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Un médico alertó de posible maltrato a la niña de Valladolid 22 días antes de su muerte

El juez decreta el ingreso en prisión sin fianza de la madre y su actual pareja

El coche policial que traslada a los detenidos por la muerte de una niña en Valladolid llega este viernes a los juzgados.Foto: atlas | Vídeo: NACHO GALLEGO (EFE) | ATLAS

Una mujer, D. M. G., y su actual pareja han ingresado este viernes en prisión, sin fianza, después de que la hija menor de ella, de 4 años, falleciese el jueves en el Hospital Clínico de Valladolid tras ingresar el miércoles en parada cardiorrespiratoria. Según han confirmado fuentes policiales, el Ayuntamiento y Servicios Sociales, se investiga a los dos detenidos por presuntos malos tratos reiterados y abusos sexuales a la víctima. Un pediatra detectó moratones en la niña el 11 de julio y trasladó sus sospechas a la policía. 22 días después, la pequeña moría.

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El juez ha decidido decretar el secreto de sumario sobre un caso cuyas primeras sospechas se remontan al 11 de julio. Ese día, la familia llevó a la pequeña al pediatra porque "tenía los labios hinchados por una supuesta alergia", según han señalado fuentes policiales. Entonces, el médico observó lesiones en piernas y brazos, además de falta de higiene, y alertó a los agentes de que podía tratarse de un posible caso de maltrato.

Once días después, los Servicios Sociales recibieron el primer aviso. El viernes 21 de julio llegó a los técnicos un comunicado de oficio de la fiscalía que instaba a "hacer averiguaciones" sobre un posible caso de malos tratos, según ha explicado este viernes el gerente regional del área, Carlos Raúl de Pablos, que ha afirmado que el informe médico, trasladado a la Policía y al ministerio público, señalaba que se habían detectado moratones en brazos y piernas. "No se nos decía nada de que fuera un caso urgente". Tampoco se hablaba nada de abusos sexuales, ha añadido: "Se tramitó igual que se tramitan decenas de casos. Y siguiendo siempre el protocolo".

Los técnicos citaron entonces a la madre el 26 de julio en la sede territorial de Servicios Sociales, adonde acudió con sus dos hijas. Tras el encuentro, los trabajadores consideraron que debían tener una segunda reunión con la progenitora antes de adoptar ninguna decisión. En esta ocasión, en casa de ella. Y fijaron para ello el día 28. "Pero esa misma mañana, la madre nos dijo que tenía un problema laboral y si podíamos retrasarlo. Se acordó que fuera el 1 de agosto, pero cuando acudieron los técnicos ese día, no encontraron a nadie", ha detallado este viernes De Pablos, que ha especificado que fue en ese momento —"que no quisiera colaborar ya era un nuevo indicio que se sumaba al resto"— cuando se decidió adoptar medidas de protección para las dos menores.

Parada cardiorrespiratoria

"Si antes se hubiese detectado la existencia de un riesgo inmediato, se hubieran iniciado actuaciones inmediatas", ha remachado De Pablos. El 2 de agosto, la víctima ingresó en las urgencias pediátricas del Hospital Clínico de Valladolid en parada cardiorrespiratoria y se confirmaron también en el centro sanitario las sospechas sobre la existencia de abusos sexuales. Según ha subrayado Servicios Sociales, en ese momento se decidió retirar la tutela a la madre de las dos niñas y se trasladó esa misma tarde a la hermana mayor, de 12 años, a un centro de acogida de la Junta de Castilla y León. Pero un día después, la pequeña fallecía y los agentes detenían a la progenitora y a su actual pareja.

Los dos detenidos han pasado este viernes a disposición del juzgado de instrucción número 6 de Valladolid, que ha decretado su ingreso en prisión sin fianza, según ha añadido la agencia Efe. "Es el crimen más horrible que se pueda imaginar, la manifestación más extrema de la violencia machista", ha denunciado el Ayuntamiento de Valladolid. "Es un delito execrable y dramático", ha añadido Manuel Saravia, teniente de alcalde del Gobierno municipal, que ha decretado tres días de luto.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, ha confirmado que el "nombre de la niña" aparecía en los ficheros policiales por un "supuesto anterior" relacionado con los malos tratos. Salgueiro ha destacado que también se había dado traslado del expediente a la delegación de Violencia de Género para determinar si se trata de una situación de este tipo, ya que la última normativa elaborada incluye a los menores.

La madre se presentó como víctima de violencia machista

El parte médico del pasado 11 de julio que alertaba de "sospechas de maltrato" por las marcas de golpes y la falta de higiene que presentaba la niña llevó a la policía a elaborar un primer atestado y a tomar declaración a la madre de la víctima. En su comparecencia ante los agentes, D. M. G. intentó justificar las lesiones que presentaba su hija en que era muy movida y se peleaba a veces con su hermana mayor, de 12 años, según han adelantado este viernes El Norte de Castilla y Eldiario.es.

Sin embargo, la madre de la pequeña también habló en su declaración de unos supuestos malos tratos psíquicos que había sufrido por parte de su anterior pareja, un ciudadano extranjero que días antes se había marchado a trabajar al Reino Unido. Estas manifestaciones llevaron a la policía a redactar un segundo atestado y derivar el caso al Juzgado de Violencia de Género para que abriera unas diligencias independientes de las de las lesiones de la niña.

Sin embargo, estas diligencias por supuesta violencia machista tuvieron que ser archivadas poco después ya que cuando el juez la llamó para tomarle declaración y que se ratificara en su denuncia ante la policía, D. M. G. se negó a denunciar a su expareja. La mujer se limitó a asegurar que se sentía maltratada psicológicamente por las habituales discusiones que mantenían, aunque sin concretar si en el transcurso de las mismas recibía insultos o amenazas. Tampoco hizo referencia a que conviviera con una nueva pareja.

Mientras tanto, las pesquisas sobre las lesiones que presentaba su hija fueron derivadas a la Fiscalía de Menores, que inició los trámites de manera no urgente.

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