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Interior relega a Trapero a un puesto burocrático

El cesado responsable de los Mossos mantendrá un despacho en la comisaría de Les Corts, donde está la Dirección General de la Policía catalana

El jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, a su salida de la Audiencia Nacional
El jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, a su salida de la Audiencia NacionalJaime Villanueva

El Ministerio del Interior quiere un cargo burocrático para Josep Lluís Trapero, máximo responsable de los Mossos d’Esquadra hasta la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Trapero mantiene galones, empleo y sueldo, pero el ministro Juan Ignacio Zoido busca alejarle de las tareas operativas. Su intención es que ocupe un despacho en la comisaría barcelonesa de Les Corts, donde desarrollará labores administrativas, según fuentes de Interior. Trapero ya tenía un puesto de trabajo allí.

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La decisión sobre el nuevo destino será comunicada en breve al comisario Trapero, según afirman fuentes de Interior, ya que Zoido no quiere prolongar la actual situación del alto mando policial dada su condición de imputado por sedición. Se planteó que se lo hubiera comunicado el martes Juan Antonio Puigserver, secretario general técnico de Interior y, desde la aplicación del 155 máximo responsable de la policía catalana, quien se había desplazado a Barcelona para mantener reuniones con mandos y sindicatos de los Mossos, pero Interior postergó la decisión, añaden las fuentes consultadas.

Uno de los problemas es precisamente el rango de major, rescatado por el entonces consejero de Interior Jordi Jané a principios de año y pensado únicamente para el jefe máximo del cuerpo, al que se accede por concurso público y del que no se puede ser degradado. Finalmente, Jané creó dos plazas: una para el jefe máximo y otra para un major destituido, vacía de asignaciones concretas. Trapero pasa a ocupar esta segunda plaza. Físicamente, mantendrá su despacho en las oficinas de Les Corts, donde se halla la Dirección General de la Policía catalana. “Allí no tendrá funciones operativas”, recalca Interior. Trapero ya ha trabajado allí los últimos días, según fuentes policiales.

Perfil bajo

Inicialmente, Interior sopesó la posibilidad de destinarle a un puesto en la Dirección General de Administración de Seguridad, un organismo ubicado en la sede del Departamento del Interior que se encarga de analizar las políticas de seguridad. Allí fue destinado precisamente el comisario Josep Milán en abril de 2013, cuando Trapero le sustituyó en el puesto. Un año y medio después, Milán volvió a un puesto operativo como jefe en Girona.

Trapero se mantuvo como máximo responsable de los Mossos hasta el 28 de octubre. De madrugada, pocas horas después de que el Consejo de Ministros aprobase la aplicación del 155 y destituyera de manera fulminante a sus superiores políticos —el consejero Joaquim Forn y el director general de los Mossos, Pere Soler—, el BOE publicó su cese como máximo responsable de los Mossos. Horas después, fue nombrado para sustituirle su hasta entonces segundo, el comisario Ferran López.

Trapero asumió su cese sin oponer ninguna resistencia. Tras reunirse con quienes formaban junto a él la cúpula policial (López y el también comisario Joan Carles Molinero) se despidió por carta de todos los agentes pidiendo lealtad para los nuevos responsables policiales. Desde entonces, no ha vuelto al complejo central de los Mossos, en Sabadell. Trasladó su deseo de mantener un perfil bajo a la espera de nuevo destino y se tomó unos días libres.

Su intención era preparar su defensa legal tras su imputación por los sucesos del 20 de septiembre en Barcelona, cuando la Guardia Civil quedó sitiada en la sede del Departamento de Economía. Por estos hechos, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela le imputó por sedición y le retiró el pasaporte. Debe presentarse cada 15 días ante el juez.

Un rango denunciado en los tribunales

La categoría de major de los Mossos existía, pero se perdió cuando el entonces jefe de la policía catalana, Joan Unió, se retiró en 2007. Desde ese momento, el cargo lo ocupaba un comisario, al que se nombraba jefe. El entonces consejero Jordi Jané recuperó el rango a principios de este año entre protestas de algunos sindicatos que temían que estuviera creado a medida para Josep Lluís Trapero. Un sindicato lo llevó a los tribunales. El departamento alegó que era un concurso abierto a todos los comisarios, pero que solo se presentó Trapero.

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