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Interior investiga el posible uso de un dron para introducir droga y un móvil en la cárcel de Málaga

El ministerio trata de confirmar el uso por primera vez de este tipo de aeronave

Prisión provincial en Alhaurín de la Torre en Málaga.
Prisión provincial en Alhaurín de la Torre en Málaga. julián rojas

El Ministerio del Interior ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias que rodean la aparición este martes de 296 gramos de hachís y un teléfono móvil con dos cargadores en un patio del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre. Fuentes penitenciarias ligan el hallazgo con el vuelo no autorizado que realizó en la tarde del lunes un dron sobre la prisión. Un portavoz del Ministerio del Interior confirmó a EL PAÍS los dos incidentes y la apertura de una investigación, aunque señaló que aún no existen elementos que relacionen uno con otro. De confirmarse, sería la primera que se detecta en una cárcel española la entrada de productos prohibidos mediante estos ingenios voladores.

La droga y el terminal telefónico fueron descubiertos en varios paquetes localizados a primera hora de la mañana en un rincón de uno de los patios de la prisión. El hachís aparecía dividido en tres paquetes de aproximadamente 100 gramos cada uno envueltos en celofán y con una hoja de árbol como marca. Uno de ellos aún conservaba dos pequeños ganchos supuestamente utilizados para ser transportados por un dron, según detallas fuentes penitenciarias. El teléfono móvil fue descubierto recubierto de material plástico para protegerlo en la caída, según detallan las mismas fuentes. Los teléfonos móviles son una de las grandes preocupaciones en materia de seguridad dentro de las cárceles. Su tenencia y uso está terminantemente prohibida, pese a lo cual desde el año 2000, el primero del que hay estadísticas, Instituciones Penitenciarias se ha incautado de 17.140 de estos ingenios a reclusos. En 2017 fueron 1.383.

Tras el hallazgo, la dirección de la prisión malagueña abrió una investigación que ha incluido la revisión de las cámaras de videovigilancia del perímetro y la toma de declaración tanto de funcionarios de prisiones que en aquel momento estaban de guardia como de los guardias civiles que formaban el equipo de seguridad del recinto. Varios de ellos han coincidido en señalar que poco antes del hallazgo, vieron sobrevolar la prisión un dron, aunque ninguno observó directamente que dejara caer ningún paquete en el interior del recinto. La revisión que se hizo posteriormente de los patios no permitió localizar ningún objeto sospechoso, destacan desde Interior. Las imágenes recuperadas de las cámaras no recogen la presencia de dichos ingenios ya que están enfocadas hacia el suelo y, por tanto, no graban lo que sobrevuela el recinto, añaden estas fuentes.

Hasta ahora, no se había detectado el uso de drones para colar productos prohibidos en cárceles españoles, aunque sí en otros países. El pasado diciembre, la policía del Reino Unido detuvo a ocho personas que utilizaban estos dispositivos para colar droga, teléfonos móviles, tarjetas SIM e, incluso, armas en, al menos, seis cárceles británicas, La investigación reveló que realizaron 49 vuelos con destino al interior de prisiones británicas transportando productos valorados en más de un millón de euros.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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