Rota será un cuartel estratégico de la UE tras el ‘Brexit’
La base gaditana disputa con Roma el mando de la Operación Atalanta contra la piratería
Rota ya es la mayor base de la Armada española y, probablemente, de la US Navy en el sur de Europa. Tras el Brexit, en marzo próximo, se convertirá también en uno de los cinco cuarteles generales estratégicos (OHQ) de la UE, en sustitución de Northwood (Reino Unido), lo que supondrá una inversión de 1,5 millones y la incorporación de unos 50 militares europeos. Rota aspira también a relevar a Northwood al mando de operación Atalanta de lucha contra la piratería.
El ejercicio Milex 18, que se desarrolla desde el pasado 13 abril hasta el próximo miércoles, servirá para certificar a Rota como cuartel general operacional de la UE, listo en todo momento para ejercer el mando de cualquier misión u operación en el marco de la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD).
Nadie duda de que Rota superará con creces el examen ya que la base naval, que alberga cuatro destructores lanzamisiles estadounidenses y el cuartel general de la Flota española, está preparada para misiones más exigentes que las “no ejecutivas” a las que se limita la UE. Coincidiendo con este ejercicio, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, junto a una amplia delegación de diplomáticos y representantes militares de la UE y la OTAN visitará este lunes la base.
Con su designación, Rota se sumará a otros cuatro cuarteles generales que ya tiene la UE: París (Francia), Postdam (Alemania), Larissa (Grecia) y Roma (Italia). Y sustituirá a Northwood, cuando Reino Unido salga de la Unión. Estos cuarteles están a mitad de camino entre el Estado Mayor de la UE, en Bruselas, y al mando de la fuerza en el teatro de operaciones.
Defensa estima en 1,5 millones la inversión necesaria para acomodar el nuevo cuartel general, en el que trabajarán 95 militares, la mitad españoles y el resto de los 26 países socios. Gran parte del coste lo pagará la UE, según las fuentes consultadas.
Pero España no quiere que Rota sea un cuartel general solo sobre el papel o inactivo y pretende que herede de Northwood el mando de la Operación Atalanta de lucha contra la piratería, que desde 2009 desarrolla la UE en el Cuerno de África.
Esta aspiración tropieza, sin embargo, con la competencia de Italia, que quiere llevarse el mando de Atalanta a Roma, desde donde se dirige la Operación Sophia de lucha contra el tráfico de inmigrantes en el Mediterráneo central. El argumento italiano es que agrupar las dos misiones en un mismo cuartel general facilita las sinergias y ahorra costes. Justo lo contrario de lo que argumentó en su momento para oponerse a que Sophia se dirigiera desde Northwood.
Consciente de que la batalla no está ganada, España se ha buscado un poderoso aliado. Según adelantó Abc, Cospedal y su homóloga francesa, Florence Parly, remitieron el pasado 28 de marzo a la Alta Representante de la UE, Federica Mogherini, una carta en la que presentaban la candidatura conjunta de Rota, que asumiría el mando de la EUNavfor Somalia, y la base francesa de Brest, que se haría cargo del Centro de Seguridad Marítima del Centro de África (MSCHOA). Este centro, también ubicado en Northwood, vigila permanentemente el tráfico marítimo desde el golfo de Adén hacia el mar Rojo.
España considera que tiene argumentos sobrados para reclamar el mando de la Operación Atalanta. No solo fue uno de los más firmes impulsores de su puesta en marcha, sino que ha sido el único país que ha mantenido una presencia permanente en el teatro de operaciones, con la participación de 37 buques de la Armada y 31 destacamentos del Ejército del Aire durante la última décda. Actualmente, España aporta el buque de aprovisionamiento Patiño y un avión de patrulla marítima P3 Orion desplegado en Yibuti.
Más allá de la Operación Atalanta, España es el único país que ha participado en todas las operaciones de la UE y en este momento es su mayor contribuyente: un 30% de tos los efectivos de las misiones militares europeas son españoles.
La base de Rota tiene, además, acreditada su “eficacía, experiencia, accesibilidad, seguridad y garantía de disponibilidad”, en palabras del jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Fernando Alejandre.
Los expertos coinciden en que el traslado a Rota del mando de la operación Atalanta sería lo más lógico desde el punto de vista militar y lo más justo desde el punto de vista político. Pero el Ministerio de Defensa no se fía y por eso ha buscado la complicidad de Francia y el apoyo de Alemania. La última palabra la dirá, previsiblamente en mayo, la italiana Mogherini.
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