“Mi hija puso tres denuncias contra ese monstruo”, dice el padre de la mujer asesinada en Burgos por su expareja
El agresor quebrantó la orden de alejamiento para propinar una brutal paliza a la víctima
Más de un centenar de personas, amigos, familiares y conocidos, han despedido hoy a Silvia P. M., la mujer de 34 años que murió tras sufrir una paliza que supuestamente le propinó su expareja la madrugada del pasado domingo en plena calle del barrio de Gamonal, en Burgos. El padre de la víctima ha tomado la palabra en la capilla de la Funeraria San José de Burgos, abarrotada, para asegurar que la fallecida había presentado tres denuncias contra el hombre acusado de asesinarla. El agresor violentó una orden de alejamiento para perpetrar su crimen.
La víctima ha recibido el último adiós entre lágrimas, sollozos e indignación, que ha estallado cuando su padre ha tomado la palabra una vez que ha terminado el funeral, resaltando que su hija era una chica "muy dulce y buena, que no ha muerto, ha sido asesinada".
"Los políticos deben actuar cuanto antes" porque "mi hija había interpuesto tres denuncias contra este monstruo", ha manifestado el progenitor, al tiempo que ha pedido a los jueces que "tomen decisiones con sentido común, si no terminaremos tomándonos la justicia por nuestra cuenta", ha concluido, mientras los asistentes apoyaban sus palabras con un aplauso.
Según la Delegación del Gobierno en Castilla y León, la agresión se produjo en la madrugada del domingo sobre la 1.30, cerca de un bar situado en el barrio de Gamonal en la zona de la Inmaculada, donde la víctima y su agresor se encontraron. Poco después, unas personas hallaron en las inmediaciones de este local a la mujer, tirada en el suelo, entre los coches, tras haber sufrido una brutal paliza y con graves heridas
Silvia P.M. falleció sobre las 21.00 del domingo en el Hospital Universitario de Burgos, después de que la madrugada anterior recibiera en la calle una brutal paliza supuestamente a manos de su expareja, un hombre de 36 años de origen colombiano sobre el que pesaba una orden de alejamiento. El subdelegado del Gobierno en Burgos, Roberto Sáiz, ha calificado de "extrema" y "dura" la paliza. El supuesto autor permanece detenido, a la espera de pasar a disposición judicial.
Unas 5.000 personas se manifestaron el lunes por la tarde en Burgos para clamar por "una vida digna y sin miedo" y condenar el asesinato de Silvia P.M.
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