Interior vacía la cárcel de Archidona y manda a los últimos inmigrantes a otros centros
El Ministerio deporta a la mayoría de extranjeros y traslada a otros sin papeles a Madrid y Barcelona
52 días después de recluir en la cárcel malagueña de Archidona a 572 inmigrantes llegados en patera a las costas del sureste español, Interior ha decidido este miércoles vaciar el centro penitenciario. El ministerio sacó de la instalación a las últimas 67 personas que quedaban, según han confirmado fuentes del Gobierno, que ha deportado a gran parte de los sin papeles encerrados a Argelia, su país de origen, y al resto los ha repartido por Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de España.
"Se acabó. Punto final a una chapuza. Hasta aquí llegó una solución improvisada a un problema ante el que el Ejecutivo muestra una preocupante incapacidad", ha denunciado David Serrada, portavoz del PSOE en la comisión de Interior del Congreso. El pasado 20 de noviembre, el equipo dirigido por Juan Ignacio Zoido optó por reconvertir esta prisión vacía, que iba a abrir sus puertas en 2018, en un "CIE temporal". Lo hizo en apenas 24 horas, después de que más de medio millar de inmigrantes arribaran a Murcia y Almería en un fin de semana y pese a que la Ley de Extranjería insiste en que este tipo de reclusión debe desarrollarse en complejos de "carácter no penitenciario". El Defensor del Pueblo cuestionó la medida y la oposición la calificó de “ilegal”.
Pero Interior argumenta que usó Archidona "ante lo que era una situación de emergencia humanitaria". "Siempre se prefirió esa solución a levantar campamentos temporales, como se hizo en otros países, que no garantizan unas mínimas condiciones dignas de vida", ha afirmado este miércoles el ministerio, que ha sacado a los últimos inmigrantes pasada la una de la tarde. Según fuentes de las ONG, dos autobuses han salido de la prisión rumbo a Barcelona y Madrid, con 25 y 21 extranjeros respectivamente, tras quitarles antes los móviles.
La alcaldesa de Archidona, Mercedes Montero, explica que el pasado martes le telefoneó el secretario de Estado de Seguridad para comunicarle el traslado de los últimos sin papeles e informarle de que se seguía adelante con la idea de abrir la prisión a finales de febrero o principios de marzo. Cuando, según el cargo de Interior, arreglasen los "desperfectos" que los inmigrantes habían causado.
Con el objetivo de vaciar la prisión, donde a finales de diciembre se suicidó en su celda uno de los extranjeros, el Ejecutivo comenzó con las deportaciones a mediados de diciembre. Ante la imposibilidad de expulsar a algunos, el Gobierno optó por trasladar a estos a otros CIE. Según fuentes de las ONG, esta misma semana se envió a 28 argelinos a los centros de Algeciras y Tarifa. Además, Interior se vio obligado a dejar libres a otros. Por ejemplo, a un solicitante de asilo y a diez menores a los que recluyó en Archidona, pese a que la ley prohíbe encerrarlos en estos complejos.
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