PP aseguran que aunque Ciudadanos apure las negociaciones, el acuerdo en Andalucía saldrá adelante porque lo contrario les perjudicaría a ambos a nivel nacional. Eso lo saben también en Ciudadanos. Pero los tiempos y la fotografía final están en el alero.
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