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El vídeo que muestra el verdadero ‘Marisquiño’ que acabó en desastre por el abandono político

Mientras el Puerto de Vigo responsabiliza ahora al festival, los organizadores publican las imágenes positivas del evento "dedicadas" a los 467 heridos

Toda la fiesta que precedió al desastre. Los organizadores del Festival O Marisquiño de Vigo acaban de hacer público su vídeo oficial del evento, "dedicado a todos los heridos del accidente" y a todos los que les han "mostrado su apoyo y solidaridad". Este mensaje final y el título elegido, No more, que coincide con el del tema musical de The Qemists que acompaña las imágenes recogidas por 10 cámaras, son las únicas referencias al siniestro que en la medianoche del domingo 12 segó el fin de fiesta. Antes de que O Marisquiño acaparase los principales titulares de la prensa española, habían transcurrido tres días de espectaculares acrobacias, grafitis y conciertos a lo largo y ancho del centro y el corazón portuario de la mayor ciudad de Galicia.

El trabajo audiovisual que resume la 18ª edición del festival de deportes urbanos llega un día después de que O Marisquiño anunciase su propósito de continuar celebrándose en Vigo y de que, ayer por la tarde, la Autoridad Portuaria diera un giro de timón y señalase directamente a la organización, la empresa Ulises Project, como responsable. "Es obvio que la inspección de las infraestructuras que se usan para ver si son adecuadas a los eventos que se proponen son responsabilidad de los usuarios y organizadores", defendía con una enrevesada frase en un comunicado el organismo dependiente de Fomento. O Marisquiño asegura desde la semana pasada que había presentado el necesario plan de autoprotección y que todo estaba en regla por su parte. "El festival ha cumplido todas las obligaciones legales y de seguridad necesarias para desarrollar un evento de estas características", reivindicaba ayer mismo. "Lamentamos algunas informaciones confusas y malintencionadas que han surgido estos días, en las que se ha llegado a cuestionar la existencia de un plan de autoprotección o la responsabilidad del festival en la revisión de las infraestructuras públicas", continuaba la organización en su defensa.

Pocas horas después, y como si calcasen ciertas expresiones de la misma oración, el Puerto de Vigo respondía atacando al festival: "Lamentaríamos mucho que, por parte de esa organización, no se asuman las responsabilidades propias de una organización empresarial con ánimo de lucro, que realiza esos eventos a su riesgo y ventura, y que recibe además importantes subvenciones públicas". La semana anterior, de principio a fin, y en medio de un enfrentamiento abierto en busca de culpables entre el Ayuntamiento de Vigo y el puerto, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, hacía declaraciones a El País en las que reconocía que la entidad que dirige no había llevado a cabo inspecciones técnicas en el muelle de hormigón armado que se había venido abajo. La investigación judicial (que busca pruebas de un delito de lesiones imprudentes sobre el que ya hay 66 denuncias individuales en la policía nacional) apunta como causa del flagrante deterioro de la infraestructura portuaria la falta de mantenimiento en un medio tan agresivo como es el mar.

Ante este aparente cambio de estrategia, esta mañana el portavoz municipal de En Marea en Vigo, Rubén Pérez, ha acusado tanto al alcalde socialista, Abel Caballero, como a López Veiga (PP), de "eludir responsabilidades" y mantener "reuniones clandestinas" hasta haber cimentado un "evidente pacto" para tratar de salvarse mientras la juez del caso indaga qué Administración debía hacerse cargo del muelle y el paseo. Forman "una UTE", ha proclamado Pérez, con acuerdos "por debajo de la mesa".

El vídeo No More, dirigido por Manu Viqueira, recoge escenas de las competiciones deportivas, amparadas por tres federaciones internacionales (World Cup Skateboarding, Federación Internacional de Baloncesto y FMB de Dirt Jump), y de un público que año tras año ha ido creciendo y que en 2017 sumó 160.000 personas. En las imágenes se contemplan las instalaciones y rampas que invaden la zona portuaria durante el festival, incluido el extremo del paseo marítimo que se hundió hace dos domingos durante el concierto de clausura de Rels B en el escenario Super Bock. Todo ello, antes de que el suelo de la zona más turística de la ciudad gallega desapareciese bajo los pies de 500 personas saltando a ritmo de hip hop.

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