La sentencia agrava la crisis del PP a un año de las elecciones de 2019
Dirigentes populares reclaman una reacción política a Rajoy y a la dirección nacional
Crisis total. La sentencia del caso Gürtel, que convierte al PP en el primer partido de ámbito nacional condenado como partícipe a título lucrativo de una trama corrupta, ha confirmado los peores augurios de los integrantes de la dirección nacional de la formación conservadora. La decisión judicial, que el PP recurrirá, complica todos los preparativos para la campaña de las elecciones locales, regionales y europeas de 2019; dificulta el futuro de Mariano Rajoy como candidato en las generales de 2020, al poner en duda su credibilidad y afectar a personas que gozaron de su confianza (como Luis Bárcenas o Ana Mato); y deja a los dirigentes populares atenazados por el temor a las futuras réplicas del cataclismo. Con la sentencia de este jueves, queda confirmada la existencia de una caja b en el partido.
El Gobierno se desmarca al decir que la sentencia no le afecta "en modo alguno"
"Los hechos a los que hace referencia [la sentencia del caso Gürtel] no afectan en modo alguno a este ejecutivo, que ha aprobado en los últimos años el mayor paquete de reformas para luchar contra la corrupción".
Esa ha sido la reacción de urgencia del Gobierno de Mariano Rajoy a la sentencia del caso Gürtel, de la que La Moncloa recalca que no afecta a "nadie de la dirección del PP, ni de la actual ni de las anteriores".
Sin embargo, el tribunal condena como partícipe a título lucrativo a Ana Mato, que fuera ministra de Sanidad durante el primer gobierno de Rajoy.
“El discurso por el éxito de aprobar los Presupuestos no nos ha durado ni 24 horas”, ha resumido un miembro de la dirección nacional, que ha apuntado a la posibilidad de convocar una convención interparlamentaria antes del verano para que el PP recupere impulso político. “Rajoy tenía una agenda económica muy atractiva para nuestro electorado, pero ese éxito de los Presupuestos queda amortizado porque ahora todo se centra en Bárcenas, Lezo y Púnica”, ha seguido. “Y así hasta 2019, ¿cómo vamos a levantar cabeza?”.
"La duda es si hemos tocado fondo, o hay más asuntos de corrupción que van a seguir saliendo", ha lamentado un importante dirigente del partido sobre los casos Gürtel, Lezo, Púnica, Brugal o Zaplana. "Si esto sigue así, es imposible recuperar [terreno electoral]", ha añadido.
"La gente del PP está harta, porque somos mucho más que esta cuadrilla de sinvergüenzas", ha opinado un dirigente regional popular. "La dirección nacional tiene que reaccionar, porque la marca del PP está dolida aunque esto venga de otra época", ha añadido. "Dejar pasar el tiempo ya no es la solución. Necesitamos un revulsivo. El PP debería convocar un congreso extraordinario entre septiembre y octubre para hacer un reseteo del partido. Tenemos que hacer un punto final", ha pedido. Y ha subrayado: "Vamos en un tren al que los pasajeros no se quieren subir, sin que eso quiera decir que el maquinista sea parte del problema [por Rajoy]. Y solo con ese reseteo nos podemos recuperar antes de las elecciones municipales y autonómicas".
La sentencia establece que el PP se benefició de la trama, y le condena, como persona jurídica, a pagar 245.492 euros. Al tiempo, el partido afronta el desgaste que supone la decisión de los jueces sobre personas que durante años ocuparon cargos de la máxima importancia en sus filas. Un lastre pesadísimo que amenaza con penalizar aún más las expectativas electorales del PP, hundido en los sondeos por el auge de Ciudadanos y el impacto continuo de las revelaciones relacionadas con los casos Gürtel, Lezo, Púnica, Brugal o Zaplana.
Bárcenas, que fuera tesorero del PP, ha sido condenado a 33 años y cuatro meses de cárcel, además de a una multa de más de 44 millones de euros. Jesús Sepúlveda, que fuera senador y alcalde de Pozuelo (Madrid), afrontará 14 años y cuatro meses de cárcel. Alberto López Viejo, consejero estrella del Gobierno de la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre, a 31 años y nueve meses. Y Ana Mato, fiel consejera de Rajoy, e integrante durante años de su círculo privado, deberá afrontar el pago de 27.857,53 euros como partícipe a título lucrativo de la trama. Además, Rosalía Iglesias, esposa del extesorero del partido, ha sido condenada a 15 años de cárcel. Por tanto, sigue viva la amenaza de que el exdirigente “tire de la manta” con nuevas revelaciones que pudieran afectar a altos cargos.
"Los hechos que se han juzgado se circunscriben a las elecciones municipales de 2003 en los Ayuntamientos de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, dos localidades madrileñas de los más de 8.000 Ayuntamientos que hay en España", ha argumentado el partido de Mariano Rajoy en un comunicado. "A este respecto, el Partido Popular nacional no puede conocer los gastos extracontables en los que incurra algún candidato a título individual", ha añadido. Y ha explicitado: "El Partido Popular en ningún caso conocía los hechos. El Partido Popular ha cumplido y cumple con su compromiso en la lucha contra la corrupción y ninguno de los condenados por este proceso está ya en el partido. Ningún miembro de la dirección actual o direcciones pasadas ha sido imputado en esta causa, y algunos acudieron al juicio como testigos, lo que acredita una absoluta falta de responsabilidad en los hechos juzgados".
"No estamos hablando de una responsabilidad penal. El PP no ha sido imputado ni procesado y está [en la sentencia] a efectos de responsabilidad civil", ha valorado el coordinador nacional del partido, Fernando Martínez-Maillo. "Tiene que resarcir los gastos que hicieron terceras personas", ha añadido. Y ha rematado: "No estamos hablando de financiación irregular. En lo que respecta al PP, es una sentencia equivocada".
Sin embargo, el tribunal explica en la sentencia que el PP ostenta un único NIF en el tráfico jurídico y que por ello está obligado a resarcir el daño en lugar de sus grupos municipales.
"Yo creo que esto estaba amortizado", afirmó un representante regional en pleno ascenso en la estructura nacional. "Algunas condenas me parecen una barbaridad", siguió. "Y queda absolutamente claro que lo del PP es por subsidiario de lo hecho en Majadahonda y Pozuelo, sin ninguna implicación de la dirección nacional ni de la regional".
Antes de conocer la decisión, el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, describió las tramas de corrupción que han afectado a su formación como “casos aislados”, aunque reconoció que le "hacen mucho daño". El líder, que declaró como testigo durante el juicio de la Gürtel, también se refirió en las últimas semanas a la posibilidad de que su partido fuera condenado como partícipe a título lucrativo de la trama. Eso, argumentó Rajoy, sería castigar al PP “por algo que no conocía”. “Eso es ser partícipe a título lucrativo”, aseguró. “Y ser condenado por algo que no se conocía no es algo que pueda merecer el mismo reproche que ser condenado por algo que sí conocía y en lo que había participado”, resaltó.
El caso de Ana Mato
Sin embargo, ese no fue el tono con el que los dirigentes populares se prepararon durante las últimas semanas para la publicación de la sentencia.
“Vienen días muy duros”, fue el mensaje compartido por integrantes de la dirección nacional, que lamentaron “el desgaste” que supone para el partido el goteo continuo de casos de corrupción protagonizados por personas que defendieron sus siglas. Durante los últimos días, esas reflexiones acompañaron a noticias positivas para los intereses del PP, como el último CIS, que le mantuvo en primera posición; o la aprobación de los Presupuestos de 2018. Frente a esos hitos, ningún dirigente relevante del partido se llamó a engaño: todos coincidieron en que la sentencia de la Gürtel lo taparía todo, manteniendo la sensación de que el partido está en una crisis permanente.
Como primera medida de reacción, el PP intentó convertir las revelaciones en un asunto del pasado. Son episodios de la etapa de José María Aznar, aseguraron desde la sede nacional de Génova, donde se recrimina al expresidente que no rompa su silencio e intervenga en público para asumir su responsabilidad en el nombramiento de los altos cargos que han sido investigados por corrupción. Pasó con el caso de Zaplana y se ha repetido con el de Bárcenas, Sepúlveda o Mato. El PP argumenta que la sentencia de este jueves se refiere a los años 1998-2003, cuando Aznar presidía la formación conservadora.
No obstante, ni Zaplana ni Mato son ajenos a la etapa de Rajoy en el partido. El primero fue portavoz parlamentario entre 2004 y 2008, cuando el actual presidente ya dirigía el PP. Y la segunda, durante años integrante de su círculo más próximo, fue ministra de Sanidad de su Gobierno (2011-2014); vicesecretaria de Organización (2008-2012); coordinadora (2004-2008), eurodiputada (2004-2008) y diputada (2008-2016). De hecho, la vinculación de Mato con el PP de Rajoy sigue vigente: es asesora popular en el Parlamento Europeo. Una razón más para la preocupación de los actuales consejeros del presidente.
La sentencia de la Gürtel afecta a los mismísimos cimientos del PP y los hace temblar justo en el peor momento para sus intereses: Ciudadanos ya compite de tú a tú por seducir al electorado de centro derecha y solo queda un año para las elecciones municipales, autonómicas y europeas.
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