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El acercamiento de etarras vuelve a escena en vísperas de la negociación PNV-PP

Pese a las presiones de Sortu, que ha endurecido su discurso en este asunto, el PNV no va a mezclar la reclamación de la transferencia de las prisiones con la política penitenciaria

Pedro Gorospe
Los expresos de ETA Jose Antonio López Ruiz 'Kubati' y Enrique San Epifanio 'Pipe', durante una manifestación en Galdakao contra la política penitenciaria.
Los expresos de ETA Jose Antonio López Ruiz 'Kubati' y Enrique San Epifanio 'Pipe', durante una manifestación en Galdakao contra la política penitenciaria.Javier Zorrilla (EFE)

La dispersión de los presos de ETA vuelve a estar en el centro del debate político en vísperas de que el PNV y el PP se sienten a negociar un pacto presupuestario para 2018. Pese a las presiones de Sortu, que ha endurecido su discurso en este asunto, el PNV no va a mezclar la reclamación de la transferencia de las prisiones con la política penitenciaria, ni condicionar el acuerdo al fin de la dispersión, aunque sus dirigentes son favorables al acercamiento de presos. El Gobierno afirma que “hoy por hoy” no hay razones para impulsarlo.

El PNV cree, como ratifican las encuestas, que se puede flexibilizar la política penitenciaria tras el fin de ETA y su desarme, aunque se demore algo más su disolución. Y así se lo ha trasladado el lehendakari Íñigo Urkullu al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por carta, en la anterior legislatura y en persona.

Urkullu aseguró esta misma semana que va a trabajar para que Rajoy cambie esa postura, seis años después de fin de ETA.

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Pero esa posición no va a condicionar la inminente negociación que el partido de Urkullu quiere centrar en el desarrollo del autogobierno y en las transferencias pendientes para completar el Estatuto de Gernika. Entre ellas, la gestión económica de la Seguridad Social y la de Prisiones.

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“La sensibilidad del PP en el cumplimiento del autogobierno” será clave para lograr un pacto presupuestario sostienen en la Sabin Etxea, sin que las presiones de la izquierda abertzale les muevan de ese carril.

Y eso que el nivel de presión social y política de Sortu va a ir creciendo a medida que se acerquen el momento de constituir las mesas negociadoras para reeditar un acuerdo en torno a los Presupuestos Generales de Estado, esta vez para 2018.

El fallecimiento del preso de ETA en Badajoz, Kepa del Hoyo, de un infarto mientras hacía deporte, ha elevado el tono de Sortu, en un asunto en el que le estaba creciendo la disidencia interna. Su portavoz, Arkaitz Rodríguez, proclamó el viernes en Galdakao, entre duras acusaciones a ambos partidos, que “no hay convivencia posible mientras en las cárceles españolas y francesas siga habiendo centenares de ciudadanos vascos”.

Aunque los socios del Gobierno vasco, PNV y PSE, prefieren no aventurar qué puertas abre esa proclama, tienen muy claro que ese no es el camino. Tampoco la última propuesta de Sortu, es decir, la creación de una mesa extraparlamentaria de partidos y sindicatos para elaborar una hoja de ruta que fije los pasos a dar y el calendario, no ya del acercamiento de presos, sino de su excarcelación.

El partido de Andoni Ortuzar la considera “una ocurrencia” y emplaza a Sortu a debatir la política penitenciaria en la ponencia de Memoria y Convivencia del Parlamento vasco, en la que están todos los partidos, menos el PP.

El PNV y el PP discrepan en este asunto, pero también tienen coincidencias básicas. De hecho, el ministro Juan Ignacio Zoido dejó abierta esta semana la puerta a dar pasos en ese sentido “cuando ETA se disuelva”, asuma la legalidad penitenciaria y reconozca el daño causado durante su larga campaña de asesinatos y extorsión.

Si los presos hicieran autocrítica y reconocieran la legalidad penitenciaria, en el contexto de una ETA disuelta, uno de los primeros efectos sería el acercamiento de los presos gravemente enfermos, y después, progresivamente, el del resto de reclusos a cárceles en un radio de 250 kilómetros de Euskadi.

La organización terrorista ETA tiene 455 presos en las cárceles de la UE. 357 están en prisiones españolas, (cinco en Euskadi y 352 en el resto de España), 99 en cárceles extranjeras, (96 en Francia, uno en Alemania, otro en Inglaterra y un tercero en Portugal) y otros cinco disfrutan de permisos en sus domicilios. La gran mayoría de los encarcelados en España están en las prisiones de Madrid y en las andaluzas. Según los datos de Etxerat, la asociación que agrupa a los familiares de presos, apenas 67 están en un radio de 250 kilómetros de Euskadi, descontando la treintena que cumplen pena en Galicia.

Urkullu envió una carta a los presos de ETA el pasado junio en la que les emplazaba a acogerse a la legalidad penitenciaria, pero además les pedía que hicieran autocrítica por las violaciones de derechos humanos cometidas por la banda, porque en su opinión ayudaría al objetivo del acercamiento.

Tampoco ayuda que Sortu homenajee a los miembros de la banda como a héroes cuando llegan a sus pueblos o fallecen. El viernes despidieron en Galdakao a Del Hoyo con el cartel: “Agur eta ohore, gudari”, (adiós con honor). Cumplía una condena de 25 años por facilitar a ETA la información con la que asesinó en Basauri (Bizkaia), en septiembre de 1997, al policía nacional Daniel Villar. Además, participó en el asesinato del policía Modesto Rico ese mismo año.

Marchas en 14 playas contra el alejamiento de presos

Decenas de miembros de la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, desfilaron ayer en fila de a uno con banderas y mensajes contra la dispersión de los etarras, por 13 playas vascas y una en Francia (Hendaya).

Los miembros de Etxerat repartieron folletos críticos con la dispersión, escritos en cinco idiomas, en las playas de San Sebastián, Mutriku, Ea, Deba, Zarautz, Orio, Laga, Laida, Laidatxu, Bakio, Ondarru, Lekeitio, Muskiz, y Hendaia.

Para Etxerat, la política penitenciaria del Gobierno de Mariano Rajoy es una política “asesina” y en sus documentos y marchas siguen reclamando la amnistía.

Ayer, fue puesto en libertad Kemen Uranga, tras cinco años de prisión a los que fue condenado por la Audiencia Nacional en 2012 por alquilar dos pisos para ETA.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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