Una historia de penas menguantes

El tribunal del caso Gürtel condenó el jueves a Francisco Correa a 51 años y 11 meses de cárcel, pero no estará tanto tiempo en prisión. Tampoco Luis Bárcenas, ni el resto de los principales condenados en el mayor juicio contra la corrupción celebrado hasta ahora en España. El Código Penal les permite reducir el tiempo máximo que estarán en prisión aunque sigan sumando condenas en los juicios en los que aún se tendrán que sentar en el banquillo. El artículo 76 fija que el tiempo máximo de cumplimiento efectivo de una condena no podrá exceder del triple de la que se imponga por el delito más grave.

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Calculadora en mano, los abogados de los condenados —16 de los cuales acudirán este lunes a la Audiencia Nacional para saber si deben ingresar ya en prisión— ya han hecho las cuentas sobre la perspectiva del tiempo de cárcel al que se enfrentan sus clientes. A algunos, como al propio Correa, la rebaja es considerable. El delito más grave por el que ha sido condenado, el de cohecho en concurso con falsedad documental, está penado con cinco años de cárcel. Por tanto, el máximo de pena que cumpliría serían 15 años. No obstante, en su caso esa pena máxima se elevará hasta los 18 años porque en una sentencia anterior, la del caso Fitur —ya firme tras confirmarla recientemente el Tribunal Supremo—, fue condenado por un delito más grave, el de malversación, castigado con seis años. Idéntica es la situación de su lugarteniente, el exdirigente del PP de Galicia Pablo Crespo. Condenado ahora a 37 años y seis meses, la reducción a 15 años se verá frustrada por la sentencia del caso Fitur. No obstante, ambos recortarán a esos 18 años el tiempo pasado en prisión preventiva —más de tres años en el caso de Correa— y el que llevan de cumplimiento de la otra condena.

También Bárcenas podrá recortar los 19 meses que pasó encarcelado por decisión del juez Pablo Ruz. En su caso, la reducción legal de la condena es menor que la de sus compañeros de banquillo. Los 33 años y cuatro meses impuestos se quedan en 18 años al estar penado con seis años el delito de blanqueo, el más grave de los 12 de los que ha sido considerado culpable. A su esposa, Rosalía Iglesias —condenada a 15 años y un mes— le esperan nueve años entre rejas.

De 38 a 18 años

También 18 años de cárcel esperan a Alberto López Viejo, exconsejero de los Gobiernos de Esperanza Aguirre; y al exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, condenados a 31 y 38 años de cárcel respectivamente. Al contable de Correa, José Luis Izquierdo (17 años y siete meses), y a la también empleada de la trama Isabel Jordán (14 años y 10 meses) el horizonte penal es de 12 años. En nueve años se queda el de Luis de Miguel Pérez (12 años y 9 meses), administrador de las sociedades del cabecilla. Y en seis, el del abogado Antonio Villaverde (ocho años y dos meses).

El menos beneficiado por el artículo 76 del Código Penal es Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón y exmarido de Ana Mato. Los 14 años y cuatro meses que le ha impuesto el tribunal permanecen inalterables ya que por el delito más grave por el que ha sido condenado, cohecho, se le ha impuesto una pena de cinco años, cuyo triple es superior a la pena. Tampoco recortan mucho los exconcejales de Majadahonda Juan José Moreno (de 15 años y dos meses pasa a 15 años) y José Luis Peñas, quien destapó la trama. En su caso, los cuatro años y nueve meses de cárcel se quedan en tres años y seis meses de cumplimiento efectivo.