Ciudadanos marca distancias con Vox en Andalucía y dice que no pactará con antieuropeístas
El partido de Rivera ignora a la formación, a diferencia del PP, y dice que no le preocupa que entre en el Parlamento andaluz
La estrategia es ignorar a Vox, tanto que los dirigentes de Ciudadanos eluden una y otra vez pronunciarse sobre esta formación de extrema derecha, a la que el líder, Albert Rivera, ni siquiera quiere calificar como tal. Esa es la consigna, pero el candidato del partido a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, ha marcado por primera vez este lunes distancias con Vox para futuros pactos. Marín ha condicionado sus posibles acuerdos con otros partidos al respeto al europeísmo, uno de los valores fundamentales en el ideario de Ciudadanos, y del que consideran que se aparta Vox. El candidato dice que no le preocupa que la extrema derecha entre en el Parlamento andaluz, como pronostica la encuesta de este domingo de EL PAÍS.
El sondeo publicado ayer por este periódico anticipa para Vox hasta cuatro escaños en el Parlamento de Andalucía, por lo que Marín ha tenido que responder este lunes a preguntas de los periodistas sobre si Ciudadanos podría pactar con la formación que lidera Santiago Abascal.
En su respuesta, Marín ha fijado los principios que Ciudadanos requiere que respete cualquier partido con el que podrían negociar, entre los que se encuentra la unidad de España y el europeísmo. "Nosotros estamos en una posición antagónica con fuerzas que defienden posiciones que no compartimos. Nosotros hablamos de principios y de proyecto. Hablamos de unos principios donde la unidad de España está por encima de muchas cuestiones, Andalucía hay que sacarla del lugar donde se encuentra y, sobre todo, somos un partido europeísta. Estamos convencidos de que España y Andalucía tienen que tener un papel importante dentro de la Unión Europea. Los partidos que compartan estas posiciones, podremos hablar con ellos", ha afirmado Marín. Lo que no ha despejado es si podrían aceptar los votos de este partido para gobernar sin nada a cambio.
Ciudadanos sostiene que Vox no es europeísta, y que esa es la principal diferencia con su proyecto. Pero Marín es tolerante con que la extrema derecha tenga representación en el Parlamento andaluz. El candidato de Ciudadanos homologa a esta formación que quiere derogar la ley contra la violencia de género con las "27 fuerzas que se presentan a las elecciones" en Andalucía y afirma que no le preocupa "absolutamente nada" y "respeta a todas las personas, decidan lo que decidan". Cuando los periodistas han insistido en cuestionar al candidato en si no le provocaba ningún desasosiego que una fuerza política con posiciones tan duras contra los inmigrantes o las mujeres tenga representación, Marín se ha fajado: "Yo no comparto esos posicionamientos, pero eso lo deciden los andaluces".
Ciudadanos considera que el PP se equivoca al referenciar tanto a Vox, porque les legitima y promociona, y por eso han optado por ignorar a esta formación, a la que ninguno de sus dirigentes ha citado o aludido en los actos de la campaña. En la cúpula defienden que Vox no les afecta pero sí perjudica al PP, que yerra en cómo afronta el fenómeno. "El PP tiene dos elefantes en la habitación, uno naranja y otro verde", dicen los estrategas de Ciudadanos, en referencia a sí mismos y a Vox.
Pero aunque incluso en privado la dirección asegure que el fenómeno no les preocupa, en el discurso de Albert Rivera este domingo en Málaga se percibió una inflexión nacionalista española. El líder de Ciudadanos proclamó hasta en inglés que se ha "liberado" ("I want to break free", se arrancó por Queen) para defender sin complejos, "sin pedir perdón", la bandera de España y el español. También defendió un papel más fuerte de España en Europa. "Este país tiene que recuperar la confianza en sí mismo, ir a la UE y no entregar los votos en el Consejo Europeo gratis. Yo soy europeísta porque Europa le va bien a España", afirmó.
La preocupación se percibe también en sus reticencias para calificar a Vox como extrema derecha. Esta pasada semana, Rivera insistió en la cadena SER en no catalogar a Vox porque no es un "analista", aunque llama a Podemos populista, por ejemplo.
Pero a diferencia del PP, que ha endurecido su discurso, Ciudadanos no cae en la retórica antinmigración. El partido elude hablar de la inmigración en la campaña andaluza, y preguntado al respecto el candidato, Juan Marín, defendió ayudas en los países de origen y más coordinación europea. El partido tampoco cae en la crítica al feminismo de Vox y ayer, día internacional contra la violencia de género, Rivera llamó a un minuto de silencio en el mitin que celebró el partido en Málaga, y pidió a los hombres unirse a las mujeres en la lucha contra esta lacra. "Quiero que mi hija, que tiene 7 años, viva en un país donde a nadie se le ocurra ponerle la mano encima a una mujer", clamó Rivera.
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