La fiscalía pide cárcel para el empresario que simuló besar a Teresa Rodríguez
El ministerio público solicita un año y nueve meses de prisión para el exvocal de la Cámara de Comercio de Sevilla
La Fiscalía de Sevilla ha solicitado un año y nueve meses de cárcel para el empresario y exvocal de la Cámara de Comercio Manuel Muñoz por simular besar a la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, tras taparle la boca hace un año "con la intención de menoscabar su dignidad como mujer", según el ministerio público. La fiscalía le reclama un año de prisión y el pago de una multa de 1.200 euros por un delito de atentado y nueve meses de cárcel por un delito contra la integridad moral, además de una indemnización de 6.500 euros para la diputada "por los perjuicios personales ocasionados".
El ministerio público relata que el 20 de diciembre de 2016 se celebró en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla un acto al que había sido invitada Teresa Rodríguez "en su condición de miembro del Parlamento andaluz por la formación Podemos Andalucía, de la que es portavoz". Tras el pleno de la Cámara de Comercio, se ofrecía una copa para celebrar las fiestas navideñas.
Terminado el acto, Rodríguez subió a la primera planta para saludar al presidente de la Cámara de Comercio y tras abandonar su despacho, salió al pasillo, momento en el que el acusado, "al saber que Teresa Rodríguez se encontraba allí, con la intención de menoscabar su dignidad como mujer y sabedor de su condición y de la actividad que desempeñaba, se dirigió a ella, rodeándola con su brazo derecho por la espalda, llegando a empujarla, mientras ponía la otra mano sobre la boca" de la parlamentaria, "besándose su propia mano, en lo que simulaba ser un beso en los labios" a Teresa Rodríguez.
La coordinadora de Podemos en Andalucía, "que en ese instante se encontraba" con Francisco Herrero y un vocal de la Cámara en el umbral de la puerta del despacho del primero, "no tuvo capacidad de reacción por lo inesperado de la situación, despidiéndose de estos para a continuación marcharse del lugar con la jefa de Protocolo, a la que de forma inmediata manifestó su malestar por lo sucedido".
Recientemente, la juez de Instrucción número 11 procesó al acusado al entender que los hechos podrían ser constitutivos de un delito de atentado, "dada la condición de autoridad pública de la víctima, el acto público al que acudía en tal condición y la acción de acometimiento sufrido por ésta", y/o bien de un delito contra la integridad moral.
La juez considera que los hechos podrían ser encuadrables en un delito contra la integridad moral "teniendo en cuenta la condición pública y género de la víctima, la ausencia de relación entre víctima e investigado y la conducta vejatoria desplegada por éste" en la Cámara de Comercio de Sevilla "sobre la víctima, y que incide sobre la dignidad de aquella".
El empresario alegó que lo hizo como "una broma" porque Rodríguez es "de Cádiz" y porque "no parece una persona timorata ni especialmente vulnerable y sensible ante una eventual degradación moral", y ha recurrido su procesamiento ante la Audiencia de Sevilla.
Teresa Rodríguez compareció el pasado 23 de octubre ante la juez y aseveró que "este tipo de cosas no son bromas, sino que son delitos". "La Ley debe proteger a las personas que son objeto de ese tipo de agresiones", afirmó.
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