La solución estaba en Israel
El desbloqueo del móvil de Diana Quer se atribuye a Cellebrite, que liberó el Iphone del autor de la matanza de San Bernardino
No hablan de casos concretos en los que trabajan o hayan trabajado pero los ingenieros de la empresa israelí Cellebrite son muy conocidos entre las agencias de seguridad de todo el mundo que los consideran un arma, hasta hace poco secreta, en la lucha contra contra los cibercriminales. Son expertos en el análisis forense de teléfonos móviles y, aunque oficialmente no lo confirmen, parecen ser los responsables de que la Guardia Civil haya podido acceder a parte de los datos del móvil de Diana Quer. El aparato de la joven madrileña —desaparecida el pasado verano cuando regresaba de las fiestas de A Pobra do Caramiñal, en A Coruña— apareció en el fondo de la ría de Arousa dos meses después. Un mariscador lo encontró bajo uno de los puentes, precisamente en el lugar donde los repetidores habían registrado la última señal del móvil. Después de dos meses sumergido en agua salada, pocos tenían la esperanza de que se pudiese acceder al contenido del Iphone 6.
"Por política de empresa, Cellebrite nunca da detalles sobre sus actuaciones ni sobre sus clientes. La confidencialidad es uno de los valores más apreciados por ellos", dice Michael Carney en nombre de la compañía a EL PAÍS. Todo apunta a que fueron los ingenieros de la filial de Cellebrite en Múnich quienes lograron desbloquearlo y facilitar el acceso a parte de su contenido, pero desde la central de la empresa en Petah Tikva, cerca de Tel Aviv, tampoco quieren salirse del guión.
Algo parecido a lo que sucedió en el caso de la matanza de San Bernardino, en California. El 2 de diciembre de 2015 el inspector ambiental Syed Farook y su esposa, Tafsheen Malik, la emprendieron a tiros en un centro de discapacitados. Mataron a 14 personas. Los asaltantes huyeron en un todoterreno y tras cuatro horas de persecución fueron abatidos. La policía encontró en su casa un arsenal pero las autoridades desconocían con qué objetivo guardaban las armas y bombas caseras. Por eso, para el FBI acceder a los datos del Iphone 5c de Farook se convirtió en una prioridad.
El Gobierno estadounidense pidió a Apple ayuda para acceder al aparato, pero la compañía se negó. Comenzó una batalla en los tribunales que terminó con la entrada en escena de Cellebrite. Los ingenieros de la compañía lograron desbloquear el teléfono, aunque ni el FBI ni Cellebrite confirmaron la intervención.
"El trabajo de Cellebrite en un mundo global y digital es muy importante porque los nuevos criminales son cibercriminales, por eso hay que seguir desarrollando nuevas soluciones para nuevos problemas", dice Carney. Con filiales en EE UU, Reino Unido, Alemania, China, India, Brasil y Singapur, Cellebrite es desde 2007 una subsidiaria de la japonesa Sun Corporation. Emplea a más de 500 trabajadores, tiene a numerosas agencias de seguridad entre sus clientes y trabaja con más de 200 operadores de telecomunicaciones como AT&T, Orange y Vodafone. Además de las innovaciones tecnológicas en el análisis forense, también desarrolla aplicaciones para diagnosticar teléfonos y transferir datos. A principios de julio, Cellebrite participó en las jornadas de ciberseguridad organizadas por Interpol con la que tiene desde hace poco más de un año un acuerdo de colaboración en ciberseguridad.
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