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La suerte también traslada su sede social

La administración de lotería La Bruixa d’Or de Sort se instala en Navarra y Madrid

Blanca Cia
Xavier Gabriel, propietario de la administración de lotería "la Bruixa d'or" .
Xavier Gabriel, propietario de la administración de lotería "la Bruixa d'or" .Cristobal Castro (EL PAÍS)

A las diez en punto se levanta la persiana de la administración de loterías y ya hay gente esperando para comprar pese a la lluviosa mañana. La anunciada marcha del domicilio social de La Bruixa d'Or a Navarra y de su domicilio fiscal a Madrid no parece importar a los que con el billete en la mano se lo restriegan por la nariz a la gran bruja que preside el local. Dicen que da suerte. Xavier Gabriel, contrario a la independencia, es uno de los loteros más famosos de España porque de sus ventanillas han salido muchos premios en Navidad y en el Niño. Tomó la decisión de trasladar la sede cuando en las redes lanzaron el bulo de que es separatista, no celebra la Fiesta Nacional y es el padre de la diputada de la CUP Anna Gabriel.

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Gabriel lo zanjó de cuajo: “Quiero mucho a Cataluña, pero soy español. No soy independentista”. Su marcha se suma a las más de 900 anunciadas por la incertidumbre de la situación política catalana.

Varios mensajes difundidos a través de las redes sociales animaban desde el pasado 13 de octubre a no adquirir lotería de Navidad en su establecimiento. El motivo, según los anónimos autores, era que Xavier Gabriel es independentista y el padre de la diputada de la CUP Anna Gabriel, uno de los rostros más visibles del desafío independentista catalán. Todo es falso. “Lamento informar a aquellos que revelan supuestos parentescos que no tengo hijas, ni se llaman Anna”, escribió Gabriel en el mismo comunicado en el que negaba ser secesionista.

En su caso, no es el único motivo porque en la capital del Pallars Sobirá, una localidad de algo más de 2.000 habitantes, Gabriel provoca reacciones encontradas por su forma de ser y por algunos de sus proyectos. “Lo que no se puede negar es que La Bruixa d’Or es un atractivo más y no se puede negar su impacto y el que diga lo contrario, pues miente”, afirma sin dudar Ramón Aytes, propietario del hotel Pessets al que ayer por la noche llegaba un grupo de 30 personas para pasar tres días: “Lo de comprar la lotería es un motivo más para esos viajes”.

Otros establecimientos han llegado a hacer un pack, como un forfait (abono de precio fijo que permite a quien lo adquiere hacer uso libre de unas instalaciones, especialmente de esquí), de estancia de un día, viaje en autocar y billete de lotería por 100 euros. Lo mismo pasa en los locales de restauración: “Los deportes de aventura y los paseos tienen la temporada de verano y está claro que sin La Bruixa ahora muchos estaríamos cerrados porque no tendríamos clientes”, cuenta la propietaria del restaurante Can Punyetes.

Hasta los que son detractores de Gabriel reconocen que la venta de lotería ha hecho que los meses de otoño sean de movimiento. “Nosotros antes vendíamos artesanía y prendas de montaña, ahora tenemos delante las brujas porque resulta que es lo que más se vende”, apunta la dependienta de un local de artesanía que pide ocultar su nombre y admite que la relación de muchos vecinos con Gabriel es inexistente: “Es un prepotente”.

La escoba y las brujas están en muchos escaparates de Sort: “Queramos o no, La Bruixa es un símbolo de Sort y eso nos da vida”, reconoce Juan, propietario de Magica Regals, donde las brujas se han apoderado de buena parte de la tienda.

Sort es una de las puertas del parque nacional de Aigüestortes y el excursionismo, junto con los deportes de riesgo y el rafting en el río Noguera, han sido tradicionalmente sus atractivos. La Bruixa d’Or se ha sumado, ha aumentado el interés por la localidad y ha prolongado la temporada turística que ahora llega hasta la Navidad: “Está claro que hay personas que vienen de Andorra o de Vielha y hacen 85 kilómetros para comprar lotería”, añade Juan. Los autocares, muchos del Inserso, copan la localidad los fines de semana aunque el grueso de los compradores de lotería lo hacen por Internet y llega a todos los rincones del mundo.

En Sort hay banderas esteladas pero tampoco se trata de una exhibición en una localidad gobernada por la coalición de Fem Municipi y la CUP que repuso la enseña española en septiembre pasado por imperativo judicial y la ha vuelto a retirar. Las relaciones del lotero con el Ayuntamiento no son precisamente buenas, según reconoce él mismo: “He propuesto proyectos muy interesantes y no me han apoyado”, explica Gabriel en una charla con EL PAÍS en el gastrobar La Bruixa d’Or, de su propiedad y puerta con puerta con la administración de lotería. El lotero tiene actualmente seis negocios en Sort, cuatro de ellos inmobiliarios, y la fundación La Bruixa d’Or. “Sé que me odia parte de la población por cómo soy. Además, es difícil vivir en un pueblo y tener éxito”, comenta.

Proyectos sorprendentes

Sigue viviendo en el pueblo donde emprendió su primer negocio en 1986, la empresa de deportes Aventur. “Fui el pionero en el rafting y en otras cosas”, afirma. La empresa desapareció en 1993, al tiempo que abrió la primera administración de lotería que llamó Estel para rebautizarla después como Stop —“fue un desastre porque la confundían con una autoescuela”, dice— y, finalmente, La Bruixa d’Or con la que dio el primer premio en el sorteo del Niño de 1994. A partir de entonces, su carrera ha sido imparable. El cierre de la empresa le granjeó enemistades en el pueblo y la cosa llegó a los juzgados. Él se defiende y niega irregularidades.

Algunos de sus proyectos no dejan de sorprender: “Yo quería arreglar esta montaña y poner en letras grandes, como en Hollywood, La Bruixa d’Or. También propuse hacer en una ladera el castillo de la bruja. La respuesta del Ayuntamiento siempre ha sido que no, que no se podía tolerar porque otros propondrían otras cosas”, resume disgustado. Este diario ha intentado, sin éxito, tener la versión del Consistorio.

Hombre de carácter, reconoce que está dolido por la polémica pero que no se achanta. Es más, apunta a que si tiene más problemas acabará llevándose la escoba de su bruja a otra parte.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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