Rajoy: “El diálogo dejó de aplicarse cuando decidieron que la Constitución no regía en Cataluña”
El presidente afronta la última sesión de control del Congreso antes de las elecciones catalanas
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afrontado este miércoles la última sesión de control del Congreso de los Diputados del año, que, además, se produce en vísperas de la trascendente cita del 21 de diciembre. El presidente ha contestado tres preguntas, una de ellas relacionada con el conflicto de Cataluña. Se la ha formulado el diputado del PDeCAT, Carlos Campuzano, que lo ha instado a admitir que el futuro de las relaciones entre Cataluña y España no se resolverá “ni por la represión ni por el 155 sino por el diálogo”.
Rajoy ha aprovechado su respuesta para hacer una defensa de la Constitución, que fijó las vías del diálogo en 1978 y que “son las reglas del juego”. Desde entonces, ha defendido, “se ha dialogado, mucho dentro de la ley, incluso se cambiaron las leyes”. Pero eso, ha enfatizado, “dejó de ser así cuando unos gobernantes decidieron que la Constitución no regía en su comunidad”. Entonces, “dejó de aplicarse el diálogo”.
El portavoz del PDeCAT ha reprochado a Rajoy que, frente a las demandas de diálogo que se le han formulado desde la Generalitat de Cataluña, “se ha parapetado en la ley”. “La ley”, ha incidido Campuzano, “responde al principio democrático y debe responder a la realidad social”. Sin nombrarlo, ha recordado al expresidente Adolfo Suárez, cuando en la Transición aseguró que había que “elevar a la categoría de normal lo que en la calle era normal”. Y sobre esa afirmación ha instado al presidente a “elevar a la categoría de ley la demanda de la mayoría de los catalanes”. “No puede impedir ese deseo de la sociedad catalana. Tiene que ponerse a negociar ese mandato”, ha conminado.
El diputado del partido de Carles Puigdemont ha reprendido al presidente por “no ser de recibo” la política que ha aplicado en estos años. Y ha enumerado: “Intervenir finanzas, reprimir, alentar la marcha de empresas de Cataluña, consentir el discurso de a por ellos o disolver un parlamento legítimo”. “Le ruego que abandone el autoritarismo y dialogue”, ha apremiado. Rajoy, como ha hecho en otros debates con Campuzano, ha recordado que “la primera obligación de un presidente y un Gobierno es cumplir la ley”. “Y lo que no es democrático es no cumplirla y liquidarla”, ha remarcado. Ha cerrado su intervención recordando que está dispuesto a dialogar, pero que el único diálogo que se le ha planteado en este tiempo era “referéndum sí o sí”. En ese sentido, espera tener un "diálogo normal y civilizado" con el Govern que surja de las elecciones autonómicas del 21 de diciembre.
"Actividad legislativa inexistente"
Antes de dar respuesta a Campuzano, el presidente ha contestado a la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, que le ha pedido un balance de los 13 meses que lleva en el Gobierno. Rajoy ha recurrido a datos positivos como el crecimiento “por encima del 3%” de la economía española, la recuperación del PIB, el récord de turistas, la reducción de la deuda pública y el aumento del empleo para 637.000 personas. “Es un razonable el balance”, ha adornado.
Pero Robles le ha criticado que viva en el país de las maravillas de Alicia y le ha restregado su “actividad legislativa inexistente”. En lo que va de legislatura, ha censurado, el Gobierno solo ha aprobado 14 proyectos de ley, nueve de ellos a instancias de la Unión Europea, y el resto relacionados con el Concierto y el Cupo vascos. La portavoz socialista ha insistido en que, pese a las mejoras, la tasa de paro de España es una de las mayores de Europa y ha acusado al Gobierno de comportarse “con la soberbia de la mayoría absoluta” pese a carecer de ella. “No hacen y no dejan hacer a la oposición: han vetado 44 proposiciones de ley”, la mayoría relacionadas con medidas para los parados, dependientes o sectores más débiles de la población.
Rajoy no se ha alterado. “No tengo muchas consideraciones que hacer”, ha sesgado. Ha reconocido que dista mucho de tener el apoyo de la Cámara, pero pese a esa realidad ha valorado los proyectos que sacado adelante. “No son muchos pero lo importante es que sean buenos”, ha apuntado. El presidente se ha refugiado en los datos de la mejora del empleo y ha asegurado que “lo importante es saber qué preocupa” a los españoles, que es “el paro”. “Si lo hemos reducido, es algo muy positivo. Eso avala la posición del Gobierno y me permite decir que el balance es muy razonable”.
Después de Robles, el presidente ha respondido al líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, sobre el cumplimiento y aplicación de la Constitución por parte del Gobierno. Rajoy ha celebrado que Iglesias le hiciera esa pregunta “porque nunca ha sido un entusiasta de la Constitución”. Le ha contestado que “se cumple y se aplica”, y para ello ha recurrido al ejemplo de la aplicación del artículo 155 “para recuperar la legalidad”. “Es una pena que usted no hubiera colaborado”, le ha regañado.
Iglesias ha criticado al Gobierno que utilice la Constitución “como si fuera una bandera” y le ha recordado algunos artículos de la Ley Fundamental que, parangonando al propio Rajoy, “dice cosas”. Ha contrapuesto la libertad de expresión que ampara la Constitución con la ley mordaza del Gobierno, así como el derecho a la vivienda a los desahucios que se producen o a las pensiones adecuadas con la desvinculación de la subida del IPC. “No son constitucionalistas. Ni lo fueron en el 78 ni ahora”, ha sancionado.
Rajoy ha vuelto a celebrar las preocupaciones constitucionales de Iglesias. “Lo veo un entusiasta ahora, pero hay cosas que no ha comprendido bien”, ha desdeñado. El presidente ha recordado al líder de Unidos Podemos que la Constitución dispone de un instrumento para garantizar su cumplimiento y aplicación: “El Tribunal Constitucional”. “Si no se cumple, como usted dice, podemos pensar que usted no cumple con su obligación de ir al Tribunal Constitucional y denunciarlo”, ha zanjado.
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