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Conil persigue el desmadre en las despedidas de soltero

Sancionará con multas de hasta 3.000 y perseguirá que locales, empresas y alojamientos dedicadas a estas fiestas cumplan con la ley

Chicas en una despedida de soltera en Tarifa (Cádiz).
Chicas en una despedida de soltera en Tarifa (Cádiz).JUAN CARLOS DEL TORO
Jesús A. Cañas

Grupos de hombres engalanados con disfraces estrambóticos, borrachos y del brazo de una muñeca hinchable; corros de mujeres coronadas con diademas de atributos sexuales y a gritos en la noche. Es el desmadre de las despedidas de soltero al que Conil de la Frontera (Cádiz) ha decidido plantar guerra sin cuartel. En el turístico y costero pueblo, de 22.200 habitantes, han dicho basta a vestimentas obscenas, ruidos y fiestas sin control que alteren la convivencia de sus vecinos.

El Ayuntamiento ha anunciado este miércoles un conjunto de medidas para acabar con este tipo de fiestas que van desde la aprobación nueva ordenanza urbana hasta la persecución de locales, empresas y alojamientos que las acogen con el fin de asegurarse que cumplen con la legalidad. El Consistorio ya fue una de las primeras localidades de España en intentar poner coto "a este problema de una forma específica", tal y como recuerda la institución en un comunicado. Cansados de la profusión y desafuero de este tipo de eventos, en 2015, su regidor, Juan M. Bermúdez (IU), decidió intensificar su control con la ordenanza que regía entonces a la localidad.

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Sin embargo, en estos años, tanto el propio Ayuntamiento como la policía local se dio de bruces con la complejidad de aplicar la normativa existente con determinadas actitudes incívicas, propias de algunas despedidas, como los disfraces, el ruido o el botellón. De ahí que en el Consistorio hayan decidido redactar una nueva Ordenanza de Convivencia Ciudadana que ya está en vigor. Se aprobó a finales del año pasado y, con la llegada del verano y las primeras despedidas masivas del año, ya han empezado a aplicar.

"Con ella hemos afinado y apuntalado legalmente lo que se puede controlar ya que antes había muchos vacíos legales", explica el alcalde. Ahora la policía local multará "a los causantes de molestias, desórdenes, retirarles materiales con los que los causan, como megáfonos o equipos de música". Como medida disuasoria, la ordenanza contempla "imponer sanciones que pueden llegar a los 3000 euros", según explican desde el Consistorio. Y hay más, como detalla el alcalde: "Ahora podemos controlar por medio de esta ordenanza a aquellas personas que van disfrazadas con elementos indecorosos".

También están dispuestos a controlar los ruidos que se producen en el interior de propiedades privadas como pisos de alquiler y que "antes podían quedarse sin sancionar si no había una medición", como ejemplifica el regidor. La premisa es clara y Bermúdez la resume: "Que nadie se llame a engaño, venir a Conil en busca de diversión sin control y molestando a residentes, turistas y visitantes, puede salir muy caro económicamente a los causantes de tales molestias". Tanto es así que tan solo este pasado fin de semana los agentes han sancionado a más de 30 integrantes de despedidas de soltería con multas cuyo importe total no ha trascendido.

Además de la normativa, en el Ayuntamiento han decidido estrechar también el cerco contra todos los negocios que participan de la oferta de este tipo de fiestas por medio de distintos controles que garanticen que cumplen la ley o están al día con el fisco. De entrada, van a iniciar una rueda de contactos con restaurantes, locales y alojamientos que colaboran con estos promotores para invitarles a que acaben con esta línea de negocio. "Si vienen -por los integrantes de las despedidas- a nuestra localidad es porque ven cumplidas sus expectativas de ocio y diversión, de otra forma dejarían de venir, y la tolerancia de estas empresas y establecimientos perjudica a toda la población y a nuestro turismo", puntualiza tajante Bermúdez.

Igualmente en el Consistorio actuarán contra las agencias de viajes que traen las despedidas al pueblo. Vigilarán "su actividad, horarios o licencias y, en caso de ser apercibidos y reiterarse en el incumplimiento de alguna norma, se procederá a su cierre inmediato". Para los alojamientos donde pernoctan estos grupos, usualmente viviendas y casas de alquiler vacacional, el Ayuntamiento también anuncia que informará a la Junta de Andalucía (competente en materia de Turismo) y al Ministerio de Hacienda de su actividad ante "la posibilidad que se trate de oferta clandestina, o se incumplan las condiciones de plazas máximas o reservas".

En el sector empresarial de Conil han acogido toda esta batería de medidas con opiniones contrapuestas. Juan Manuel Rodríguez, propietario de Alojamientos Anca Conil, es uno de los que se muestra "totalmente a favor". "Buscan pernoctaciones cortas, tampoco quieren excelencia gastronómica y desean abaratar costes como sea. No creo que sea el modelo de turismo que pueda interesar a Conil", confiesa el empresario.

Pero no lo ve igual Ramón González, precisamente uno de los organizan despedidas de soltero en el pueblo. El empresario de 'Despedidas Conil' resalta más bondades de este tipo de fiestas: "Dejan dinero tanto en la localidad, como en los alrededores. Al fin y al cabo es turismo y creo que es difícil coartar un evento como tal".

¿Control o prohibición?

Con todo, González se muestra a favor de establecer medidas que eviten desmadres y que eviten la ilegalidad: "Nosotros informamos en nuestra web de que no se usen ni disfraces obscenos ni se cause molestias a los vecinos". Un coto que el presidente de la asociación de hosteleros de Cádiz Horeca, Antonio de María, también bendice, pero con condiciones: "El Ayuntamiento tiene que regular las actividades, pero no prohibirlas. Se debería respetar la urbanidad. Lo lamentable es que un Consistorio se vea obligado a tener que prohibir algo en concreto y por escrito".

Conil no es la única que sufre los estragos de unas celebraciones que han ido al alza en los últimos años y que suelen repetir un patrón: grupos de amigos que organizan viajes a otras ciudades en homenaje al casamentero y en los que las actividades de ocio y la fiesta son la nota característica. Con esa premisa, la red se ha llenado de páginas que ofertan actividades que van desde pruebas deportivas, cenas, estriptis, paseos en barco o en limusina. "En sí no son malas, forman parte de la vida de una ciudad. El problema es cuando se convierten en una patente de corso para hacer de todo", reconoce De María.

En esa oferta, localidades como Conil, Sevilla, Granada, Salamanca, Logroño, Mojácar (en Almería) o Tarifa (también en Cádiz) se han convertido en destinos preferidos de estas fiestas. Todas ellas ya se han sumado a establecer cortapisas a las despedidas de una u otra forma. En casos como el de Tarifa, se han conformado con aplicar con dureza las normativas que ya tenían. En otras ciudades como en Logroño, Salamanca o Mojácar, apostaron por la creación o modificación de las ordenanzas municipales con la idea de controlar aspectos como los que ahora ha regulado la localidad gaditana.

Sin embargo, no siempre les ha resultado fácil mantener en pie estas normativas. Justo cuando en Logroño se planteaba aplicar el mismo articulado que Salamanca, en la segunda ciudad sufrieron el revés de la Justicia. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) anuló, en abril de 2018, justo la parte de la Ordenanza para la Protección de la Convivencia Ciudadana que se refería a la prohibición de por los espacios públicos con "vestimentas que atenten contra los derechos fundamentales" y "parcialmente desnudo". La sentencia se refirió a la vaguedad en la catalogación de las vestimentas o en las partes a las que hacían referencia el desnudo.

De momento, en Conil este pasado fin de semana ya una treintena de visitantes en despedidas de solteros han probado el nuevo poder sancionador del Ayuntamiento. Y todo hace indicar que la cifra de sancionados seguirá aumentando de aquí al final del verano. El tiempo dirá si, como ocurrió en Salamanca, la ordenanza acaba tumbada por un recurso ante los tribunales. Entre tanto, en la localidad gaditana, celebrar en exceso el fin de la soltería puede salir caro.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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