Europa dibuja un panorama sombrío de agresiones, abusos y acoso sexual
Francia, Alemania, Reino Unido e Italia ofrecen cifras dispares de ataques a las mujeres
La oleada de denuncias iniciada en EE UU en octubre ha tenido un eco mucho mayor en países como Reino Unido y Francia que en España. Las mujeres han dado un paso al frente para vencer el miedo y el estigma social, y los medios de comunicación han amplificado su coraje para difundir que han sido víctimas de la violencia sexual en las calles o en el trabajo. Las cifras de estos ataques, sumados a los ejecutados por parejas y exparejas de las víctimas en el entorno íntimo, dibujan un mapa desolador con mucha tarea pendiente para la sensibilización desde las instituciones. Mientras que el Gobierno galo centra su trabajo legislativo actual en las agresiones en las calles, en Italia la alarma social se centra en un dato: cada tres días hay un feminicidio.
Francia:
El caso Weinstein ha provocado una auténtica sacudida en el país vecino, donde numerosas mujeres han denunciado agresiones sexuales sufridas tanto en el entorno del cine, como de la intelectualidad —dos mujeres han presentado una denuncia por violación contra el islamólogo suizo de origen egipcio Tariq Ramadan— y la política. Francia cuenta con su propio hashtag #Balancetonporc (denuncia a tu cerdo), lanzado a la par que el internacional #MeToo y ha habido manifestaciones simultáneas en diversas ciudades para hacer visible esta lacra. Mientras, unos jóvenes que crearon un número de teléfono contra el acoso sexual recibieron tales amenazas que suspendieron el servicio. Este consistía, en una idea inspirada en la que lanzó la revista feminista The Mary Sue, para crear un número de teléfono que pudieran dar mujeres que se sintieran acosadas por la insistencia de un hombre y desde el cual se enviaba un mensaje a este cuando llamaba advirtiéndole de que estaba cometiendo un acoso.
Todo este debate se ha producido mientras la secretaria de Estado para la Igualdad Hombre-Mujer, Marlène Schiappa, prepara junto con la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, un proyecto de ley contra el acoso sexual en la calle que busca penalizar —mediante una multa— este comportamiento. Se ha lanzado un debate nacional para definir los límites del acoso sexual en la calle —Schiappa ha recalcado que por ejemplo ella no considera que silbarle a alguien sea acoso penalizable, pero que seguir a una mujer por la calle sí lo es— con el objetivo de delimitar esta ley que deberá aplicar la policía local.
Los afectados por la violencia sexual a lo largo de su vida ascienden a 553.000 mujeres y 185.000 hombres (11% de las mujeres y 7% de los hombres denunciaron el tocamiento de su sexo; el 95% de las mujeres sufrieron tocamiento de sus senos o trasero, besos por la fuerza o tocamientos, mientras que el 93% de los hombres habló de tocamientos). Además, una de cada siete mujeres (14,5%) y un hombre de cada 25 (3,9%) declararon haber vivido al menos una forma de agresión sexual (entre las que no se cuenta ni el acoso ni el exhibicionismo) en el transcurso de su vida. Mientras, una mujer muere cada tres días a manos de su pareja, lo que supone que el 14,5% de los homicidios en este país se enmarcan dentro de la violencia doméstica.
La percepción del acoso sexual
¿Cuándo comienza el acoso sexual?. Con un masaje no solicitado en el cuello, una mirada lasciva al escote de una mujer, una palmada en el trasero o contar un chiste pornográfico? Después de interrogar a 8.490 mujeres y hombres, la plataforma digital YouGov dio a conocer el resultado de la encuesta donde se señala que los alemanes tienen un límite de tolerancia bastante alto. ¿Puede un alemán contarle a una mujer un chiste con contenido sexual o puede mirar un escote generoso, sin correr el riesgo de ser acusado de acoso sexual?
La respuesta es categórica: 59% de las personas interrogadas (51% hombres; 61% mujeres) en Alemania admitieron que chistes con contenido sexual no podían ser considerados como acoso sexual. Una mirada al escote arrojó un resultado similar. 71 % de los hombres creen tener el derecho a mirar los pechos de una mujer, mientras que un 58% de mujeres admitieron que no sentían acosadas si les miraban el escote.
Los británicos mostraron una menor tolerancia. Un 69 % (67 % hombres; 70% mujeres), admitieron que un chiste con contenido sexual podía ser considerado como acoso sexual, mientras que un 57% de mujeres (43 % hombres) se sienten acosadas si les miran el escote.
Loa chistes con contenido sexual son considerados una herramienta de acoso sexual en Finlandia (67%), en Francia (53%), pero esta percepción baja a un 47% en Noruega, un 38 % en Suecia y solo un 17 % en Dinamarca. Los daneses son los más tolerantes con respecto a las miradas a un escote femenino: solo un 26 % cree que ese acto puede ser considerado acoso sexual.
Los guiños son tolerados en todos los países encuestados y solo un 23 % de franceses creen que esta forma de coquetear puede ser considerada como un acoso, pero solo un 6 % de mujeres y hombres en Alemania admiten que un guiño atenta contra la dignidad de la mujer.
En total, unas 62.000 mujeres —el 0,3%— y 2.700 hombres son víctimas cada año de una violación o de un intento de violación, según la última encuesta oficial realizada entre hombres y mujeres de entre 20 y 69 años y que fue publicada en noviembre de 2016. Tres de cada cuatro mujeres han sufrido este tipo de violencia en el marco de su espacio privado, es decir, en el marco de la familia, las personas próximas a esta, las parejas o las exparejas.
Según una encuesta del instituto Ifop para el Defensor de los Derechos en Francia realizada en 2015, una de cada cinco mujeres (20%) manifiesta haber sido víctima de acoso sexual en su trabajo a lo largo de su vida profesional. Además, el 20% de los franceses declaró conocer al menos a una persona que ha sido víctima de acoso sexual en el trabajo.
Italia:
En el país transalpino, cada tres días una mujer muere asesinada a manos de un hombre. En 2015 fueron 141; el año pasado 145. En 2017, la intensidad del fenómeno no parece disminuir. Lo apuntó preocupado el titular de Interior, Marco Minniti, presentando algunos datos en la comisión parlamentaria que se ocupa de la violencia de género. “Hay un aspecto que nos preocupa de forma especial: en el marco de una general disminución de los crímenes, el número de las víctimas de sexo femenino queda inalterado o incluso sube”, dijo el ministro el 9 de noviembre. Y lo detalló con cifras: “En 2011 las mujeres representaban el 61% de todos los fallecidos por violencia doméstica. Ahora superan el 71%: de las 86 personas asesinadas a manos de un familiar en los primeros nueve meses de 2017, 61 eran de sexo femenino”, especificó Minniti. El fenómeno se antoja homogéneo en todo el territorio nacional. Una de cada tres víctimas tiene menos de 40 años y menos de una de cada diez tiene origen extranjero. Lo que se refleja también en la nacionalidad de los asesinos: más del 86% es italiano.
En el 55,8% de los feminicidios juzgados entre 2012 y 2016, entre víctima y verdugo existía o había existido una relación sentimental. Según un informe elaborado por el Instituto italiano de Estadística (Istat) con datos del Ministerio de Justicia, el 12 % eran novios. En el 63,8% de los casos, los dos seguían casados o vivían juntos. En el 24%, el matrimonio, el noviazgo o la frecuentación ya estaba cortado en el momento del homicidio.
En el 17,5% de los casos examinados en el mismo estudio, la mujer fue asesinada por un familiar. Si se suman estos dos últimos porcentajes, se nota que "cerca del 75% de las veces las mujeres mueren en el ámbito doméstico, es decir justo allí donde en teoría debería sentirse más segura y protegida", apunta el estudio.
Los demás homicidios son cometidos por amigos o conocidos (15,1% de los juicios), por compañeros de trabajo o jefes (2,2%) y por desconocidos (9,4%), "como suele ocurrir a mujeres que ejercen la prostitución o a ancianas que viven solas", detalla el autor del mismo informe, Fabio Bartolomeo.
El especialista traza una fotografía mucho más amplia y dramática de la violencia contra las mujeres en Italia. Los homicidios solo son la —trágica— punta de un enorme iceberg. Las sentencias dictadas en los últimos cinco años cuentan que hay miles de mujeres acosadas, violadas, perseguidas, pegadas o desfiguradas. Según el Istat, siete millones de italianas han sufrido alguna forma de abuso en su vida.
Alemania:
La estadística oficial de denuncias en Alemania constata un ascenso de los ataques sexuales hacia las mujeres. La policía alemana señala que en 2016 se registraron 9.190 casos de agresiones sexuales y violaciones, un 12,8% que en 2015. El Ministerio de la Familia carece de estadísticas actuales sobre las agresiones sexuales.
Reino Unido:
La cifra de las agresiones sexuales denunciadas en Inglaterra y Gales (Escocia al margen) durante 2016 supera con creces el dato de Alemania a pesar de la menor población: 16.632. El 3,2% de las mujeres y el 0,7% de los hombres ha sufrido algún tipo de agresión sexual en los 12 meses hasta marzo de 2016. La mayoría son exhibiciones indecentes o tocamientos no tolerados. En paralelo, el 19,9% de las mujeres y el 3,6% de los hombres han sido víctimas de alguna agresión sexual desde que tenían 16 años. El 6% de las mujeres ha sufrido violaciones o agresiones que incluyen penetración, incluidos intentos no completados, desde los 16 años, según la Oficina Nacional de Estadística.
Mientras, la violencia doméstica afecta al 7,7% de las mujeres y al 4,4% de los hombres en los 12 meses previos a marzo de 2016 en Inglaterra y Gales, según datos oficiales. Desde los 16 años, el 26% de las mujeres y el 14% de los hombres han experimentado violencia doméstica. Entre 2009 y 2015, 936 mujeres fueron asesinadas por hombres. De ellas 598, fueron asesinadas por su pareja o expareja, según The Femicide Census elaborado por diferentes ONG. Siete mujeres de media al mes son asesinadas por su pareja o expareja.
Con información de Silvia Ayuso, Lucia Magi, Pablo Guimón y Enrique Müller.
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