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El PSOE rebaja la tensión con Díaz pero le pide renovación en Andalucía

La dirección socialista centra su preocupación inmediata en la desmovilización que les llevó a su peor resultado en la comunidad autónoma

La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía en funciones, Susana Díaz, este martes, durante una entrevista en la cadena SER.Foto: atlas | Vídeo: PSOE (europa press) / atlas

Un día después de mostrar la puerta de salida a Susana Díaz tras la debacle electoral en Andalucía, la dirección federal del PSOE ha rectificado el mensaje que trasladó a la presidenta en funciones de la Junta en boca de José Luis Ábalos. El secretario de Organización y ministro de Fomento ha sido el elegido para suavizar el discurso tras la fractura que este lunes se reabrió entre Ferraz y la federación más importante del partido. "En ningún caso planteo dimisiones de nadie. No pido la dimisión de nadie. En ningún momento he deslizado esa posibilidad y no corresponde a nuestro estilo", ha afirmado el número tres del partido.

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Donde ayer planteó la "necesaria regeneración" del PSOE andaluz Ábalos ha hablado hoy de "renovación". "No voy a discutir sobre el término regeneración. Este son señales de identidad del PSOE. La renovación siempre ha sido consustancial a nuestro proyecto socialdemócrata", ha argumentado. El viraje en el discurso de Ábalos ha apaciguado, al menos de momento, la crisis. No obstante, en Ferraz siguen contemplando que el futuro político de Díaz pasa por mantener el Gobierno de Andalucía. De no lograrlo, en la dirección del PSOE comparten que Díaz debería renunciar a sus cargos orgánicos. Esto es, a seguir siendo la secretaria general de la federación. Díaz tampoco cuenta con apoyos en la dirección nacional para repetir como candidata en el supuesto de que se repitieran las andaluzas si no se forma Gobierno. La conclusión es que en estos escenarios Díaz habría madurado que no le quedaría otra opción debido a la pérdida de apoyos. La desmovilización de parte del electorado tradicional del PSOE en la campaña es la preocupación inmediata de la ejecutiva socialista, que se ha reunido este martes para analizar el fiasco en la cita electoral del 2 de diciembre.

La rebaja de la tensión se produce como consecuencia de la crisis que reabrió las hostilidades que Pedro Sánchez y Susana Díaz arrastran desde su enfrentamiento en las primarias de hace año y medio por el liderazgo del PSOE. "La responsable para liderar la situación es la presidenta en funciones y secretaria general en Andalucía. Cuenta con nuestra confianza y queremos acompañar el proceso más allá de nuestras competencias orgánicas. No significa tutelar nada", ha reiterado Ábalos después de que la víspera pusiera en cuestión el futuro político de Díaz según coincidieron todas las interpretaciones y ningún otro miembro de la dirección nacional corrigió o desmintió. "Nuestro papel está subordinado al éxito de nuestro proyecto político y siempre estamos a disposición de la organización que, con generosidad, siempre nos ha otorgado la confianza”, dijo para sorpresa de la federación andaluza. Responsables de la ejecutiva de Díaz señalan que el acuerdo entre Ferraz y Sevilla era que la comparecencia de Ábalos no fuera en los términos empleados sino en la capacidad del PSOE para impedir un gobierno posible gracias a la ultraderecha de Vox.

Si Ábalos abrió este lunes la puerta a que Susana Díaz dimita de sus cargos orgánicos si no logra mantener la presidencia de la Junta de Andalucía, la dirigente autonómica ha rechazado esa opción menos de 24 horas después. Díaz ha negado que el PSOE andaluz requiera una "necesaria regeneración". "Se regenera lo que está degenerado. Y yo lidero un partido honesto y trabajador que se deja la piel todos los días por Andalucía. No estamos contentos porque haya tanta abstención, pero tenemos que responder al millón de andaluces y andaluzas que han confiado en nosotros", ha argumentado la candidata socialista en una entrevista en la cadena SER.

La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía se ha mostrado dispuesta a quedarse como líder del PSOE y a trabajar para la investidura. "He ganado las elecciones y es mi responsabilidad", ha insistido. Aunque ha matizado que no lo hará si no tiene "los apoyos suficientes". Para Díaz, que el PSOE haya sido la fuerza más votada, con siete puntos de diferencia respecto del segundo partido, PP, y haberse alzado con la victoria en siete de las ocho provincias andaluzas, es un aval suficiente para no dimitir, como dejo claro ayer tras la reunión de la Ejecutiva regional.

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Los mandos del partido en Andalucía dieron ayer su confianza a su secretaria general para seguir liderando a la formación. Sin embargo, desde el sector crítico del PSOE andaluz ya han aflorado los primeros reproches. El delegado del Gobierno en la comunidad, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez en la región, se ha pronunciado sobre la continuidad de Díaz, pidiéndole que "haga una reflexión", sobre su intención de seguir encabezando el partido, "para después ponerla en común entre todos". Gómez de Celis entiende que ahora es la Ejecutiva federal la que debe analizar seriamente el resultado y considera que ahora lo que toca es un período de reflexión, tranquilidad y diálogo entre los socialistas para conseguir un Gobierno alejado de "posiciones extremistas y fascistas".

La postura del delegado del Gobierno de momento es minoritaria en el seno del PSOE andaluz, donde el sanchismo cuenta todavía con poca penetración. Fuentes socialistas consideran que la dimisión de Díaz ahora mismo "no resolvería el problema a corto plazo", sino que, por el contrario, "abriría una crisis" en la formación. Sostienen que en esta tesitura es importante que la dirigente socialista se mantenga al frente del partido, para liderar los posibles pactos de investidura y de Gobierno y después "organizar su salida".

En la entrevista, Díaz ha quitado hierro a las declaraciones de Ábalos, que considera sacadas de contexto por los periodistas. "Hablé con Pedro Sánchez y el tono fue cariñoso me dijo que ahí lo tenía para lo que hiciera falta para intentar evitar que la extrema derecha entre en las instituciones. La verdad es que muy bien", ha afirmado. Ayer, ella misma respondía al secretario de Organización recordándole que las andaluzas abren el ciclo electoral. "El PSOE tiene que hacer una reflexión en su conjunto si queremos reforzar las instituciones e impedir que otros las debiliten".

Sin embargo, las hostilidades entre Ferraz y el PSOE andaluz se han abierto a cuenta de los resultados electorales y de las palabras de Ábalos. Verónica Pérez, secretaria de los socialistas sevillanos y una de las políticas más cercanas a la actual presidenta en funciones, salió en su defensa en Twitter. "¿Cómo es posible que se pida la dimisión de quién gana unas elecciones y no se le pida responsabilidades a quien las pierde? ¿Doble vara de medir? El mundo al revés", publicó

Díaz ha reconocido que "igual estaba equivocada" al plantear la campaña con un enfoque eminentemente andaluz. Ex dirigentes socialistas consultados coinciden en que existen un sentimiento español que la izquierda no quiere ver y que es al que han apelado fuerzas como Ciudadanos o el propio Vox, que son quienes más han subido, y analizan los resultados en Andalucía en clave casi exclusivamente catalana. "Es la primera réplica del terremoto catalán", sostienen.

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