Los tres obreros de la pirotecnia de Guadix murieron por la onda expansiva

Aún no habían dado las seis y media de la tarde del lunes cuando se produjo la deflagración en dos de las cuevas naturales que la empresa Pirotecnia Accitana María Angustias usa como almacén del material explosivo y químico para la fabricación de fuegos artificiales. Ya casi anocheciendo, el humo se pudo ver en la distancia y el ruido, sobre todo, oírse en lugares muy distantes, como en Benalúa de Guadix, a cinco kilómetros de la explosión. En el interior de las instalaciones de la empresa, radicada en el barrio de Andalucía de Guadix, había seis personas trabajando en ese momento. Tres de ellas consiguieron salir con vida. La otras tres murieron a consecuencia de un “shock politraumático” causado por la onda expansiva de la explosión, según ha determinado la autopsia que se ha realizado a los cadáveres este martes. Eso significa que fallecieron como consecuencia directa de la explosión y no por los derrumbes causados por ella.

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Sobre la una y cuarto de la madrugada del martes, los equipos de emergencia finalizaron el rescate de los tres cadáveres y los trasladaron al Instituto de Medicina Legal para la autopsia. El más joven de los fallecidos es Miguel Pérez Carmona, de 30 años y desde hace unos meses uno de los tres responsables de la empresa junto a sus dos tíos, Francisco y Luis Pérez. Miguel asumió la gerencia de la empresa tras el fallecimiento reciente de su padre, José, por un infarto. Otro de los trabajadores muertos en la explosión es Eduardo Huete Gómez, un trabajador de 52 años y según todas las fuentes consultadas, hombre con amplia experiencia en la empresa y en el sector pirotécnico. Finalmente, el mayor de todos es José Morales Aparicio, de 55 años, que se incorporaba a la empresa el mismo día de la tragedia aunque ya había trabajado en alguna otra ocasión para la pirotecnia.

Son los Tedax de la comandancia de la Guardia Civil de Granada quienes se han hecho cargo de la investigación de la explosión, ocurrida en una cueva en la que se estaban preparando cohetes voladores, uno de los productos más vendidos de la empresa. Pasado un día desde el accidente, aún no se conocen las razones que la causaron.

En la mañana de este martes, el Ayuntamiento de Guadix ha anunciado que los Tedax tienen prevista la realización de una quema controlada de materiales de la pirotecnia. La Administración de la ciudad ha declarado tres días de luto y el entierro de los fallecidos será el miércoles en la catedral de Guadix.

Guadix no es una ciudad ajena a la industria de la pirotecnia y, de hecho, cuenta con varias de estas fábricas. Pirotecnia Accitana María Angustias, donde se produjo el accidente, es una de las más importantes. En su web, se precisa que las instalaciones ocupan más de 110.000 metros cuadrados y que para el depósito y conservación de los materiales utiliza cuevas naturales porque permiten una mejor conservación del producto. Es en una de esas cuevas —21 según algunas fuentes— donde se produjo la deflagración.

La empresa, que ha recibido numerosos premios y que ha llevado sus fuegos artificiales por España, China y Corea, explica en su web que sus instalaciones estás “todas y cada una” adaptadas a las normativas de seguridad y calidad que impone la Unión Europea. De hecho, según informa Europa Press, Pirotecnia María Angustias había aprobado dos inspecciones de seguridad recientemente. No obstante, la empresa ha sufrido varios accidentes con víctimas mortales en los últimos treinta años. En ellos han fallecido siete personas incluyendo a las del incidente de este martes. Algunos vecinos se han quejado de la cercanía de la industria al núcleo urbano, ya que las primeras casas habitadas se encuentran a apenas 80 metros.