Arranca el juicio por la tragedia de la Loveparade en Duisburg
La justicia alemana sienta en el banquillo a diez acusados, a los que se atribuyen delitos de homicidio por negligencia y lesiones físicas graves
Más de siete años después de la tragedia que enlutó a la ciudad de Duisburg en julio de 2010, cuando 21 personas murieron aplastadas, entre ellas dos jóvenes españolas que habían acudido a la ciudad para participar en el festival de música tecno, la famosa Loveparade, la justicia alemana abrió este viernes el juicio contra los diez acusados, a los que se atribuyen delitos de homicidio por negligencia y lesiones físicas graves.
Seis representantes de la administración local de Duisburg, la ciudad donde ocurrió la tragedia, y cuatro funcionarios de la empresa organizadora de la gran fiesta musical, Lopavent, ocuparán el banquillo de los acusados, en uno de los juicios más mediáticos de los últimos años en Alemania. Debido a la expectación que ha suscitado, las autoridades decidieron celebrar el proceso en el pabellón de congresos de Düsseldorf, que tiene un aforo para 500 personas.
360.000 firmas
El juicio se puede alargar hasta finales del próximo año. La vista pudo iniciarse gracias a la decisión que adoptó la Audiencia Territorial de Düsseldorf en el mes de mayo pasado, cuando dejó sin efecto una sentencia de la Corte de Duisburg que rechazó hace más de un año juzgar a los diez imputados por considerar que las acusaciones presentadas por la fiscalía no eran consistentes.
El abogado de los padres de uno de los fallecidos calificó en su momento la decisión de la Corte de Duisburg como “una bofetada en el rostro de las víctimas”. Los familiares consiguieron reunir más de 360.000 firmas para exigir justicia y la Audiencia Territorial de Düsseldorf decidió reabrir el juicio con un argumento contundente: “Las acusaciones demuestran, con un grado razonable de probabilidad, la responsabilidad de los acusados”. Según la Audiencia, la negligencia de los acusados fue la causa de la muerte y las lesiones (más de 670 heridos) que se produjeron el 24 de julio de 2010.
“En nuestra opinión hubo un sobreaforo criminal que merece ser juzgado y castigado”, dijo Francisco Zapater, padre de Clara, una estudiante de psicología nacida en Tarragona que falleció con de 22 años, cuando se enteró que habría un nuevo juicio. “Ha sido una excelente noticia para nosotros, que queremos compartir con todos los que han estado a nuestro lado para se hiciera un juicio”.
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