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Así se intentó bloquear la votación del referéndum ilegal

Un grupo de agentes de la Guardia Civil boicoteó durante 48 horas ininterrumpidas el sistema de los independentistas para que no pudiesen saber quién había votado

Patricia Ortega Dolz
Votación en el Centre Civic Cotxeres de Sants el 1 de octubre.
Votación en el Centre Civic Cotxeres de Sants el 1 de octubre.JUAN BARBOSA (EL PAÍS)

El Centro de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información (CTTI) y el Centro de Seguridad de la Información de la Generalitat de Cataluña (CESICAT) eran los lugares en los que se debía oficializar el recuento de votos del referéndum ilegal del 1 de octubre. Un día antes de la fecha de la consulta, varios agentes de la Guardia Civil entraron en ambos centros con el fin de neutralizar los sistemas previstos por los independentistas para realizar el recuento de votos. No fue tarea sencilla: durante 48 horas ininterrumpidas tuvieron que hacer caer en cientos de ocasiones el programa que permitía contrastar quién había votado ya y quién no, según se detalla en el informe interno enviado al Ministerio del Interior.

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"El sábado 30 de septiembre, agentes de la Guardia Civil en cumplimiento de los correspondientes autos dictados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, realizaron sendas actuaciones en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información (CTTI) y en el Centro de Seguridad de la Información de la Generalitat de Cataluña (CESICAT). Estas actuaciones permitieron neutralizar el centro de llamadas en el que estaba previsto recibir la información de las supuestas mesas electorales para poder mecanizar esos datos y así llevar a cabo el recuento de los votos del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional", reza un informe interno.

Los consejeros Jordi Turull y Raúl Romeva se vieron obligados a comparecer al día siguiente a las ocho de la mañana para explicar el nuevo procedimiento que se debía seguir para votar y que según ellos permitía votar con “todas las garantías”. La principal novedad consistió en el establecimiento de lo que la Generalitat denominó "censo universal", es decir, que se podía votar en cualquier local abierto al afecto. Supuestamente, mediante un sistema telemático se comprobaba que la persona estaba censada y que no había votado con anterioridad.

48 horas frenéticas

Fue entonces cuando comenzó una actividad frenética para los agentes de la Guardia Civil que se encontraban en las instalaciones del CTTI y CESICAT también el día 1 de octubre. El objetivo era "inhabilitar ese 'censo universal' de tal manera que los miembros de las mesas electorales no pudieran comprobar si la persona que votaba estaba censada y tampoco si había votado en anterioridad", explican. Lo lograron en una hora, pero tuvieron que repetirlo durante 48.

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Por esa razón se pudo comprobar cómo en los varios centros de votación se elaboraban listas a mano de los votantes y también se pudo ver cómo una misma persona votaba varias veces en diferentes sitios.

"A pesar de este contratiempo, la Generalitat intentó contrarrestar las actuaciones que los técnicos de la Guardia Civil estaban realizando para volver a 'levantar' ese censo universal", describe el informe. Una y otra vez "se establecían nuevas medidas que imposibilitaban que las comprobaciones tanto del censo como de los votos ya emitidos, se pudieran hacer con normalidad", añade. Y destaca "la profesionalidad de los guardias civiles que estuvieron durante casi 48 horas de manera ininterrumpida en el CTTI y CESICAT teniendo además que superar las trabas que los responsables de ambos centros ponían a cualquier petición de información, retrasando de manera injustificada la contestación a las peticiones que se les hacían y dando siempre una información incompleta".

A pesar de todo esto, la madrugada del lunes, el consejero Jordi Turull compareció para decir que el  había vencido en el referéndum sobre la independencia con el 90,09% de votos favorables, y el 7,87% en contra, en base a las 2.262.424 papeletas "no requisadas" que han podido contabilizar. Esos fueron los resultados provisionales. Después, el pasado viernes, el Govern comunicó los resultados oficiales. Pero muchas cuestiones quedan aún por resolver: ¿Cómo obtuvieron los datos de participación y de recuento la madrugada del lunes? ¿Cómo pueden ser comprobados? ¿Por qué tardaron una semana en presentar los datos oficiales?

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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