Díaz convoca elecciones para evitar el desgaste del PSOE y la inestabilidad
Los comicios autonómicos, previstos para marzo, serán el próximo 2 de diciembre
Susana Díaz deshojó al fin la margarita electoral y este lunes ha convocado comicios para el 2 de diciembre, más de tres meses antes de lo previsto. Las elecciones en Andalucía acelerarán el pulso político entre los grandes partidos y serán el termómetro que medirá la fortaleza de Díaz y el PSOE andaluz. Pero también marcarán el paso a Pedro Sánchez para fijar la fecha de las generales y visualizarán la batalla entre PP y Ciudadanos. La presidenta de la Junta pretende rentabilizar el empuje del PSOE tras la moción de censura y evitar el ruido instalado en Madrid: “Mi tierra no merece la inestabilidad que hay en el resto de España”, alegó Díaz.
El panorama político que proporcionará el resultado de las andaluzas insuflará o minará los ánimos en las filas socialistas para propiciar o descartar el adelanto de las generales. Será una piedra de toque fundamental para mover ficha: Andalucía siempre ha sido el principal caladero de votos de los socialistas, sabedores de que el apoyo desde esta comunidad suele ser decisivo en las generales y que, en su día, inclinó la balanza a favor de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero como inquilinos de La Moncloa.
Si Díaz se ve beneficiada por el viento de cola que trajo la llegada al Gobierno de Sánchez y aumenta sus escuetos resultados de 2015 —47 diputados de 109, que solo le permitieron gobernar gracias al apoyo de Ciudadanos—, insuflará viento en las alas del PSOE. Pero si retrocede y sufre desgaste, la señal de debilidad para que Sánchez mantenga su Gobierno, haya o no Presupuestos para 2019, será meridianamente clara. Consciente de eso, Díaz mandó ayer un mensaje de unidad hacia Madrid: “Existe comunicación, hay una relación muy fluida [con Sánchez]”, dijo. El Gobierno celebrará un Consejo de Ministros en Sevilla en 15 días para impulsar medidas que beneficien a Andalucía.
Los comicios andaluces representan una prueba de fuego para el PSOE y la pelea que mantiene con Podemos por el electorado más a la izquierda. Pero serán igualmente decisivos para la derecha: la reciente elección de Pablo Casado al frente de los populares tendrá su primera prueba de fuego. Albert Rivera desea medirse cuanto antes al PP para demostrar su empuje en una comunidad cuyo electorado ha estado tradicionalmente escorado a la izquierda. La última encuesta sólida situaba el pasado febrero al PSOE andaluz como el partido más votado con un 34% —una bajada de un punto—, y elevaba a Ciudadanos a la segunda fuerza por delante del PP, con ambos partidos por debajo del 20%. Sin embargo, los resultados de estas 1.200 entrevistas realizadas por el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía pueden haberse quedado viejos. En solo un año, el volátil escenario nacional —con la moción de censura a Mariano Rajoy— puede haber influido en el votante andaluz de manera decisiva. Hace tres años y medio, el PSOE obtuvo 47 diputados, por encima de los 33 del PP y los nueve de Ciudadanos. La mayoría absoluta está en 55 escaños.
La primera razón que ha alegado este lunes Díaz para convocar los comicios fue el riesgo de inestabilidad, pero justo después explicó que tras la ruptura del pacto de investidura por parte de Ciudadanos, la comunidad se quedará sin Presupuestos “expansivos” con los que gobernar Andalucía. Y la presidenta considera que ni el PP ni Podemos discutirán con ella las nuevas cuentas públicas, a pesar de que la formación de Pablo Iglesias le tendió recientemente la mano para alcanzar un acuerdo. La patronal andaluza ha alertado de que la incertidumbre electoral afecta al crecimiento económico, y Díaz se ha comprometido a consensuar con los empresarios y sindicatos las políticas necesarias para mejorar el mal dato del desempleo actual, en el 24%, muy por encima de la media española.
El PSOE andaluz ha esgrimido ante Díaz los sondeos internos, que en las últimas semanas le daban una mejoría en los resultados de 2015. La presidenta ha destacado que la convocatoria debería evitar coincidir con cualquier otra cita. Y ha resaltado la necesidad de tener unas elecciones “con acento andaluz” para que el debate se centre en los retos y problemas de esa comunidad. La presidenta mencionó el efecto del nutrido calendario electoral de 2019 de cara a posibles pactos de legislatura: “Celebrar elecciones en marzo supondría un obstáculo, vista la proximidad de elecciones como las municipales y las europeas”, recordó; “estas elecciones son importantes por sí mismas, aunque para otros sean un peldaño para alcanzar otros objetivos”, dijo en referencia a las aspiraciones de los cuatro líderes de los grandes partidos nacionales.
Despejado el fantasma de que la sentencia del caso ERE coincida con las andaluzas, la corrupción estará presente en campaña de igual forma: la Guardia Civil ha denunciado el gasto de 31.969 euros procedente de fondos públicos de la Consejería andaluza de Empleo en una docena de clubs de alterne entre 2004 y 2009. Los agentes han entregado al Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla un nuevo atestado sobre la fundación de la Junta Faffe (Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo), que refleja los movimientos de tres tarjetas oficiales con 43 pagos en locales de Sevilla, Córdoba y Cádiz, según ha informado el PP, personado en la causa. Díaz comparecerá el 8 de noviembre en la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos políticos del Senado, y allí será interrogada tanto por los ERE como por la Faffe.
Finezza en las relaciones con el PSOE, cuidado ante los frentes judiciales y dureza con Cataluña: frente a la búsqueda de puentes de Pedro Sánchez ante el desafío soberanista, Díaz tildó hace unos días de “hooligan” al president Quim Torra. En otras palabras: la campaña está ya en marcha.
La corrupción estará en campaña
En plena campaña de las elecciones de 2012 trascendió el gasto de fondos públicos en cocaína por parte del ex director general de Trabajo Javier Guerrero y su chófer. Ahora la historia se repite con distintos protagonistas y matices. Al igual que los ERE, el corazón de este nuevo escándalo reside en la Consejería de Empleo andaluza.
El atestado de la Guardia Civil sobre la Faffe desgrana 25.277 euros gastados en el club Don Angelo de Sevilla, otros 2.591 euros en el local Top Show Girls, 780 euros en La Casita, 1.930 euros en Bahía 2 y 1.390 euros en American Show de Córdoba. A los gastos en clubes de alterne los investigadores suman 22.554 euros en restaurantes, 19.371 euros en peajes y autopistas, 1.805 euros en hoteles y otras sumas menores en discotecas, gasolineras o talleres.
Todos estos gastos supuestamente irregulares se cargaron en ocho tarjetas, seis a nombre del exdirector de la Faffe, Fernando Villén, y otras dos cuyo titular era su hermano, Manuel Villén, exdirector de Administraciones Públicas de dicha fundación de la Junta, que presuntamente usó sus tarjetas para el pago de peaje de autopistas.
El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, ha tildado de “bacanales” la presencia de directivos en los locales de alterne y ha opinado —a las puertas del club Don Angelo, donde ha convocado a los medios— que Susana Díaz convoca elecciones en diciembre porque “quiere huir de la corrupción que la tiene cercada”. Moreno ha sumado a los ERE y la Faffe las imputaciones del alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y el presidente de la Diputación de Huelva y líder del PSOE en la provincia, Ignacio Caraballo. Además, el líder popular ha rechazado que exista inestabilidad, porque en el último pleno del Parlamento se aprobaron tres leyes “casi por unanimidad”.
El vicepresidente del Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios, ha replicado a Moreno que ve "lamentable" que el PP se haya trasladado a las puertas del antiguo prostíbulo para informar del atestado de la UCO de la Guardia Civil. "Lo que ha hecho hoy el PP no tiene nombre", ha lamentado.
Mientras, el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, ha avanzado que tanto Díaz como sus antecesores Manuel Chaves y José Antonio Griñán comparecerán en la comisión de investigación sobre la Faffe creada en el Parlamento y que se disolverá mañana tan pronto como se disuelva la Cámara. Marín ha sugerido que tras las elecciones se recuperará esta comisión de investigación y entonces será cuando comparezcan Díaz, Chaves y Griñán, estos dos últimos en el banquillo de los acusados del juicio de los ERE que celebra este año la Audiencia de Sevilla.
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