Charlín pide una indemnización por “los daños” que causó la policía en su casa
El narco fue detenido el pasado mes de agosto acusado de financiar un alijo de cocaína
El narcotraficante Manuel Charlín Gama, de 86 años, ha denunciado a los destrozos que ocasionaron los policías y guardias civiles al irrumpir con una maza en su chalé de Vilanova de Arousa (Pontevedra) para detenerle el pasado 8 de agosto. Charlín estaba en la lista de los presuntos financiadores de un cargamento de 2,7 toneladas de cocaína que horas antes había sido apresado en altamar cuando se dirigía a Galicia.
El patriarca del más famoso clan familiar de narcotraficantes de la ría de Arousa se encuentra en libertad provisional por esta operación. Esta vez acudió sin ningún abogado al juzgado de Vigo que instruye la investigación del alijo para entregar personalmente la denuncia redactada de su puño y letra. En ella reclama una indemnización de 3.895 euros, “por los daños innecesarios “ que supuestamente causaron los agentes, el reintegro de la pensión que le fue embargada tras su detención, y la devolución del teléfono móvil, además de una serie de documentos que le requisó la policía durante el registro.
Junto al manuscrito de la denuncia de dos folios, Charlín aporta un acta notarial de los destrozos de la vivienda. Explica que los agentes entraron en la casa a las ocho de la mañana y utilizaron una maza para tirar el portalón por el que se accede a la finca, la puerta principal de la vivienda, que tenía cerradura y contras de seguridad, y la de la habitación de su hijo Melchor, que también fue detenido en el mismo operativo e imputado por este alijo.
Charlín ha pedido que se le indemnicen por el coste de las tres puertas que, según afirma, tiraron abajo los agentes, “entre otros numerosos daños que puedo añadir y justificar”, dice en su denuncia. Además, solicita al juez instructor que se le devuelvan los objetos intervenidos por la policía durante el registro, “a destacar el teléfono móvil”, recalca Manuel Charlín.
El famoso capo alega que todo lo que se llevó la policía de su casa no tiene ningún interés para la investigación. “A consecuencia del registro se me ha incautado documentación y objetos que quiero que se me devuelvan porque una vez analizada dicha información, la posesión de ella así como de los originales es irrelevante para el juzgado y la buena instrucción del procedimiento”.
Esta es la quinta detención de Manuel Charlín desde que pisó por primera vez la cárcel el 12 de junio de 1990tras ser detenido en la Operación Nécora. El viejo patriarca —que ha pasado 20 años en prisión— y su hijo se encontraban en libertad condicional por un proceso abierto en 2010 por blanqueo de dinero. De los 28 detenidos en relación con este alijo, 12 entraron en prisión y el resto en libertad con cargos. Entre ellos Manuel Charlín y su hijo Melchor, de 57 años. Las dudas sobre el nivel de participación de los dos miembros del clan de Los Charlines en la última fase del transporte de la droga han incidido para su puesta en libertad.
La entrada de nuevos socios en este transporte de coca relegó a Los Charlines que habían negociado con este grupo de transportistas el envío de al menos otros dos alijos. Pero el que fuera el clan de referencia del narcotráfico en Galicia no pasaba por buenos momentos económicos y solo podía asesorar en las múltiples fórmulas de cómo camuflar los alijos por lo que el grupo buscó otros socios más solventes para fletar el envío.
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