La escuela de Galicia donde una maestra puso a correr a niños de tres años para luchar contra el frío

El comentario que hizo a una madre la profesora de infantil del colegio público A Ramallosa de Teo, municipio próximo a la capital de Galicia, ha destapado el estado de deterioro de este centro educativo en el que estudian 300 alumnos y que ha venido denunciando la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) desde al menos los últimos seis años, sin que las autoridades educativas de la Xunta hayan puesto remedio con inversiones económicas.

Las gélidas temperaturas de enero, unido a la elevada humedad por la proximidad del río Ulla y la epidemia de gripe entre el alumnado, fueron el detonante para que la madre de un alumno de tres años denunciase la situación insalubre del centro donde la calefacción se escapa por las ventanas por el deficiente aislamiento y por la precariedad de sus instalaciones.

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Su queja partió del comentario que le hizo la maestra del niño, de cuarto curso de educación infantil, de que había puesto a correr a los 20 alumnos de la clase para que entrasen en calor y así combatir el frío. La dirección del centro no ha querido entrar en la polémica. Desde la asociación de padres han admitido que fue un hecho puntual por las bajas temperaturas de ese día y “un comentario en medio de una conversación privada que se ha sacado de contexto”, según indicó el portavoz de la AMPA, Roberto Blanco. El aula de los pequeños está situada en la primera planta del ala norte, una de las más frías y húmedas de este centro que fue construido hace ya medio siglo. Con graves carencias en su infraestructura, el consejo escolar ha demandado año tras año las mismas mejoras dentro del plan anual de inversiones de la Xunta, pero estas nunca llegan.

Entre las demandas más reiteradas que también reclama la AMPA figura la mejora del aislamiento del edificio donde en el aula de los más pequeños tiene que funcionar constantemente un deshumidificador. También han reclamado una escalera de incendios, un ascensor, mejor aprovechamiento energético de las instalaciones, reparación estética del edificio y la retirada de la uralita de amianto del tejado.

La preocupación de los padres para evitar que sus hijos tiriten de frío es constante pero admiten que la dirección del colegio no es responsable de la situación sino la Xunta. “Este comentario en privado de la profesora que alertó a esta madre creemos que no tiene mayor importancia pero al menos que sirva para que las autoridades educativas se acuerden de nosotros y acometan las reformas que necesita el centro”, incidió el portavoz de la AMPA.

“Recursos finitos”

La jefatura territorial de la Conselleria de Educación ha pedido al colegio información de los hechos y se ha limitado a confirmar que la calefacción “funciona perfectamente” y que “no se percibe ninguna situación complicada”, más allá de las condiciones meteorológicas de los últimos días, agravadas por la proximidad del centro a un río.

Aunque sin entrar a valorar las carencias del edificio, las autoridades educativas de la Xunta han adelantado que se acometerán mejoras en las aulas de infantil donde tienen previsto cambiar la carpintería de las ventanas este mismo curso. Y añaden que desde la jefatura territorial “seguirán vigilantes por si fuera necesario acometer algún tipo de actuación a mayores”.

Concluye la Xunta indicando que el citado centro educativo se encuentra incluido en los planes anuales de obras y mejoras y en el de reforma integral energética y funcional para aquellos edificios con más años de construcción. “Las actuaciones dependen de las prioridades desde un punto de vista técnico y teniendo en cuenta, evidentemente, los recursos disponibles, que como en todas las administraciones, son finitos”, agrega la Conselleria de Educación.