El 19,2% de los declarantes marcaron la casilla católica en Cataluña, 14 puntos por debajo de la media
Hacienda dará 256,21 millones a los obispos por la equis eclesiástica en el IRPF de 2017
“Hay hasta una tesis doctoral buscando respuesta; estamos analizándolo”. Con esta frase despachó este martes el vicesecretario general para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, el aspecto más llamativo de la liquidación tributaria que el Ministerio de Hacienda hace sobre las asignaciones de los fieles católicos a su Iglesia a través de la casilla eclesiástica del impuesto de la renta (IRPF) de 2017, los datos en Cataluña. Los obispos ingresan en España por ese concepto 256,21 millones, pero ven cómo desciende el porcentaje de asignaciones de sus fieles en todas las comunidades autónomas. En el caso de Cataluña, el dato es clamoroso: Apenas un 19,2% de los declarantes marcaron en esa comunidad la equis en favor de su Iglesia, frente el 45,94% en Castilla-La Mancha, 45,37% en La Rioja, 44,70% en Extremadura, 43,96% en Murcia, 43,26% en Castilla y León y el 39,4 en Andalucía.
El País Vasco, el otro territorio con fuerte tendencia nacionalista, está también en porcentajes muy bajos, pese a su tradicional catolicismo. En Guipúzcoa, por ejemplo, apenas el 22% de los contribuyentes católicos marcaron la citada casilla eclesiástica.
Preguntado sobre si las posturas de algunos obispos, frailes y sacerdotes ante la crisis catalana, o determinadas declaraciones en 13TV (emisora episcopal) o la Cope (su cadena de radio) han podido influir en la desafección de los contribuyentes, Barriocanal reconoció que no tiene la respuesta. “Hay componentes técnicos, pero somos conscientes de que la Iglesia tiene que renovar, permanentemente, su mensaje, y contar lo que hace. Tenemos que trabajar para enterarnos de qué estamos haciendo mal y qué estamos haciendo bien", recalcó.
La Conferencia Episcopal invierte cada año en torno a cuatro millones en propaganda para promover su equis en el IRPF. Por primera vez en la última década, la campaña ha fracasado. En 2017, sobre el ejercicio fiscal de 2016, último liquidado, descienden un 1,39% las asignaciones mediante la equis. Sin embargo, los ingresos totales aumentan, hasta sumar 256,21 millones (249,1 hace un año). Es la cifra que debe ingresar el Ministerio de Hacienda en una cuenta corriente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que lo reparte entre las diócesis para salarios de obispos y sacerdotes, y para el culto católico.
El gerente de la CEE, que es también presidente de la COPE, reconoció en conferencia de prensa no estar “contento ni satisfecho” con estos datos, pese a que su confesión recauda más que nunca desde que en 2007 el Gobierno socialista que presidía José Luis Rodríguez Zapatero incrementó un 37% la cuota fiscal dedicada a la Iglesia católica a través del IRPF. Desde entonces, los obispos ingresan por ese concepto entre 100 y 150 millones más cada año, sin que los católicos pongan nada de su bolsillo. Lo subrayó Barriocanal con estas palabras, para explicar el descenso de equis por primera vez desde 2007. “Implica la necesidad de renovar el esfuerzo por dar a conocer este mecanismo que permite decidir el destino de una pequeña parte de los impuestos, sin que paguemos más o nos devuelvan menos”.
El número de asignaciones en favor de la Iglesia ha sido de 7.112.844. Si se tienen en cuenta las declaraciones conjuntas, más de 8,5 millones destinan el 0,7% de sus impuestos a esa confesión, la única con ese privilegio. Ello supone un porcentaje del 33,54% sobre el total de declaraciones, el 1,39% menos que en el ejercicio fiscal de 2016.
¿Por qué, pese a bajar el número de personas que marcaron la equis de la Iglesia católica en su IRPF, aumenta el dinero a ingresar por los obispos? “Se debe a la evolución de la situación económica, con un aumento significativo tanto del número de contribuyentes que realizan la declaración como de la renta declarada por los contribuyentes”, sentencia Giménez Barriocanal. Es en las rentas altas donde más aumentan las asignaciones, descendiendo en los tramos inferiores a los 30.000 euros de renta. En total, ha habido 23.672 declaraciones más entre los contribuyentes que declaran rentas superiores a esa cifra (personas que cobran más de 2.200 euros netos al mes). Entre los que cobran menos, el descenso llega a las 250.000 personas.
Un cuarto de millón de españoles (en su mayor parte, mileuristas), han dejado de marcar la 'X'. En relación al sexo del declarante principal, hombres y mujeres marcan la X de manera similar. Un 35,32% de las mujeres marcan la X, frente al 32,54% de hombres. “Las mujeres han aumentado su diferencia una décima con respecto al año anterior”, explicó el gerente episcopal. También subrayó que en 2017 ha aumentado en 600.000 el número de declaraciones en las que no se marcó ni la casilla de la Iglesia ni la de Otros fines sociales.
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