El PSOE reconoce que la idea de los indultos generó desconfianza

Ciudadanos acaparó con éxito el voto útil de los constitucionalistas con un discurso claro y beligerante contra el independentismo, en un contexto en el que el mensaje de la concordia que abanderó el PSC no tuvo buena venta por plantearse “en mitad del fragor de la batalla”. Sin embargo, los socialistas catalanes también cometieron errores propios. Entre ellos, según analiza la dirección del PSOE, se encuentra la propuesta de indultar a los líderes independentistas si fueran condenados que defendió Miquel Iceta y que abundó en la “desconfianza” hacia el partido de los no independentistas.

La dirección socialista considera que la defensa de la concordia entre catalanes que sostuvo el PSC como eje de campaña era la posición más sensata para Cataluña, pero dados los “antecedentes” del PSC algunas de las propuestas concretas en las que se tradujo esa apuesta por el consenso —y en concreto la de los indultos a los independentistas— acentuó las suspicacias de algunos sectores a las veleidades del PSC con los secesionistas.

“No creo que fuera determinante, pero sí fue un elemento que generó una cierta desconfianza, que ya había previa en el sector antiindependentista, de la capacidad del PSC para estar claramente alineado en una posición de beligerancia como en ese momento se estaba exigiendo”, reconoció ayer sobre la propuesta de los indultos el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en una entrevista en la cadena SER. En la cúpula socialista se admite que el PSC ya partía de una posición de desventaja respecto a Ciudadanos a la hora de posicionarse contra el secesionismo. “El PSC viene de donde viene”, señalan fuentes socialistas, en referencia a que los socialistas catalanes defendieron una consulta pactada hasta hace solo dos años, y a su participación en los dos Gobiernos tripartitos con ERC en 2003 y 2006 —una circunstancia que se encargó de recordar repetidamente Ciudadanos durante la campaña—.

Ahuyentar recelos

Los socialistas catalanes han hecho un esfuerzo de reposicionamiento, valoran en el PSOE, pero no ha sido suficiente para ahuyentar esos recelos y, en cambio, el partido de Inés Arrimadas hizo un discurso más claro y creíble ya que nació precisamente hace 11 años para combatir al independentismo catalán.

La propuesta del candidato del PSC para indultar a los secesionistas no fue bien recibida por la dirección socialista durante la campaña, pero el PSOE optó por no desautorizar a Iceta y se limitó a mostrar su “respeto” a la misma. A pesar de la alta complicidad entre Pedro Sánchez e Iceta —que ha situado al PSOE y al PSC en una de las mayores etapas de sintonía entre ambas direcciones— la campaña fue diseñada y, sobre todo, ejecutada desde Cataluña con autonomía plena del PSC, recuerdan en Ferraz.

Con todo, en el PSOE creen que en un clima “tan emocional y polarizado” como el del 21-D “ya es importante aguantar”, como han hecho los socialistas catalanes. El problema del PSC ha estado en sus altas expectativas de crecimiento —que se tradujeron en una subida mínima de un escaño— que el partido alimentó, pero que se desinflaron en el último tramo de campaña por el efecto de caballo ganador de Ciudadanos y su apelación al voto útil del constitucionalismo.